Casi cien mil refranes registrados en la lengua castellana son un extraordinario material que representa uno de los grandes valores aportados por el pueblo a través de los siglos que los españoles siempre tenemos en cuenta en nuestra vida cotidiana. Nuestra literatura clásica, desde el siglo XIV viene acompañada de ellos. Los refranes son frases populares que expresan consejos, pensamientos, opiniones e ideas. Uno de los más conocidos es el que dice: “Los niños y los locos dicen las verdades”, en el sentido de que son personas incapaces de reflexionar o de disimular, que declaran lo que sienten y ven; por eso a los locos se les encierra y a los niños se les educa, dice Michel Foucault.
“Los niños, ni ocultan mentiras, ni callan verdades”, dice una variante del refrán. Nos lleva a reflexión la inteligente contestación de un niño de 10 años a la pregunta que en un examen se le formuló: Principios en que se basa la democracia. El crío que seguramente había oído comentarios que sobre el tema trataban los medios de comunicación y sus propios familiares, llegó a la conclusión más veraz y lógica que ningún adulto se habría atrevido a expresar: ¡Solo Dios lo sabe!. Desconozco la calificación obtenida, pero viendo los manejos de los políticos, tenemos que darle la razón y concederle un “sobresaliente cum laude” con mayor mérito que el famoso “cum fraude” del que alguno presume. Como Mafalda del genial Quino (q.e.p.d.), muestra este alumno su escepticismo ante la afirmación de nuestros políticos insistiendo en que este régimen que tenemos es una democracia. Ambos personajes saben que la palabra democracia proviene de las palabras griegas “kratos” que significa poder,( que sí que tienen claro), y “demos”, es decir, las personas lo que ya les hace, a una, reir a carcajadas y a otro, ponerse en manos de Dios, puesto que los hombres no parecen merecerle confianza para asumir que la democracia pueda ser definida como “el poder del pueblo”: una forma de gobernar que depende de la voluntad del pueblo.
Los pactos, tan esenciales en política y en democracia, nos han salido en España pactos del caos que han defraudado a mayores y pequeños con sentido común. Los valores de libertad y respeto por los derechos humanos y el principio de celebrar elecciones periódicas y genuinas mediante el sufragio universal son elementos esenciales de la democracia. A su vez, la democracia proporciona el medio natural para la protección y la realización efectiva de los derechos humanos. Esos valores se han incorporado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y han sido elaborados aún más en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que consagra una multitud de derechos políticos y libertades civiles en que se basan las democracias significativas. El nexo entre democracia y derechos humanos figura en el artículo 21 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que establece:
«La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se debe expresar mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto».
Muy claramente expresado; con la misma claridad, obviado. Para que un partido político pueda gobernar en solitario en España tiene que tener la mayoría absoluta de los diputados del Congreso. De manera que si tal mayoría no se obtiene en las elecciones y se quiere gobernar, es necesario obtener acuerdos con otros partidos, primero para investir a un presidente del Gobierno y después para gobernar. Así, lo primero que debieran hacer los partidos políticos es explicar a sus electores que no es posible llevar a la práctica, en su totalidad, sus respectivos programas políticos, por lo que es necesario hacer concesiones a otros partidos; es el reconocimiento del pluralismo en la sociedad. Lo que no significa que el partido ganador de una mayoría absoluta en el Congreso, o en cualquier otra cámara, municipal o autonómica, no deba pactar con los demás partidos políticos del arco parlamentario.
Los pactos, cuando ningún partido tiene la mayoría absoluta en el Congreso deben, necesariamente, ser pactos originarios, expresados en un documento formal, suscrito previamente a la investidura del presidente del Gobierno y desde luego, respetados por los políticos que no parecen tener respeto ni por su palabra, lo que inflama a los que tienen a gala respetarla. Hay partidos que son como veletas, de manera que sus programas son volátiles: hoy digo esto, mañana lo contrario y pasado mañana ya veré. Partidos que tienen la intransigencia como lema, es decir, que no creen en el pluralismo político social. Partidos dispuestos a crear frentes populares para barrer al contrario. Partidos a los que, sobre todo, les interesan los cargos, y para los que los programas no son sino un mero instrumento para alcanzar el poder. Las modalidades de pacto, por tanto, son muchas, y exigen negociación, flexibilidad y cesiones de unos y otros negociadores. Y siempre deben referirse en primer lugar, a los programas de gobierno y, en segundo lugar, a la distribución de los cargos para llevar a cabo lo pactado, pues ambas cuestiones son necesarias por el orden señalado. Y este orden de cosas no debe tratarse simplemente de una simulación, es decir de una mera distribución de cargos entre los que se coaligan, como si el poder se tratara de la distribución del botín de una guerra, lo que sería deplorable.
