Son estadísticas del INE, que no me he inventado para nada y son datos fidedignos del año 2014, que acaba de pasar. Nada rancio, ni amañado sino reciente y tal cual. Es algo que suele ignorar everybody y con lo que se nos da la brasa a diario, la zumba, con fines poco buenos, tirando a sectarios y saduceamente, porque como ellos mismos dicen a la menor ocasión, descontextualizan sin otro motivo que la inducción marxisto-goebbelsiana. No mienten, no, sino que callan lo que les conviene para inducir, que es lo suyo. Conducen al huerto a los borregos y a mirarse al espejo sin verse en él, como los vampiros.
Se trata de cifras, que son hechos históricos, con su relevancia en razón a la magnitud y a la proporción, que es como hay que mirar estas cosas tan tristes, para sacar conclusiones, cosa que no voy a hacer, sino exponer simplemente para que quede al aire su antifonario y ustedes saquen sus conclusiones libérrimamente y con absoluta frialdad.
Los datos sobre muertes no naturales –muertes en las que ha intervenido el azar, la mala suerte, la voluntad ajena, la depresión, la malandanza… y no los procesos naturales- en España en 2014, son los siguientes y así se hacen constar por el Instituto Nacional de Estadística, que tiene sus razones para denominarlas así, fumes o no fumes, picadura o hebra, que lo mismo da. ¿Qué cifra les sorprende? ¿Cuál consideran llamativa? ¿La primera, alguna del medio, o la última? Pónganse las gafas de ver, please.
Abortos…………………………..94.796 (91%)
Suicidios……………………………3.910 (3,74%)
Ahogamiento…………………….2.370 (2,26%)
Tráfico……………………………….1.873 (1,79%)
Sida………………………………………700 (0,66%)
Accidentes de trabajo…………..467 (0,44%)
Homicidios……………………………317 (0,30%)
Violencia doméstica……………….66 (0,063%)
Total …………… ………………104.499 muertes no naturales en el año del Señor de 2014.
¿A alguien le interesa cuántos de los 94.796 españoles ejecutados en el 2014, sí ejecutados –mientras la hipocresía con pelitos se asusta de la prisión permanente revisable para los execrables asesinos de jovencitas, a quienes sí se les permite militar en sindicatos de penados y se les reconocen derechos e indemnizaciones en lugar de interrumpirles– a los que se les ha negado vivir y se les ha eliminado con premeditación, alevosía y con permiso de la autoridad inerte –termino taurino, sí, aunque no guste- y anuencia del congreso o congresa, de los diputados o de las diputadas, eran niños o niñas, eran machos o hembras, eran blancos o negros? A mí sí. Sorry. Lo que si era muy posible y probable es que fuesen o llegasen a ser, en su gran mayoría, cristianos y españoles todos ellos y ellas y parte de la solución de Europa y de las pensiones españolas.
Qué Dios los tenga en su gloria y que reparta suerte entre los ejecutores, los colaboracionistas directos, comparsas y los complacientes cómplices, porque la van a necesitar, porque no se puede ser infinitamente justo – y esto va por Dios padre y por Fedor Dostoievsky– si este crimen se queda sin castigo. No puede ser así. ¿En eso consiste el cacareado derecho a la vida recogido en la declaración de los Derechos Humanos de la ONU de 1948, o me confundo con otra película? ¿Todo lo demás es así de incongruente? Lo que sí les vale a los mamelucos es el derecho a decir lo que les salga de donde sea, con tal de que vaya contra los cristianos o contra los españoles de España. Ahí vale todo.
Dígaseme, acláreseme o pensaré, como en su día hiciera el excelso Chumi Chumez, que los derechos humanos son tres: ver, oír y callar.
Y encima de pasar esto por alto, mientras se preocupa al personal por la cosa de las pensiones que congeló el endriago de los ojitos azules y ahora se complace –callándolo- vía Sánchez y la bella Margarita la tornera, en azuzar a los jubilatas, hemos de escuchar la perorata de los dementes separatistas y de los mentecatos que no cesan -como el rayo de Hernández Gilabert- con la brasa de las muertes de esas pobres 57 mujeres a manos de esos bestias –ellas, las débiles, han liquidado a 9 chorbos, que totalizan los 66 muertos caseros del 14, que no es moco de pavo- y que llaman de género. Lo que sí es de género tonto e insensato es matar a 94.796 españolitos que venían al mundo y que Dios guarda para Sí y prodigar ayudas y subvenciones a los musulmanes, criarles para tener muchos y que nos saquen los ojos y nos digan lo que hay que hacer en el futuro que se atisba, so pena de darnos matarile. ¡Anda, que si al concebido no se le tuviese por nacido… como reza el código Civil!
Y lo llaman así, de género, no por otra cosa que por generar problema y desconfianza en el matrimonio cristiano si puede ser. Qué pasa con las parejas gayses del Paraguay ¿no se matan o son el futuro de la paz sin niños y sin especie hasta que manden los moros? Será un tiempo de transición. Esas estadísticas se desconocen, seguro que por no molestar. El fin no es otro que enemistar a la mujer con el hombre, como si el hombre fuese la culebra bíblica, cuando el matrimonio normal, el de toda la vida, es cuanto nos queda de la biodiversidad natural. Esas parejas normales que son mayoría, se querrán más o menos, pero no está en su magín el cargarse a lo único que tienen, que no suele ser mucho y que se vienen aviniendo desde siempre, como en todas partes y solo pretenden salir adelante. ¿A qué este acoso tergiversado? ¿A qué tanta descontextualización? ¿Por qué no un examen psicotécnico antes de emparejarse? Algunos de estos bestias bizarros, ya de novietes inocuos cantan que se matan.
Otro día hablaremos de los ahogados, de los suicidios y de los muertos a causa del tráfico, que es alarmante y al menos sorprendente, aunque no figure en las cajetillas de pitillos, porque las otras causas –accidentes de trabajo, sida y homicidios- parece que se controlan sin molestar a los suspicaces y sin apelar a la cursilería, ni a la mala baba imperante entre la gauche miope y la majadería de la derecha-centro-fondosur, bisoja.