En varias oportunidades hemos hablado sobre lo que denominé la «agenda globalista» del gobierno actual, que sigue puntualmente los dictados de la gran finanza internacional. No hay que olvidar que la Sra. Christine Lagarde es la ministra de Economía de la Nación. Ha venido mucho dinero aquí, pero los pobres siguen como siempre, o peor, las clases medias ya son cuartas más que medias, y nos pesa una deuda que vamos a terminar de pagar el Día de la Escarapela. Y no solamente eso, sino que se impone la ideología de género.
Eso lo ha dicho con énfasis el Sr. Presidente de la Nación, al señalar que rige transversalmente la perspectiva de género, según él la llama. Yo ya expliqué en este espacio la diferencia entre perspectiva e ideología.
Ahora bien, a fines del año anterior, el Congreso de la Nación dictó una ley según la cual todos los funcionarios, desde el Presidente de la República hasta el último tinterillo, deben tomar cursos sobre «perspectiva de género». La orden era clara: todo el mundo tiene que pasarse al «género».
Posiblemente al Presidente le vendrá muy bien, porque yo creo que no tiene la menor idea de qué se trata pero lo cierto es que se ha puesto en marcha un intento totalitario. Todos los funcionarios del Estado, ahora, deben profesar esta fe única, que es la que se impone desde el exterior.
Es curioso, lo he señalado otras veces, cómo estos gobiernos que se titulan, se autotitulan o se creen liberales o neoliberales, son autoritarios y totalitarios. Vivimos bajo un totalitarismo, porque acá se impone totalitariamente la ideología de género, y por eso van a instruir a todo el personal del Estado para alinearlo a la orden superior.
Esta situación es algo insostenible, y que creo que por primera vez se da una situación semejante entre nosotros. Acá ahora rige una doctrina nacional, que es la ideología de género.
TODO VIENE DE ARRIBA
El Presidente también se enorgulleció, en su momento, de haber habilitado la discusión sobre la Ley del Aborto. ¿De dónde le vino la idea? ¿Se le ocurrió a él? ¿Es un abortista nato? No, viene todo de arriba, viene con los dólares de la gran finanza internacional, y los dólares les imponen estas cosas.
Se trata de algo muy importante, de lo cual ustedes, los televidentes, y el pueblo todo de la Nación, tiene que darse cuenta, tiene que hacerse cargo de esto. ¿Por qué nos van a imponer la ideología de género?.
Uno sabe muy bien que tal doctrina es contraria a la naturaleza humana, a la naturaleza de las cosas, y es consecuencia de una filosofía constructivista, según la cual no existe lo natural y todo es una construcción social que la cultura va realizando a lo largo del tiempo.
Y, entonces ahora, la construcción es esta: no hay más varón y mujer sino que hay géneros, cantidad de géneros, donde todas las combinaciones son posibles.
Semejante delirio asume el Gobierno de la Nación y lo impone totalitariamente. Los funcionarios del Estado tendrán ahora que profesar esta doctrina, lógicamente para utilizarlas en sus actividades.
UN PROBLEMA CULTURAL
Yo quiero alertar sobre este asunto porque no es solamente el problema económico-financiero lo que nos apremia sino que es el problema cultural.
Junto con la sumisión económica-financiera viene la sumisión cultural, que va en contra de toda la tradición argentina, por supuesto en contra del orden natural, en contra de la doctrina de la Iglesia y en contra de la mayoría de la gente que tiene sentido común a pesar de la propaganda, a pesar de la farándula, a pesar de los medios de comunicación que insisten e insisten con esto. ¡Qué curiosa esa combinación de un gobierno que no es muy querido por esos ambientes, que sin embargo le hacen la propaganda!
* Arzobispo emérito de La Plata. Reflexión en el programa «Claves para un Mundo Mejor»