Extra Ecclesia nulla salus»: “Fuera de la Iglesia no hay salvación”)
Bula Unam Sanctam del Papa Bonifacio VIII, en 1302
El mundo cristiano, pero incluso todo el mundo católico, ha olvidado las palabras del Papa Bonifacio. Shamsuddin Saka, un pastor evangélico, comenzó, allá por la década de 1980, en Lagos (Nigeria) a colocar en sus servicios el Corán junto a la Biblia en los bancos de la iglesia para uso de los feligreses. Luego se hacía una lectura de ambos libros, reconociendo a ambos, en pie de igualdad, como Libros Santos. Desde ese momento es normal que en los servicios de la iglesia de Saka, se empiece con un rezo de El Corán. Este sincretismo ha ganado fuerza y espacio en los Estados Unidos tras los ataques terroristas del 11 de septiembre. Es un movimiento nuevo allí. Varias denominaciones protestantes han adoptado este cambio en nombre del «amor al prójimo» y para promover una reconciliación ecuménica, o unificada.
Esta fusión religiosa, a veces referida como «Cris-lam», (de la unión de ambos: cristianismo e islam), está ganando terreno en un Occidente que se ha vuelto bíblicamente analfabeto.
El concepto esencial del Crislam es que el cristianismo y el Islam son compatibles, que uno puede ser un cristiano y un musulmán al mismo tiempo, lo que es considerado por algunos como la solución para el conflicto entre el mundo occidental, que es predominantemente cristiano, y el medio oriente, que es predominantemente musulmán. No es una religión real propia, sino un intento de desdibujar las diferencias y distinciones entre el cristianismo y el Islam para llegar a esa unión que algunos desean, pero es obligatorio conocer que el Islam rechaza categóricamente la deidad de Jesucristo y niega su muerte en la cruz con lo que rechaza la doctrina más crucial de la fe cristiana. Alá es un dios falso creado por el hombre y no se compara en nada con el Dios de la Biblia, quien envió a Su Hijo Unigénito Jesús, para que pagara la pena máxima por los pecados del mundo. Dice la Biblia: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Jn. 3:16). Mientras que El Corán declara que Alá no tiene hijo y condena a cualquiera que tenga esa creencia: «Y para advertir a los que dicen que Alá ha adoptado un hijo!.[1] Como resultado, puede entenderse que las dos religiones no son compatibles en absoluto.
Las enseñanzas fundamentales del islam y del cristianismo no tienen nada en común. Sin duda, cualquier persona puede ver el islamismo y el cristianismo de la manera que quiera, pero nadie puede reconciliar ambas creencias si toma como base la Biblia y El Corán. Aún así, este obstáculo no está impidiendo que multitudes pasen por encima de la razón y el sentido común. Es más, tal irracionalidad está siendo explotada por aquellos que en su agenda tienen “Compartir la fe”, con contribuciones monetarias a este movimiento hechas a través de numerosas agencias antibíblicas[2]. Son aquellos que han propiciado la creación en Berlín de la primera (que sepamos) construcción de “un templo donde todos puedan orar” ya que será, una sinagoga, una iglesia y una mezquita, todo junto, la cual, para no molestar, llevará el nombre de “La casa del Uno”, considerando ese Uno a aquél que cada grupo quiera, solución de lo más masónica, aunque de momento no se atrevan a llamar a ese Uno, Gran Arquitecto del Universo[3].
Las consecuencias de este sincretismo son varias, entremezcladas y todas terribles en su importancia. La libertad de conciencia, se ve sometida a la férrea imposición del llamado multiculturalismo, el aumento de la laicidad y el menoscabo de la figura de Jesucristo por la del G.A.D.U.
*La imposición del multiculturalismo: El personaje más importante en la defensa de dicho multiculturalismo es el propio Papa Francisco. El 24 de marzo de 2017 reunió en el Vaticano a los líderes de la Unión Europea y les recordó que la historia europea está marcada por «el encuentro con otros pueblos y culturas», e instó además a Europa a considerar que la solidaridad es «el antídoto más eficaz contra los modernos populismos», que su identidad «es y siempre ha sido una identidad dinámica y multicultural» y apeló a las enseñanzas de aquellos «padres fundadores»; «Por eso las peculiaridades no deben asustar, ni se puede pensar que la unidad se preserva con la uniformidad», estimó el pontífice y aludió también a la «grave crisis migratoria» que afronta la Unión Europea y dijo que no es solo «un problema numérico, económico o de seguridad», sino que apela a Europa a plantearse qué cultura está en condiciones de proponer. Es decir, siguiendo el Plan Kalergi los europeos deben olvidarse de sus valores y tradiciones y ajustarse a los que llegan para que estos no se molesten, aun cuando estos mismos no sean capaces de adaptarse a su lugar de acogida.