Más deplorable aún es la injerencia del presidente francés Macron en la política española a través del presidente de Ciudadanos Albert Rivera al que ordena que no pacte con un partido, Vox, que está respaldado por más de dos millones de votos. Se nos ocurre que el francés podría entretenerse en solucionar los problemas de su nación, que trabajo tiene, como por ejemplo solucionar el tema de los chalecos amarillos. Ya había impuesto al mismo partido que el candidato a la alcaldía de Barcelona fuera Manuel Valls que, por cierto, ha tenido en su empeño, un éxito francamente descriptible.
Hay quien dice que la idea de que Rivera recibe órdenes de Macron y Valls, ambos masones, es una exageración de Vox.”Lo que no es exageración es el silencio sumiso del partido naranja ante La République. Ciudadanos debería prescindir de la bandera española en sus actos públicos, porque, repito, ningún partido español, ni el PCE con la URSS, soportó tal chulería. Encima, como el oficinista humillado que llega a casa y pega a su mujer, Rivera, tras agachar la cabeza ante Macroneón y su corte de burócratas, se pone chulo con Vox. O sea, que obedece a Francia maltratando a un partido español. Y si forma gobierno con Sánchez será porque lo dice Macroneón, que además refuerza el discurso falsario del PSOE al proclamar que el gran problema de España, es la «extrema derecha» de Abascal. Ni el golpismo, ni la ETA, ni los separatistas y comunistas: Vox y, supongo, los partidos de Colón”[1]. Además de Valls, le impone también a Luis Garicano de quien se dice que también es masón. Desde luego coincide en muchos aspectos con la secta. No tiene ideología ni doctrina ni ideales; le parece ridículo que las banderas españolas ondeen a media asta para honrar a Dios, y en cambio considera de lo más normal y pulcro la exhibición de banderas arco iris en las manifestaciones del orgullo gay en las que con tanto entusiasmo participa cada año.
De modo que el señor Macron viendo que Rivera no puede consolidarse como segunda fuerza, se lanza a darle celos utilizando a Sánchez quien parece estar encantado porque le viene bien para reforzar su posición frente a Alemania y pactar con los socialistas en Europa. Y ha aprendido a despreciar a Ciudadanos siguiendo la escuela de Manuel Valls. Lo pasmoso es que Garicano acepte capones de burócratas de cuarta y Rivera regañinas del Jefe de un Estado de segunda que se siente de primera al tratar a España con ese impenitente racismo pintoresquista que va de Carmen a Malraux[2]. Macron elogia a Sánchez, socio del partido de la ETA, los golpistas catalanes y los comunistas de Venezuela, pero prohíbe a Ciudadanos pactar con Vox. ¿Incongruencias o más cuñitas masónicas para destruir nuestra nación? Ninguno de ellos piensa en España sino en sus sillones y sinecuras y, desde luego, en obedecer a la secta.
