Desde el 23 de mayo de 1959 en que se fundó el Círculo Aparisi y Guijarro, en el nº 7 de la calle del Almirante, ha pasado toda una vida. No se pudo llamar ni Círculo Carlista ni Círculo Tradicionalista. La vigencia del Decreto de Unificación no lo permitía. Pero la tímida apertura de la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento por una parte y los nuevos rumbos que marcó el liderazgo de Don Carlos Hugo, facilitó la apertura de esta entidad y de otras similares.
Entonces, la Comunión Tradicionalista, empeñada en supervivir al margen del partido único, estaba dirigida a nivel nacional por Don Javier de Borbón Parma, ya como Rey a partir de 1952, y por su Jefe Delegado, José María Valiente Soriano. Y en el Reino de Valencia, por Vicente Puchades Tarazona, como Jefe Regional, y Rafael Ferrando Sales, como Jefe Provincial de Valencia.
Poco después accedería a la Jefatura Regional, Rafael Ferrando, y le sucedería en la Provincial Juan Gosálvez Ferrer y más tarde, Daniel Beúnza Sáez y Pascual Agramunt Matutano.
En Castellón y Alicante desempeñaban la dirección de la Comunión Enrique Tejedo Enrique y Ángel García Rogel.
La vida política del Carlismo en la ciudad y comarca de Valencia alcanzó un gran dinamismo: A su frente estuvieron Juan Gosálvez, hasta su elección como Jefe Provincial, Eduardo Chuliá Vicent y José Mas García.
El Círculo Aparisi y Guijarro en sus primeras etapas fue presidido por Enrique Martí Guimerá, Enrique Selva Salvador, Marqués de Villores, José María Blasco Fonfría, Daniel Beúnza Sáez y Eduardo Chuliá Vicent.
El final de la década de los 60 y el inicio de los 70 estuvo marcado por la crisis de identidad que concluyó en la fractura del cuerpo social del Carlismo en 1973. Con Don Carlos Hugo y su socialismo de autogestión global quedó el Partido Carlista y descabezada hasta 1975, prosiguió su ruta la Comunión Tradicionalista.
En 1975 Don Sixto Enrique de Borbón Parma recompuso el organigrama de la Comunión. Pero, a raíz de los hechos de Montejurra 1976, su liderazgo se diluyó hasta desaparecer en 1978. Diez años después reaparecería con una Secretaría Política encabezada entonces por el Profesor Rafael Gambra y hoy por su hijo el también Profesor José Miguel Gambra.
En Valencia, la escisión tuvo especial virulencia y repercusión nacional. Por orden de la Junta Suprema dirigida por Don Carlos Hugo, en 1973, Rafael Ferrando destituyó a Pascual Agramunt y disolvió la Junta Provincial de Valencia para sustituirla por una Comisión Gestora presidida por Laura Pastor Collado.
La Junta Provincial de Valencia se negó a disolverse y rompió con el Partido Carlista. Agramunt fue elegido Jefe Regional de la Comunión Tradicionalista y Eduardo Chuliá pasó de la Jefatura Local de Valencia a la Jefatura Provincial. José Mas García ocuparía la Jefatura Local.
Rafael Ferrando se convirtió en el primer Secretario General del Partido Carlista del País Valenciano hasta abandonar la vida política poco tiempo después. A su vez, el Partido Carlista, presente en el despegue de Izquierda Unida, subsiste testimonialmente. Los Amigos de la Historia del Carlismo y la Asociación 16 de Abril se agrupan en torno a Don Carlos Javier.
El Coronel Agramunt, Mutilado de Guerra, fue relevado después de los sucesos de Montejurra de 1975, por Salvador Ferrando Cabedo, que llegaría a desempeñar la Presidencia de la Junta de Gobierno nacional de la Comunión, ya sin Don Sixto.
En 1986, por la fusión de la Comunión Tradicionalista (sin Don Sixto), la Comunión Católico-Monárquica (formada en torno al Prof. Francisco Elías de Tejada) y Unión Carlista (Regencia de Estella y desengañados del Partido Carlista), se forma la Comunión Tradicionalista Carlista, hoy presidida por Javier Garísoain y dirigida políticamente por Javier María Pérez-Roldán, como Secretario General.
Al fallecimiento de Salvador Ferrando Cabedo, en 1988, fui elegido Presidente Regional hasta 2010, en que recoge el testigo Jesús Blasco Lagunilla hasta 2017.
En Alicante acceden a la dirección provincial, Ángel García Galiano, de Orihuela, y Luis Bueno Esquembre, de Villena.
En Valencia, Vicente Febrer Forés.
En Castellón, Vicente Fortanet Blasco y Alfredo Adán Sanmateu.
A partir de 2017 las juntas provinciales se fusionan en la regional, a cuyo frente figura el alicantino Antonio Riera Pastor, que sucedió a Jesús José Blasco Lagunilla.
El Círculo Aparisi y Guijarro fue dirigido por Enrique Martí Guimerá, titular de uno de los Círculos de la etapa republicana, Enrique Selva Salvador, Marqués de Villores, el notario Daniel Beunza, el empresario José María Blasco Fonfría, en dos etapas por Eduardo Chuliá Vicent, con el interregno de Carlos Aparisi y Guijarro de Luzón, José Mas García, Luis Pérez Domingo, Pascual Martín-Villalba Medina como interino, Rubén de Cardeñosa Serrano y José Monzonís Pons, que aun lleva el timón de la nave.
Al cumplir las seis décadas el Círculo Cultural Aparisi y Guijarro peina –es un decir- canas. Tal como lo hemos conocido, se va apagando. Falta la necesaria renovación generacional. Hemos perdido incluso nuestro local social y nos toca ubicarnos en un apartado de correos y buscar el cobijo provisional de un techo amigo.
Pero nuestro boletín nacido en 1994 ha ido creciendo hasta convertirse en la revista REINO DE VALENCIA, en torno a la que se ha formado un valioso equipo de colaboradores, corresponsales, técnicos y lectores, fieles seguidores de sus (si contamos los cuatro primeros sin numerar) 121 números. El Círculo renace, pues, de sus cenizas y llega en su mensaje a destinos insospechados en las redes sociales. Metamorfosis cuyas fases últimas están por descubrir.
Son 60 años de amor y lealtades. A Dios, a la Patria y al Rey. A pesar de los pesares.