Tan terrible o más es la apelación a las enseñanzas de los padres fundadores por cuanto todos fueron masones declarados y por lo mismo, enemigos despiadados de la Iglesia Católica, como afirmaron muchos Papas desde Clemente XII en su decreto papal In Eminenti Apostolatus Specula en 1738 quien, entre otras cosas, dijo que los Francmasones han de ser excomulgados por sus conspiraciones contra la iglesia y el estado. Son conocidos los documentos que, sobre este tema, publicaron posteriormente Pío IX y León XIII, aunque quizá fue San Pío X (José Sarto, 1835-1914), el abanderado de la lucha contra el Modernismo. Este afirmó que la moderna herejía como una peste, se encontraba incubada “en las venas mismas de la Iglesia”, siguiendo las directrices del propio manifiesto masónico que declara: “Nuestro fin último es el de Voltaire y de la Revolución Francesa, la destrucción para siempre del catolicismo e incluso de la idea cristiana, que, si se deja de pie sobre las ruinas de Roma, sería la reanimación del cristianismo más adelante”.
*El aumento de la laicidad: Por los motivos anteriores se han desarrollado con tanta amplitud las acciones, cada vez con mayor virulencia, de los grupos laicistas, cuyo objetivo final es *acabar con Cristo para lo cual sirve cualquier medio, de manera que, tal parece que el denigrar la fe bíblica para así preparar el camino para la religión del Anticristo está creciendo a una tasa exponencial en todos los países. Unos ejemplos:
En Gran Bretaña, la Iglesia de Todos los Santos de Kingston upon Thames solemnizó recientemente la «Celebración del Milad, el Adviento y la Navidad» que tenía por objetivo «conmemorar el nacimiento del profeta Mahoma (el 3 de diciembre)y aguardar el nacimiento de Jesús” tratando de encontrar una oportunidad sincrética interreligiosa en la celebración de un cumpleaños conjunto tanto para Mahoma como para Jesús, así que ponen las banderas para ambos, regocijándose en ambos, elogiando a ambos, solemnizando a ambos y glorificando a ambos, honrando a ambos. Ante la falta de discernimiento de los miembros de aquella iglesia, el destacado blog cristiano «Archbishop Cranmer» se lo reprochó haciéndole notar que el evento está «conmemorando el nacimiento del profeta Mahoma», pero no aguarda el nacimiento de nuestro señor Jesucristo, el hijo de Dios al que no se le concedía ni la condición de predicador, ni la de rey, ni la de mesías por si haberle añadido cualquier pretensión de divinidad habría hecho sentirse marginados a los musulmanes ya que estos no aceptan la crucifixión, niegan la resurrección de Cristo y refutan que el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, porque Mahoma negó todos estos dogmas fundacionales de la fe cristiana.
Durante una misa en la Iglesia Episcopal escocesa de Glasgow que celebraba la Epifanía, una festividad que conmemora la reencarnación de Dios en la persona de Jesucristo siguiendo a la Biblia, mientras que El Corán declara que Alá no tiene hijo y condena a cualquiera que tenga esa creencia: “Jesús no es más que un profeta, y ciertamente uno inferior a Mahoma”. Ante una barbaridad semejante, uno de los capellanes de la Reina, Gavin Ashenden[4], se refirió a esa lectura del Corán como «blasfemia». Prosiguió diciendo que «hay otras maneras considerablemente mejores de construir ‘puentes de entendimiento’ con los musulmanes». En realidad, no parece que para aquellos que manejan el tema, sea el entendimiento su principal objetivo, sino la anulación del cristianismo y nos resulta absolutamente clarificador en este sentido el hecho de que por esa defensa de sus principios cristianos un personaje tan cualificado moral y curricularmente como Ashenden se viera, de alguna manera, obligado a renunciar a su puesto de capellán porque de continuar significaba que no podía «hablar sobre asuntos que él consideraba, por los que estimaba su deber hablar sobre temas relativos a la integridad de la fe cristiana”.
