Como en la mayor parte de este tipo de delitos, la sustractora es la madre, que haciendo caso omiso de las resoluciones judiciales no solo impidió inicialmente el contacto entre el padre y la hija dificultando el régimen de visitas, sino que posteriormente decidió llevarse a la menor de España.
No obstante el caso de Carlos Salgado es interesante precisamente por ser un caso típico. Efectivamente, Salgado interpuso once denuncias y tres demandas entre enero y septembre de 2016, pero al ser varón nadie le hizo caso, a pesar que ya anunciaba las intenciones de su mujer de raptar a la menor.
En este tipo de casos la condición masculina de la víctima determina que no se haga justicia, pues el incumplimiento del régimen de visitas por parte de la madre no determinó la retirada de la custodia de la menor, y las advertencias del posible secuestro no fueron oídas.
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