Los resultados de las elecciones del día 28 de abril me irritan pero no me sorprenden. Es de traca y no lo entiendo que todavía haya gente por ahí que vote a partidos nefastos como el PSOE (dándole alas y vida de nuevo) que siempre ha sido y es como una plaga de Egipto para España, o a Ciudadanos, que es una copia del PSOE o a un partido como Podemos.
Y más este PSOE del señor Pedro Sánchez, para mi ‘Peter Bilderberg’. Un partido que quiere que España sea una nación de naciones y que pacta con independentistas y pro etarras para destruir este país.
¡Que viene la ultra derecha con Vox!. Y se vota a los partidos de toda la vida de la llamada izquierda (o derecha) o a los nuevos que son parecidos o peores que esos. Una buena estrategia, creo que eso mismo se buscó con el 23F. Pero conviene recordar a ciertos españoles que Vox no es ultra derecha, extrema derecha o como lo quieran llamar pues es un partido liberal de tipo conservador y la llamada ultra derecha o los fascismos en general, o movimientos parecidos, son ante todo movimientos anti liberales. A ver si nos enteramos ya.
Para mi dicen mucho los resultados electorales de la sociedad en la que vivimos, no hay apenas cultura política en este país, parece como si se votara de oído. Encima muchos españoles piensan, y les ha convencido este régimen durante aproximadamente cuatro décadas, que más allá de este actual sistema liberal partitocrático del 78 no hay luz, sólo oscuridad, y se equivocan completamente.
Por ello, siempre lo digo, lo siento pero cada día confío menos en el sufragio universal. No se puede permitir que un grupo de personas voten a formaciones que quieren destruir una nación milenaria. Y me da igual que estén en su derecho de opinar, en esos casos en concreto cuando la suerte y la unidad de una nación están en peligro los derechos de opinión deberían ser nulos. Como, por supuesto, no se debería permitir ningún movimiento que ataque a la unidad nacional, inmediatamente deberían ser abolidos.
Lo increíble de España es el ser una nación que constantemente pretende destruirse a sí misma y nunca lo ha conseguido. Pero tanto va el cántaro a la fuente que al final un día se acabará rompiendo como sigamos así. Ojalá me equivoque.
Resumiendo. Por el momento que fácil se lo estamos poniendo a los Soros y compañía. En fin, está claro que España necesita una regeneración urgente, lo he dicho ya unas cuantas veces. Una regeneración de esta sociedad desnortada para poder regenerar a su vez las instituciones de este país y, a ser posible, hacer poderosa de nuevo a la nación.