Esa fuerza la ha ejercido también a la hora de formar ayuntamientos en toda España aun contrariando las votaciones del pueblo. En Brunete después de un principio de acuerdo para mantener en la alcaldía a Borja Gutierrez del PP, la inquina de la izquierda radical, que ya adelantó que quitará de la villa, todo lo que históricamente no les gusta (placas en recuerdo de la famosa batalla), consiguiera el apoyo del partido veleta dirigido por Macron, para sacar de la alcaldía al alcalde de las últimas legislaturas en Brunete. De modo que ya tiene alcalde socialista mantenido por PODEMOS y Cs, ese partido que dice que no se sienta con VOX porque son extrema derecha, se une en Brunete con los amigos de Otegui y los que odian a España y su Unidad. En fin…miedo da pensar, lo que puede quedar de Brunete pasados 4 años. Parece que 82 años después se reedita la «Batalla de Brunete» pero esta vez aún más peligrosa que aquella. En Burgos y Palencia han exigido que los alcaldes electos que llevaban dos legislaturas gobernando a satisfacción de los electores, debían abstenerse de tomar posesión y PP, sorprendentemente acepta apartarlos; y ambos, C,s y PSOE, arreglarían quien debería ocupar el sillón de alcalde, es decir, al candidato de Ciudadanos Mario Simón. «Es un chantaje: o se vota a Ciudadanos o gobierna el PSOE, y nosotros no lo aceptamos», explican las bases. En Palencia con solo tres ediles debe encabezar el ayuntamiento (¿de qué sirve haber votado?). En Badalona, los electores, públicamente ante cámaras de televisión se manifestaron diciendo que votaban a Albiol, a la persona, porque fue un buen alcalde, pero no a su partido, el PP. Lo de Albiol es digno de admirar, lo votan hasta indepes, Sin embargo, Guanyem-ERC (la coalición liderada por Sabater), PSC y Badalona en Comú suman 15 ediles juntos, suficientes para arrinconar a Albiol y dictar quién es el alcalde si consensuan un nombre. ¿De qué sirvieron los votos de los badaloneses que le dieron mayoría aunque no absoluta, con 11 concejales? Allí se escenifica probablemente la disputa más particular por una alcaldía en Cataluña, con permiso de Barcelona. En otros lugares, para zanjar la discusión acordaron repartir el tiempo de permanencia en la alcaldía, sorprendente y risiblememente dos años cada uno. En el antiguo e histórico reino de Navarra, la lucha por el poder entre PSN, con su presidenta María Chivite,− mano derecha de Sánchez− y Geroa-Bai parece que han sido duras. PSN se negaba a aceptar la entrada de Bildu en el Parlamento navarro, pero se dice que la formación de Uxue Barcos forzó la negociación y en una segunda vuelta se aceptó que el partido dirigido por el etarra Arnaldo Otegui, E.H.Bildu (‘Reunir Euskal Herria’, en euskera, que en su título lleva implícita su ambición de “reunir” o anexionar Navarra), participara. Lo hizo con tanto éxito que obtuvo también la presidencia del Parlamento. María Chivite que tan duramente había negociado hasta entonces negándose a la entrada de Bildu en el Parlamento, debió de recibir orden de Madrid (seguramente una vez obtenida a cambio promesa de apoyo en su investidura) y cedió antes que aceptar la mano del constitucionalismo de Navarra Suma que comprendía Unión del Pueblo Navarro, Ciudadanos y Partido Popular de Navarra, de manera que el partido de Sánchez ha preferido entregar Navarra a los etarras antes que unirse a los que defienden a España.
Esta actitud sobrepasa la que tuvo el famoso rey felón por su falta de ética, de valores y de respeto a la Nación y al propio pueblo español, porque este individuo es capaz de entregar una parte del territorio a los etarras a cambio de unos pocos votos que le permitan seguir disfrutando de las prebendas del cargo que le pagamos el pueblo español que sufrimos sus actos ególatras. Y todo ello sin contar con aquellos a los que con tanto ímpetu les piden el voto antes de celebrar las elecciones haciéndoles creer que su voto es importante para el desarrollo democrático de la nación. Para no volver a acercarse a una urna en la vida.
