El presidente Sánchez vuelve a discriminar a parte de los españoles, en este caso a los españoles uniformados, y a todos los catalanes que se sienten orgullosos de sentirse españoles, y que se sientes orgullosos (con motivos o sin ellos) de las Fuerzas Armadas.
El Ministerio de Defensa ha decidido que las Fuerzas Armadas no participen en el próximo Salón de la Enseñanza de Barcelona (que se celebrará entre el 20 y el 24 de marzo próximo).
Es necesario recordar que dicha participación en el Salón de la Enseñanza ha sido polémica desde que Colau tiene sometido al Ayuntamiento de Barcelona a sus caprichos. El año pasado la presencia del ejército provocó que una minoría de exaltados pretendiera impedir la presencia de un estand del ejército en dicho Salón de la Enseñanza, a pesar de que las cifras de asistencia indicaban que estand de las Fuerzas Armadas era uno de los más visitados de la Feria. Desde 2016 la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, inició su campaña de acoso a las Fuerzas Armadas, y si bien es cierto que el Ministerio de Defensa resistió el pulso, el nuevo gabinete de Pedro Sánchez está dispuesto, una vez más, a humillar a los españoles ante los caprichos del totalitarismo independentista.
El Ministerio que dirige Margarita Robles ha demostrado que lo que ellos llaman «estrategia de apaciguamiento en relación al nacionalismo», supone en realidad la rendición incondicional ante el nacionalismo catalán, que con decisiones como esta se siente crecido.
El gobierno del señor Sánchez parece avergonzarse de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad al tomar decisiones como la retirada progresiva de la guardia civil de Navarra, o al aceptar ahora el chantaje del nacionalismo, y obligar a las Fuerzas Armadas a abandonar su presencia en el Salón de Enseñanza de Barcelona para el próximo 2019.
Los españoles nos estamos acostumbrando a las noticias más increíbles, pues resulta sorprendente que el actual gobierno, y el Ministerio de Defensa, renuncien a defender el prestigio de las Fuerzas Armadas.
El señor Sánchez ya atesora un gran número de cesiones ante los independentistas, sin que los españoles tengamos comprobada ninguna cesión por parte de los nacionalistas; pero en esta ocasión la claudicación no solo busca rendir al Estado, sino de paso seguir desprestigiando una institución más de los españoles, en este caso al ejército.
Con esta decisión el gobierno renuncia a acercar a las Fuerzas Armadas a los jóvenes, pues no otra cosa es la presencia del ejército en este tipo de eventos.
El señor Sánchez y la señora Colau siguen en su empeño de repartir carnés de decencia, y lógicamente si usted es militar, cura, juez, o simplemente varón, no cuente con dicho carné, pues la exclusión se ha instalado en el poder.