Estamos de acuerdo en lo de la responsabilidad de los gobiernos, por eso hay que hacer hincapié en que no es problema de un gobierno, ni de una nación, es un tema que afecta a la totalidad del mundo que quieren globalizar. Lo corrobora la actuación que con motivo de las fiestas navideñas han celebrado en distintos países. Por ejemplo, en una escuela de primaria en Graested (Dinamarca) cancelaron una misa tradicional para conmemorar el comienzo de la Navidad con el fin de no ofender a los alumnos musulmanes. Los padres se atrevieron a acusar al centro de doble moral porque recientemente se había celebrado, sin ningún problema, la “semana de Siria” para dar a conocer la cultura de Oriente Medio. Sin embargo, la junta directiva de la escuela (desconocemos si motu proprio o inducidos) respaldó la decisión de crear nuevas tradiciones, aún en contra de las opiniones de importantes miembros del gobierno.
Y en esto de las “nuevas tradiciones”, se dejan de cantar villancicos porque lo consideran molestos para el islam. Esto sucedió en un colegio de Luneburgo (Alemania) cuyo director, Friedrich Suhr, ante la avalancha de protestas de los padres, aclaró que no se prohibirían las canciones navideñas no cristianas. Deduzcan con facilidad qué canciones no se podían cantar por imposición de UN alumno musulmán. Alexander Gauland, líder del AfD, muy valientemente, por aquello de que no es lo “políticamente correcto”, dijo que la decisión del colegio era “una sumisión intolerable e involuntaria al islam”, y recalcó que era “cobardemente injusta” hacia los niños no musulmanes. Las actividades y canciones con contenido religioso, por ejemplo, las que se refieren a Jesús como el Hijo de Dios, no se admiten porque aseguran que afectan a la libertad religiosa de los niños no cristianos (¿dónde queda la libertad de los niños cristianos?−esa no importa). Las canciones prohibidas son: Alle Jahre wieder (Cada año nuevo), Der Heiland ist geboren (Cristo ha nacido), Es ist ein Ros entsprungen (Lo, How a Rose E’er Blooming), Ihr Kinderlein kommet (Venid niños pequeños), y la tradicional y muy conocida Stille Nacht, Heilige Nacht (Noche de Luz, Noche de Paz)[5]. Solo admiten las canciones sin Jesús. Es decir, hay que festejar un nacimiento sin el Nacido, ¿Cabe mayor incongruencia?
Muchos mercados navideños tradicionales se han visto obligados hasta cambiar su nombre —Desfile de invierno de Amsterdam, Placeres de Invierno de Bruselas, Mercado de Invierno de Kreuzberg, Villa de Invierno de Londres… En Munich se anunciaba un “mercado de invierno” en vez de “mercado de navidad” para no molestar y en su anuncio aparecía un muñeco de nieve cubierto con un burka, ante lo cual, Bystron, de AfD, señaló la ironía de que un muñeco con burka se considere símbolo de la tolerancia. Más que ironía, es una absurda incoherencia lo que mueve a los progresistas.
Y, sobre todo, como denunció Samuele Piscina, político municipal de Milán, ante la prohibición de un colegio de la ciudad, esto es “la aplicación de una política izquierdista políticamente correcta que priva a los niños italianos del gozo de la Navidad”. Y esta actuación se sucede por todas partes; son abundantes las acciones de retroceso de las tradiciones cristianas por si se sienten ofendidos los musulmanes. En Bolzano (Italia), hasta se mandó retirar del Ayuntamiento un árbol de Navidad de cartón, por lo cual, un político local acusó al ayuntamiento de “barbarizar el clima cultural”.
Otro tanto sucede con los pesebres, belenes o nacimientos. Tres días después de los atentados del 13 de noviembre del 2015, le preguntaron al presidente de la asociación de municipios de Francia, François Baroin, cuál era la solución para terminar con el terrorismo. Respondió ingeniosamente que era urgente neutralizar el espacio ciudadano: “suprimiendo los pesebres de Navidad de toda la esfera pública”[6] Pero quizá donde han ido más allá ha sido en la iglesia de Bellinzona (Tesino, Italia) donde la tradicional cuna del nacimiento con el Niño Jesús, está rodeada de minaretes, lo que resulta curioso por cuanto el 57% de los suizos y 68% de los del Tesino habían votado recientemente en contra de los minaretes de las mezquitas. Es igual; las directrices del Plan Kalergi llevan a la imposición del Crislam, a pesar de lo que opinen los suizos y los suizo-italianos de la zona, el Tesino. Ni votando se les escucha. Predomina el interés del elitista grupo que pretende dominar el mundo.
No necesitan hacer mucho para imponer sus ideas por cuanto los propios miembros de la iglesia tratando de defender el diálogo entre religiones, llegan al ridículo absurdo de vestir a la Virgen María con un burka musulmán para el belén de su iglesia, como ocurrió en el sur de Italia. En Potenza, Cremona, Rebbio y Rozano decidieron prohibir las tradicionales celebraciones «para no ofender» sin percatarse que estas iniciativas interreligiosas se basan en la eliminación gradual de la herencia occidental-cristiana a favor del islam[7].