Otro aspecto interesante nos impulsa a estar de acuerdo con ese inteligente infante que, ante este barullo político que da de lado los principios de la democracia, recurre a Dios. La causa del barullo quizá sea la misma fuerza oscura decidida a terminar de destrozar el Archivo de Salamanca para ayudar a Sánchez en su investidura. La jugada es la siguiente: Cataluña está ansiosa por obtener lo que se conoce como “los papeles de Salamanca” que es aquella documentación en la que figura implicada, directa e indirectamente, en los hechos de la guerra civil. Es mucha y desgajarla del contexto significa destrozar un magnífico archivo. El objetivo es que las nuevas generaciones no conozcan las famosas checas del Frente Popular y, de ellas, las terribles celdas psicotécnicas, uno de los modelos de checa más cruel, creadas por Alfonso Laurencic y que, desde luego, no les interesa airear; los miles de asesinatos aceptados y firmados por Companys, o la barbarie de las milicias populares anarquistas de Durruti arrasando poblaciones en su camino a Zaragoza (que no lograron tomar). Necesitan destruir esta documentación porque no cuadra con la malhadada ley zapaterina de la Memoria Histórica, antes de reescribir como en “1984”una nueva historia que se acomode más a la belleza, bondad y superioridad del pueblo catalán (omitimos honradez porque después del 3% y demás, no parece adecuado), porque como decía Orwell, “quien controla el pasado, controla el futuro”. Una valiente asociación salmantina intenta desde hace años oponerse al destrozo basándose en que se trataba de documentos de personas jurídicas suprimidas o desaparecidas (como Socorro Rojo Internacional, la Unión Patriótica o Solidaridad Antifascista) en las que no existe posibilidad de que los propietarios originarios o sus sucesores los recuperen. Lo ha llevado al Supremo con intención de que éste defienda la historia de España. Sin embargo, ha confirmado la devolución de los documentos pendientes, aunque, en sentencia salomónica, el Alto Tribunal recalca que la Generalidad de Cataluña no adquiere con ello la titularidad de esos bienes y que seguirán perteneciendo al Archivo General de la Guerra Civil. Naturalmente, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, se ha apresurado a aceptar porque dice que es un mandato legal que no puede dejar de cumplir. Los bien pensantes lo dan por bueno como un acto democrático más; los demás nos acordamos de las presiones sufridas por Edmundo Bal, el abogado del Estado que fue relevado por el Gobierno justo antes de que comenzara el juicio del procés por defender la acusación de rebelión. A Sánchez en su carrera por el sillón presidencial, no le interesaba esa explícita acusación, el rompimiento de España era lo de menos. De modo que ahora nos preguntamos, dada la necesidad que tiene de contar con los votos de los independentistas, si no habrá habido presiones para contentarles con esta sentencia sobre el archivo salmantino.
Dos casos más de concesión a los acusados de rebeldía, (entre otros cargos): las obras de Sijena y el proteccionismo del que siempre se ha beneficiado Cataluña. Como los papeles de Salamanca, vienen reclamando de antiguo las obras de arte de Sijena. Debemos recordar que quienes trataron de convencer al mundo entero que “España nos roba”, llevan décadas negándose a devolver las obras de arte que son los murales de la sala capitular de Sijena, esos que son únicos en España y que cuando Durruti se enteró del destrozo causado en el monasterio, parece que montó en cólera contra sus milicianos. El MNAC señala que las pinturas murales de la sala capitular son «un ejemplo único y primordial del arte medieval hispánico» se trata del mayor exponente en España del llamado ‘arte del 1200’, un periodo de innovaciones artísticas que ejerció de puente entre el románico y el gótico. O, en palabras del museo, «las pinturas murales de la sala capitular de Sigena son una obra maestra y a su vez, un ejemplo único y primordial del arte medieval hispánico». Además, del expolio de 97 piezas, repartidas entre el MNAC y Lérida, hace año y medio solo regresaron a Villanueva de Sijena, 51 de las 53 que se comprometieron, porque aseguraron que no tenían idea de dónde podían estar esas obras de arte. Las otras 44 piezas que faltan por regresar a Sijena hace años que fueron depositadas por la Generalitat en el Museo Diocesano de Lérida, cuyo obispo no está dispuesto ni a obedecer al Papa que hace años ordenó su devolución. En dicho museo permanecen retenidas otras 113 obras de arte sacro aragonés conocidas como «bienes de la Franja» objeto de otro litigio diferente que, pese a estar sentenciado en firme a favor de Aragón, tampoco ha visto cumplida la sentencia. ¿Espanya ens roba?.
Cataluña alegan que tienen este tesoro desde hace 80 años y que santa Rita, rita… Aragón empezó a preocuparse más seriamente por lo que era su patrimonio cuando se vió claramente tambalear la unidad de España. Nadie se había preocupado porque el museo se denominara Nacional de Arte de Cataluña[3], porque lo consideraban en territorio español, como tampoco que el mencionado archivo de Salamanca se denomine General de la Guerra Civil, pero ya vemos como por las fuerzas disgregadoras obligan a los demás a pensar en que no es justo que se apropien de arte que no es suyo y que además es, según ellos, de “otro estado” al que desprecian. El traslado de las pinturas murales del Monasterio de Sijena por parte de Gudiol, según la historiadora Marisancho Manjón «fue una operación de salvamento que luego se convirtió en expolio al no devolver estos frescos a Aragón». Tras una investigación documental de cuatro años, Manjón concluye que la permanencia de los murales en el MNAC es un abuso, ya que nunca gozó de la aprobación de las monjas sanjuanistas de Sijena. Además, Manjón plantea que Cataluña se hizo, en 1960 y de manera fraudulenta, con otros conjuntos murales del monasterio, en especial un friso de pinturas profanas, datadas en el siglo XII y que fueron presentadas en 1961 como catalanas, procedentes de «un castillo arruinado cercano a Lérida». Actualmente se exponen en el MNAC en el área de gótico, indica la historiadora.
