Colombia se ha unido al grupo de países que no penaliza el contagio doloso del VIH. Es lógico que tanto las asociaciones LGTBi como las Naciones Unidas se feliciten por la decisión del Tribunal Constitucional de Colombia de eliminar la sección del código penal que criminaliza la transmisión del VIH.
En un comunicado, ONUSIDA recalcó que la criminalización demasiado amplia de la transmisión del virus es ineficaz, discriminatoria y no apoya los esfuerzos para prevenir nuevas infecciones. La agencia había presentado una alegación ante el Tribunal Constitucional demostrando esa afirmación.
“Los objetivos de salud pública no pueden perseguirse negando a las personas sus derechos individuales. La decisión del Tribunal Constitucional de Colombia es un paso concreto para garantizar que la ley funcione para la respuesta al VIH, y no en contra de ella. ONUSIDA continuará abogando por un entorno legal protector y la eliminación de leyes, políticas, prácticas, estigmas y discriminación punitivos que bloqueen las respuestas efectivas al VIH«, expresó Gunilla Carlsson, directora ejecutiva de la agencia.
Lo que no dijo ONUSIDA en su comunicado es que moralmente es una conducta gravísima, que debería ser sancionada penalmente, el que siendo conocedor de ser portador del VIH decida asumir conductas de riesgo sin avisar al más que probable contagiado. El principio de igualdad y no discriminación, no puede prevalecer sobre el deber de informar y el derecho a no ser contagiado.
El Tribunal Constitucional de Colombia se sometió a las presiones del Nuevo Orden Mundia, y en aplicación de la agenda LGTBi estableció que la ley violaba los principios de igualdad y no discriminación, ya que discriminaba a las personas que viven con este virus, las estigmatizaba y limitaba sus derechos. La Corte además dijo que la ley creaba un tratamiento diferencial que no es razonable y, por lo tanto, constituía una discriminación.También determinó que dicha ley violaba los derechos sexuales de las personas que viven con el VIH y que no era efectivo para cumplir con los objetivos de salud pública.
Por lo visto para el Nuevo Orden Mundial el poner trabas a los contagios y a las muertes no entra dentro de su agenda.