La Iglesia filipina se compromete a garantizar “un voto responsable” en la víspera de las elecciones en Filipinas programadas para el 13 de mayo. Un cuerpo eclesial especial, el Consejo Pastoral Parroquial para la Votación Responsable (Parish Pastoral Council for Responsible Voting, PPCRV) está reclutando voluntarios para llevar a cabo su misión de control durante la votación. El Consejo, que está oficialmente acreditado por la Comisión Gubernamental para las Elecciones, contribuirá gracias a 300.000 observadores y voluntarios, “a garantizar unas elecciones transparentes, honestas y pacíficas”, asegura una nota enviada a la Agencia Fides.
El PPCRV actúa como un brazo ciudadano y coopera con la comisión electoral, guardando las papeletas y validando los votos a través de un conteo paralelo no oficial. El PPCRV fue establecido en octubre de 1991 por la archidiócesis de Manila antes de las elecciones de 1992. Maria Isabel Buenaobra, Directora Ejecutiva del Consejo, está llevando a cabo seminarios de formación para los votantes en varias parroquias e instituciones de la iglesia en todo el país. El objetivo es formar conciencias y “combatir el fraude”.
Según el sistema filipino, en las estas elecciones a la mitad del período presidencial, se eligen a los miembros de la Cámara de Representantes, 12 senadores y se renuevan todas las oficinas en las administraciones regional, provincial y municipal.
“Las elecciones de 2019 también son una oportunidad para que las jóvenes generaciones actúen y ejerzan su derecho al voto”, subrayó Buenaobra. De los 61 millones de votantes registrados en el país, hay más de 20 millones de jóvenes de entre 18 y 35 años que representan aproximadamente un tercio del electorado. “Se espera que los jóvenes votantes puedan involucrarse en la política filipina: si quieren un cambio en Filipinas, el cambio debe comenzar con ellos y desde ellos”, señala Buenaobra. Alrededor de 1.9 millones de votantes son ciudadanos emigrantes, los llamados “Overseas Filipino Workers”.