«Le agradecemos por las expresiones de solidaridad con nosotros durante el período en que estuvimos secuestrados. No fue una experiencia fácil. Pensamos y rezamos a los mártires de nuestra congregación en los momentos más difíciles. Sentimos el calor de las oraciones y el amor de los feligreses. Ahora estamos en nuestra parroquia de Douala y queremos negociar la liberación de nuestro conductor Jerry Berson. Estamos vivos. Aunque la noticia hablaban de Judas, Placid, Abel y el conductor, en realidad éramos cinco. De hecho, Yene Anaclet, párroco de la parroquia local, que fue a negociar nuestra liberación, también fue detenido por los secuestradores. También fue liberado y ahora estamos todos en Douala». Esta es el primer mensaje difundido por los misioneros claretianos secuestrados el 23 de noviembre en Camerún y liberados ayer, 29 de noviembre.
«Damos gracias a Dios por la liberación de nuestros hermanos misioneros que fueron secuestrados el 23 de noviembre. Agradecemos por todos los mensajes de solidaridad y comunión recibidos y también por las oraciones. Que Dios nos bendiga a todos», es el mensaje difundido por la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (claretianos) tras la liberación.
Los misioneros liberados son: el padre Judas Taddeo Langhe, prefecto de Apostolado y director de «Publicaciones Claretianas del Camerún»; el padre Placide Muntong Gweh, el estudiante Abel Fondem Ndia y el padre Yene Anaclet. Los claretianos fueron secuestrados por los secesionistas en la parte anglófona del país cuando se dirigían a Munyenge, para prestar ayuda humanitaria a las víctimas del conflicto en la zona.
En la crisis que está afectando a las dos regiones anglófonas del Camerún se registra un número creciente de actos de violencia contra los eclesiásticos. El 21 de noviembre, el p. Cosmas Omboto Ondari, misionero keniano perteneciente a la Sociedad Misionera de San José de Mill Hill, fue asesinado en Kembong, a pocos kilómetros de Memfe, capital de la Provincia Sudeste.