La presente obra del reconocido martiriólogo D. Jorge López Teulón es una relación reportaje del pontificado del Siervo de Dios Manuel Irurita Almándoz, Obispo mártir de Barcelona, cuyo lema en su escudo episcopal fue “Oportet Illum regnare”, “Es necesario que Cristo Reine”. Su presentación ha resultado bien oportuna; en vísperas de la celebración del centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, que tendrá lugar el próximo mayo de 2019 en el Cerro de los Ángeles ante su imagen, en cuyo basamento figura el texto esculpido en piedra de “Reino en España”.
Su publicación coincide también con el 75º aniversario de la traslación a la Catedral de Barcelona en diciembre de 1943 de sus restos mortales desde el cementerio de Montcada, donde fue fusilado y enterrado en la fosa común en diciembre de 1936, y luego en 1940 su cadáver depositado en uno de sus nichos. Sería definitivamente sepultado en la capilla del Santísimo en que él había dispuesto ser inhumado lo más cerca posible del Sagrario, a los pies del Santo Cristo de Lepanto. Ambos acontecimientos justifican la providencial oportunidad de la publicación de esta historia gráfica de un pontificado ejemplar, culminado con la gracia del martirio.
El modesto título de “Noticia gráfica del pontificado de Mons. Manuel Irurita Almandoz en el Obispado de Barcelona” no hace justicia a su contenido, pues éste excede la selección de lo noticioso, con apropiados comentarios y valiosos juicios del autor sobre los acontecimientos religiosos y políticos de los años 1930 a 1936 en la turbulenta Barcelona, y sobre los posteriores avatares del proceso de beatificación del Siervo de Dios.
El que su noticia sea también “gráfica” debida a sus impactantes fotografías, muchas de ellas desconocidas para el gran público, no le convierte en un libro sólo para hojear y leer sus pies de foto, sino que la fuerza de sus imágenes incentiva al lector a adentrarse con interés en los textos en que se enmarcan.
La finalidad del presente trabajo no es satisfacer la piadosa curiosidad por la figura del obispo biografiado y los trágicos avatares de su época, sino suscitar su conocimiento para seguir su conducta, como enseñó Benedicto XVI en Alemania en septiembre de 2011: “Los mártires no sólo deben ser glorificados, sino servirnos de ejemplo”.
Para ello el autor recopila cronológicamente noticias y crónicas del pontificado de Mons Irurita a lo largo de cada uno de sus siete años como obispo de Barcelona, desde su toma de posesión el 25 de mayo de 1930 hasta su muerte martirial el 3 de diciembre de 1936, así como del hallazgo y primera identificación de sus restos mortales en junio de 1940, y de su dilatado proceso de beatificación.
Que el fruto de la lectura de las páginas de este libro sea unirnos a la invocación con que su sucesor en la mitra Mons. Gregorio Modrego finalizó su oración fúnebre hace ahora 75 años en la Catedral de Barcelona al ser trasladados sus restos a la capilla del Santo Cristo de Lepanto: “¡Santo Obispo Mártir, Doctor Irurita, que bendijisteis a los que te fusilaban, bendice desde el Cielo a esta tu diócesis, a Barcelona, a Cataluña y a España!”