El sistema liberal en que vivimos, por ilógico e irracional, es un sistema contradictorio.
Hace unos días varios medios de comunicación recogían la siguiente noticia «muere un bebé en Vigo en un parto en casa sin asistencia sanitaria» y después de publicarla se quedaban tan panchos.
Parece que la madre había renunciado al seguimiento ginecológico del embarazo durante el último mes de gestación y que estaba siendo asesorada por una persona que no era profesional sanitario, circunstancia que por desgracia no es nada excepcional, pues en España al año más de 100.000 mujeres renuncian al seguimiento ginecológico y se ponen en manos de aborteros (y aborteras) sin escrúpulos.
Evidentemente, en el triste caso de Vigo la fiscalía ha tomado cartas en el asunto, y ya está investigando los hechos, pues claro en España tener a un bebé en casa, sin acudir al Hospital, y que muera puede ser delito, pero ir a un centro sanitario a que asesinen al niño antes de nacer no es delito.