Queda lejos el día en que el diario L’Express dio a conocer la pertenencia de Valls a la Masonería desde 1989, sin embargo, para algunos españolitos sigue siendo desconocido el terrorífico pasado de Valls que ya en 1989 estuvo integrado en el Gran Oriente de Francia y que habría pertenecido igualmente a las logias «Ni maestros ni dioses», y más tarde se pasó al «Infinito Masónico». Su carrera política no habría sido posible sin el apoyo de sus compañeros de logia, por ello es fácil pensar que su presencia en España no es posible sin el impulso de la masonería francesa.
Es precisamente el dictado de la masonería el motivo por el que Ciudadanos está poniendo trabas a todo gobierno local o autonómico que necesite el apoyo de VOX. Solo las presiones masónicas pueden explicar el cambio de criterio de la veleta naranja, que de jurar y perjurar que no negociaría con el PSOE, ha pasado a sentarse cómodamente en mesas de negociación socialistas, y ningunear a la formación de Abascal.
Este sábado, con la formación de los gobiernos municipales, podremos comprobar la fuerza de la masonería francesa en la política española.