Alrededor de las 7 de la tarde, hora local, del lunes 18 de febrero, en el barrio Tierra Buena de Patio Bonito, en la localidad de Kennedy, en el sur de la capital colombiana, Bogotá, fue asesinado el sacerdote Carlos Ernesto Jaramillo, de 65 años. La Fiscalía está llevando a cabo la investigación del delito.
Según la información recibida por la Agencia Fides, los residentes del complejo de condominios donde residía el sacerdote, quien ayudó a los emigrantes venezolanos, dijeron que algunos de estos jóvenes han matado al sacerdote para robarle. Un menor sospechoso del asesinato, detenido por la policía, dijo a las autoridades que el sacerdote había querido abusar de él, una versión que están investigando.
«El sacerdote era una persona muy buena, invitaba a la gente a ir a misa. Anoche estaba con dos jóvenes en su apartamento, cuando de repente nos advirtieron que uno de ellos había escapado con las manos cubiertas de sangre. «Encontramos al sacerdote herido» dijo uno de los vecinos. Los rescatistas llevaron al sacerdote a la Clínica de Occidente, donde llegó sin signos vitales, después de las numerosas heridas infligidas con un cuchillo. La policía está analizando vídeos de seguridad porque hay un tercer sospechoso en el crimen. Los testimonios difundidos por los medios locales están de acuerdo en definir a Don Carlos Ernesto, un buen sacerdote, dedicado a su ministerio, que también había tenido experiencias misioneras.