España no iba a ser menos. Los estrambóticos belenes de Ada Colau en Barcelona, también para no ofender, y el interés del Madrid actual por destruir las tradiciones religiosas, es de todos conocido. Quizá se conozca menos su afán de derribar cruces, lo que es muy propio del laicismo. Aseguran que las retiran por ser cruces de Franco, pero las cruces representan el sacrificio de Cristo y su muerte en la Cruz por redimir los pecados de la humanidad, independientemente de quien ordene erigirlas. Se han derribado, en contra de la opinión de los vecinos,(aunque los talibanes españoles dicen escuchar al pueblo), las de Callosa de Segura, la de Vall d’Uxó, la de Larrabezúa, Ondárroa… Europa Laica no ceja. En España, desde el Medievo hay en las cumbres de los montes cruces, que, a veces señalaba el término de un municipio y que, desde luego, no pueden ser relacionadas ni con Franco ni con los mártires que durante la guerra causaron los radicales de izquierda, no obstante, Europa Laica tiene una lista por provincias señalando donde se encuentran y animan a derribarlas.
Cristianofobia: numerosos ataques a belenes en diferentes puntos de España
Encuentran apoyo en Pedro Sánchez quien, pareciéndole insuficiente la malhadada Ley de Memoria Histórica de Zapatero, pretende modificarla yendo un paso más allá en la imposición de sus ideas y en los abusos recogidos en aquella norma. Los demás grupos políticos aún no se han pronunciado, pero es previsible que cuente con el apoyo de los partidos de la ultraizquierda y los separatistas, como ya ocurrió en 2007. Los socialistas no han ocultado sus pretensiones cristianófobas con esta reforma. El Art. 28 del anteproyecto dice lo siguiente: “La Iglesia Católica será requerida para la retirada de simbología de exaltación de la Guerra Civil Española en templos y cementerios, cruces de los caídos, o cualquier otro lugar de propiedad eclesiástica”.
Pedro Sánchez incrementó la lucha contra todo lo referente a la Iglesia y cuanto le rodea, nada más llegar al poder y quizá no fue ajeno a las instrucciones recibidas de Georges Soros en la visita que éste realizó a la Moncloa apenas dos semanas después de que aquél fuera investido. La reunión fue secreta y no se encontraba en la agenda pública del presidente, pero, tratándose del gurú de la especulación financiera, al multimillonario húngaro era obligado atenderle para recibir instrucciones. Naturalmente si la Unión Europea es un mecanismo para que el multimillonario promueva, entre otras, sus políticas neoliberales, Sánchez no es más que una minúscula tuerca en esa fachada que llaman democracia que les sirve para ocultar las actividades de la estructura de poder real con el señor feudal (Soros) sosteniendo las riendas.
Los políticos sobornados por Soros bailan al son de su melodía e introducen por su mandato todas las ideas destructivas que han ido transformando la sociedad: aborto, leyes LGTBI, eutanasia, laicismo, imposición del Crislam, etc., en todo el mundo. Se trata de irlo acomodando hasta conseguir uno nuevo según sus normas.
Es interesante a este respecto, hacer referencia al libro Mientras Europa duerme de Bruce Bawer[8] quien describe con agudeza extraordinaria, cómo Europa, ese paraíso tolerante y abierto que él (estadounidense) había soñado y en el que por fin vivía, se ha ido convirtiendo ante sus ojos en un mundo nuevo. Y sumamente desagradable. Las palabras «tolerancia», «paz» y «multiculturalismo» son claves de esta deriva, al tiempo que se está abdicando de la defensa de sus antiguos ideales. Ante la intolerancia, la falta de respeto por los Derechos Humanos, la brutalidad y la censura que el islamismo está consiguiendo infiltrar en sus países, los europeos han decidido inhibirse, no defender la libertad (la suya propia), recluirse en un mundo de apariencia ideal donde está mal visto, cuando no prohibido, disentir de la actitud de rendición.
A Bawer, más preocupado por el destino de Europa que muchos europeos, le revuelve el estómago
la perspectiva de que el Viejo Continente se convierta en un parque temático de tamaño natural con un cambio demográfico y cultural gigantesco, con el islam como religión y cultura dominante. Su libro es un llamamiento a la acción, a despertarse ante la voluntaria servidumbre que muchos europeos están aceptando como si fuera irremediable o, aún más increíble, como si fuera un progreso, un avance[9].
