Las opiniones sobre Vox pueden ser distintas y distantes, y no voy a entrar a valorarlas. Lo que es evidente es que su irrupción, con 12 diputados, en las elecciones andaluzas está provocando una serie de reacciones en cadena, que ponen en manifiesto la mediocridad, la hipocresía y la bajeza moral e intelectual de esta clase política parida y amamantada por el nefasto régimen de 1978.
Susana Díaz, la que durante décadas ha regido un régimen de corrupción, de compadreo, de caciquismo y de amiguismo, después de darse un batacazo mayúsculo en las elecciones, se erige en “referente moral”, y pide a los partidos “constitucionalistas” un pacto contra Vox (y, evidentemente que la hagan a ella presidenta). Señora Díaz ¿usted sabe quiénes son los que auparon a su jefe a la Moncloa? Los separatistas catalanes y los proetarras, muy “constitucionalistas” ellos.
El Partido Popular, que ha perdido votos y escaños, se autoproclama, sin ningún motivo, ganador. Después de repetir miles de veces que debe gobernar la lista más votada, ahora han cambiado de opinión. Deben gobernar los que han perdido escaños y votos y que han quedado segundos, que, casualmente, son ellos. Ahora hacen la rosca a Vox y quieren “blanquearlo”, cuando hace cuatro días les criticaban por populistas, y decían que votarles era “tirar el voto”.
Ciudadanos también se proclama vencedor. Se llenan la boca hablando de “cambio”, y este “cambio” pasa, naturalmente, por gobernar ellos. Para ello piden el apoyo al PSOE y al PP, estos dos partidos tan “limpios” y sin rastro de corrupción.
Pero la perla se la lleva el Coletas. Desde su mansión situada en una de las zonas más exclusivas de Madrid lanza una “alerta antifascista” y llama a la “gente” (se ve que los que no le votan a él no son gente) a salir a la calle. Obedientes a su voz, miles de descerebrados salen a la calle en Andalucía PROTESTANDO POR LOS RESULTADOS ELECTORALES.
Si el Sr. Iglesias Turrión fuera marxista (no lo és, no es más que un “progre”) haría autocrítica y se preguntaría porque su formación ha retrocedido en Andalucía. A lo mejor sus coqueteos con los golpistas catalanes han tenido algo que ver. A lo mejor la falta de coherencia entre su discurso y su vida personal ha tenido algo que ver.
Pero el colmo del cinismo del Sr. Iglesias Turrión es querer apoderarse del 15-M. Entérese Sr. Iglesias, el 15-M fue un movimiento social transversal, que se definía diciendo “ no somos ni de izquierdas ni de derechas: somos los de abajo que vamos a por los de arriba”. Los de arriba, Sr. Iglesias. Los que viven en mansiones como la suya.
Esto es el régimen de 1978. Algunos celebran su 40 aniversario….
Por José Alsina Calvés