Vaya la que se ha montado con lo de los taxis. Oigo y leo por ahí opiniones de gente como, que si taxis sucios, que si huelen mal, ¡que si no te gusta lo que ponen en la radio!, además de frases como, ¡yo no vuelvo a coger ninguno! Vamos que según esa gente, dan malos servicios. En fin, seamos serios y no caigamos en el juego de las poderosas multinacionales.
Yo no veo lo que se dice por ahí, viviré en otro planeta igual y no me he enterado. Cojo a menudo un taxi (me encanta) y, en general, no tengo queja ni del servicio, ni por supuesto del trato recibido.
Eso si, siempre he pensado y lo he dicho, que los servicios públicos deberían estar siempre directamente administrados por los ayuntamientos y gobiernos nacionales, nunca dejarlos en manos privadas.
Recelo cuando algún sector cae en manos de poderosas multinacionales. No me gusta. Porque la voracidad de esas multinacionales, que en general están controladas por los mismos »desalmados» a escala mundial ocultos tras capas y capas de a su vez otras empresas globales es inmensa. La mayoría, sólo velan por sus intereses particulares egoístas y muchos están literalmente corrompidos por el dinero y sólo ven el símbolo del »dólar» allí donde posan su mirada. Han creado un mundo en el que parece que todo se compra, que todo se vende y con ello al final todo se deshumaniza.
¿Que se pueden mejorar los servicios de taxis en este país?, posiblemente. ¿Que deberían estar controlarlos más directamente por ayuntamientos y gobiernos?, seguramente. ¿Que se debería hacer un control exhaustivo de licencias, facilitar a los taxistas los mismos coches e incluso darles como unos »uniformes»?, posiblemente también, pero nunca, repito, nunca, optar como única solución el entregar un sector como por ejemplo el del taxi a una empresa privada multinacional, pues estaremos a merced tanto el trabajador como el cliente de poderosos »cárteles» financieros mundiales. Yo creo que todo lo contrario hay que hacer, a ser posible se deberían poner barreras legales de todo tipo más si esas empresas están controladas por la criptocracia. Cuidado con darles más poder pues ya tienen demasiado.
Recursos y servicios de una nación deben estar siempre en manos públicas para que el propio ciudadano sea el que los administre, vigile y con ello controle a través de un gobierno en el cual estén debidamente representados (democracia orgánica).
Bueno, resumo. Los taxistas pienso que a la larga, tal vez, deban convertirse en una especie de funcionarios formando parte de un sindicato estatal, creando obviamente para ello previamente un nuevo »Sindicato Vertical» y aboliendo de paso, entre otras cosas, los dos grandes que hay hoy día como son UGT y CCOO que ya no se para que sirven la verdad.
Las multinacionales de taxis, es posible, que nos hayan enseñado algo el camino.