El pasado domingo 11 fueron detenidos 15 jóvenes inmigrantes tras la agresión sexual a una joven, y el apuñalamiento de su novio.
Hasta aquí una luctuosa noticia, por cuanto luctuoso es que en España se produzcan agresiones sexuales, y luctuoso es que se produzcan apuñalamientos.
Sin embargo, igualmente es luctuoso el espectáculo de algunos medios de comunicación, y de algunos políticos, que están criticando a la prensa por haber resaltado en las noticias del sucesoel carácter de inmigrantes de los presuntos agresores.
Es necesario que expongamos los hechos cribados de toda valoración:
Sobre las seis de la mañana del pasado domingo 11 de noviembre, un grupo de jóvenes extranjeros empezaron a increpar a una joven que viajaba en el metro, más exactamente en la línea 9 de Can Peixauet. La joven, al llegar a su parada, se bajó del metro y se dirigió al ascensor, siendo alcanzada por los jóvenes inmigrantes, que una vez dentro le tocaron el culo, la intentaron besar y trataron de tocarle en la entrepierna. Como quiera que el novio la esperaba en la entrada del metro al encontrarse con los jóvenes inmigrantes estos le propinaron una puñalada.
Hasta aquí los hechos. Ahora pasemos a dar los datos significativos: una mujer agredida, un joven apuñalado y 15 jóvenes inmigrantes detenidos.
Evidentemente cada medio de comunicación ha titulado la noticia como ha entendido oportuno, e incluso algunos medios han ocultado en sus titulares que un joven español fue apuñalado,pues evidentemente los hombres no pueden ser víctimas. Otros medios han resaltado en sus titulares el carácter de inmigrantes de los agresores. Y todos los medios han resaltado la condición femenina de la víctima de las agresiones sexuales.
Ante estos acontecimientos, lo realmente triste es que parte de la población no se haya sentido indignada por la agresión sexual, ni por el apuñalamiento del joven novio, sino que se ha indignado por los titulares que resaltaban que los jóvenes agresores eran inmigrantes. Parece que en España lo políticamente correcto no es decir la verdad, sino ocultar aquello que no nos interesa.
La verdad es que uno varones inmigrantes, algunos de ellos menores no acompañados, agredieron sexualmente a una mujer, y propinaron una puñalada a su novio; y lo políticamente correctoes decir que unos jóvenes varones (sin referencia a su nacionalidad) agredieron sexualmente a una mujer (ocultando de paso que su novio resultó apuñalado).
La corrección política nos lleva a no hablar de inmigrantes, pues claro, esta referencia puede llevar a actitudes xenófobas y racistas, pero esa misma corrección política no nos lleva a eludir en los titulares ni el sexo de los agresores, ni el sexo de la víctima.
Ofende que los agresores sean inmigrantes, pero no ofende que los agresores sean varones, pues claro, a todos los inmigrantes (incluso a los malotes) se les ha de respetar, y a todos los varones (incluso a los buenos) se las ha de vilipendiar.
En nuestra corrupta sociedad se está instaurando un dogma:
“Si va hablar de algún disvalor, no diga usted que son inmigrantes … pero puede decir que son varones.”
El totalitarismo de género, y la corrección política, nos lleva a estas cosas; no obstante, usted no haga caso y diga siempre la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad, y si es responsable de un medio de comunicación titule esta noticia de la siguiente forma: UNOS VARONES INMIGRANTES AGREDIERON SEXUALMENTE A UNA JOVEN Y APUÑALARON A SU NOVIO.