Desde la secesión de los territorios americanos de la corona española, quedo claro que la alianza de la masonería con los criollos tenía como objetivo el control del poder político y económico, la destrucción de la herencia católica, y la persecución de la población autóctona. Sin embargo, ahora los masones chilenos, con total cinismo, han realizado una campaña para reivindicar que los Pueblos Originarios tengan un reconocimiento constitucional.
El Gran Maestro de la Logia de Chile, Sebastián Jans Pérez, instó a la protección del pueblo Mapuche durante una rueda de prensa con motivo de su visita a la ciudad de Temuco.
En la casa masónica de Temuco, el líder de la masonería chileno manifestó el apoyo de la institución «a los consensos sociales que buscan reconocer la dignidad que merece el Pueblo Mapuche, por su historia y su cultura, profundamente enraizada en nuestra sociedad».
Jans enfatizó que los Pueblos Originarios “son parte integral de nuestra historia y es nuestro deber reconocerlos y hacerlos parte de nuestro futuro, asegurando sus derechos a la Libertad, la Igualdad y la Justicia, en un proceso de armonía y fraternidad”.
Durante su declaración agregó que la masonería busca «abogar para que esta realidad evidente se plasme en reconocimientos efectivos, empezando por las modificaciones necesarias a nivel constitucional, legal y administrativo, para establecer una relación del Estado de Chile con los Pueblos Originarios, en particular con el Pueblo Mapuche».
Evidentemente el Gran Maestre no recordó la persecución a la que los liberales, y la masonería, sometieron a las poblaciones autóctonas desde el siglo XIX. Es necesario recordar a la masonería internacional que el abandono de la población indígena, y la pobreza de muchos estados hispanoamericanos, son debidas a la presencia de la masonería en las traiciones que llevaron a la sección de los países hispanoamericanos de la corona española.