Estamos en vísperas de un shock de identidad entre dos pueblos, de un proceso que viene desde hace más de 40 años, en el que uno de ellos se instala con orgullo y el otro desaparece sin capacidad de reacción, pues como denuncia de Villers[10] en su libro “Las campanas, seguirán sonando mañana?”: “nuestras élites están bajo hipnosis, encandiladas, asistiendo a una invasión, sin resistencia”, peor aún, cultivando suicidamente “el exotismo de la propia desaparición” y teme que terminen “firmando un nuevo edicto de Nantes[11] al final del cual habrá una gran concesión del territorio nacional en el que zonas de Francia serán sometidas a la sharia «.
Como Francia, pasito a pasito, toda Europa.
[1] radioiglesia.com/profecias-biblicas/item/2134-¿crislam%3F-¿cristianismo-islámico%3F
[2] La cadena de televisión Trinity Broadcasting Network y su filial en Latinoamérica Enlace. Una de estas agencias que es particularmente agresiva y llena de veneno en su ataque al cristianismo bíblico se conoce como «Palestianismo Cristiano». Este fue el nombre que puso de moda Paul Wilkinson en su libro titulado Por la causa de Sion, el cual presenta las razones bíblicas por las que los cristianos deben apoyar la restauración del moderno estado de Israel, un esfuerzo o una causa conocida como «Sionismo Cristiano». radioiglesia.com/profecias-biblicas/item/2134-¿crislam%3F-
[3] www.nosotros.cl/detalle_noticia.php?cont=824
[4] Fue miembro del Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra desde 1995 hasta 2012 y en 1998 fue delegado de la Iglesia de Inglaterra en el 8º Consejo del Consejo Mundial de Iglesias celebrado en Harare, Zimbabwe. Ha dado conferencias en los Estados Unidos, más recientemente como teólogo visitante de la Iglesia Luterana en Oregón.
[5] http://islamineurope.blogspot.com/2009/12/switzerland-minarets-in-manger-schools.html
[6]Philippe de Villiers: “Les cloches sonneront-elles encore demain?p.20
[7]https://es.gatestoneinstitute.org/9783/clero-cristiano-islam
[8] Bruce Bawer, (Nueva York, 31 de octubre de 1956) es un ensayista, escritor y periodista estadounidense, que vive en Europa desde 1998. Colabora habitualmente en publicaciones importantes. Huyendo del creciente fundamentalismo cristiano estadounidense, se encontró para su sorpresa con otro fundamentalismo en su opinión mucho peor: el fundamentalismo islámico que se extendía a sus ojos por Europa. Ha viajado por distintas capitales europeas, que le dieron pie a su obra sobre la crisis democrática europea, que ha denominado «momento Weimar«, haciendo una analogía de las actuales políticas europeas frente al islamismo con las políticas de apaciguamiento de los años 1930 frente al ascenso del nacionalismo en Europa.
[9] José María Marco, “Toque a rebato” en Libertad Digital-Suplementos
[10] Philippe Le Jolis de Villiers de Saintignon( Boulogne (25 de marzo de 1949) Tiene el título de vizconde. Es un político francés de derecha euroescéptica. Se desempeñó como Secretario de Estado para la Cultura de 1986 a 1987 en el gobierno de Chirac. Es por entonces, diputado, presidente del consejo general de la Vendée y diputado europeo. Fundador y presidente del Movimiento por Francia para las elecciones presidenciales de Francia de 2007. Es escritor de éxito
[11] El edicto de Nantes, firmado en abril de 1598 en Nantes (Francia) por el rey Enrique IV de Francia, fue un decreto que autorizaba la libertad de conciencia y una libertad de culto limitada a los protestantes calvinistas.La promulgación de este edicto puso fin a las Guerras de Religión que convulsionaron a Francia durante el siglo XVI y cuyo punto culminante fue la Matanza de San Bartolomé de 1572. Enrique IV, también protestante, se había convertido al catolicismo (París bien vale una misa) para poder acceder al trono. Además de la amnistía se les concedió 150 «lugares de refugio», entre ellos 51 plazas fuertes (llamadas «plazas de seguridad») guardadas por regimientos protestantes. Es decir, un trozo de Francia
Al firmar el edicto, Enrique IV estaba interesado principalmente por la unidad civil. A fin de asegurarla, el edicto separó la unidad civil de la religiosa. “Este hecho inició un proceso de secularización y el reconocimiento de que nación y confesión ya no eran sinónimos. El poder del Estado se vio grandemente reforzado. La política dominaría sobre la religión. Por tal razón, algún historiador llama al edicto “el triunfo del poder político sobre el papel de la Iglesia”.