En cuanto al proteccionismo. Joan Canadell y Bruguera, recién nombrado presidente de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona, ha lanzado un mensaje insistiendo en que el objetivo de la nueva junta de la Cambra de Comerç es potenciar y hacer crecer la economía, y «para llegar al máximo potencial nos hace falta un Estado propio y no dejaremos de luchar por eso» y añadió «eso que hoy somos, lo somos con un Estado que hace décadas, o siglos, que nos va a la contra. El corredor del mediterráneo, la falta de infraestructuras, el incumplimiento de la adicional 3ª del Estatuto, la dejadez en alrededores, la gestión centralista del aeropuerto, la potenciación de otros puertos en detrimento del de Barcelona…, son muestras claras que el Estado no nos va a favor, si no en contra, pero aun así, como los siglos XVIII, XIX y XX, el empresariado de este país sigue haciendo realidad sus sueños», de modo que pide a la gran empresa que presione al Estado para que negocie con el Govern. Es decir, se rebelan contra el Estado, declaran que son República, están contra los españoles, incluido el rey Felipe VI al que declaran persona non grata, pero como son unos incongruentes interesados, celebran con alborozo conseguir la Copa del mismo Rey al que detestan y les falta tiempo para pedir o más bien exigir volver a tiempos pasados, aquellos de los siglos XVIII, XIX y XX en que España entera se veía sometida a la dictadura de un proteccionismo feroz para favorecerles, aunque arruinara otras zonas del territorio como reivindica, desde hace tiempo Galicia, por ejemplo.
Desde 1745-1750 se desarrolla en Cataluña una industria textil que tiene su origen en la acumulación de capitales en la agricultura. El comercio colonial de la Monarquía Hispánica, especialmente de Cataluña y que abarcaba toda Hispanoamérica, islas Filipinas, Marianas, Carolinas, Guam, Palao y otras de menor entidad, permitió entrar en una etapa de crecimiento basado en las ventas a Ultramar de vinos, aguardientes y textiles. Antes de 1820 el azúcar cubano se convirtió en el flete de retorno de los barcos catalanes (la piratería hacía desaconsejable repatriar oro y monedas) y de aquí se pasó al comercio de esclavos que sobrevivió hasta 1860, mucho después de que se declarase ilegal el tráfico negrero. La historia arancelaria de la España moderna arranca entonces. Los librecambistas defendían en último extremo al consumidor, pero frente a ellos se erigió el proteccionismo liderado por los industriales catalanes, que querían favorecer la producción autóctona (no la de España, sólo la suya propia) frente a la competencia exterior». El historiador Joan-Lluís Marfany García ha definido aquel empeño de «la burguesía catalana» como un reflejo más de «la aspiración de crear un mercado interior cautivo, cerrado al libre comercio y servido exclusivamente por la industria catalana«. Esa aspiración se tradujo en una política arancelaria consagrada a servir los objetivos de las élites proteccionistas de Cataluña.
La literatura europea reflejó los desequilibrios que se derivaban de ese trato privilegiado. Stendhal escribe en 1839 su Diario de un turista, en el que apunta que «los catalanes quieren leyes justas, a excepción de la ley de aduana, que debe ser hecha a su medida. Quieren que cada español que necesite algodón pague cuatro francos la vara, en vez de pagar un franco la vara por paños ingleses«. Pero al agravio de la política comercial que privilegiaba a las industrias catalanas hay que sumarle también el impacto de los planes de desarrollo impulsados por el gobierno nacional. Pensemos, por ejemplo, en el ferrocarril. La primera línea de España fue la que unió Barcelona con Mataró en 1848. Galicia tuvo que esperar hasta 1885, ¡casi cuatro décadas después! Hoy día, Cataluña es la única región española que tiene sus cuatro capitales de provincia servidas por AVE. Pero aquella política de privilegios no solo no se vino abajo con el tiempo, sino que se mantuvo en pie hasta la segunda mitad del siglo XX. En 1882 se aprueba la Ley de Relaciones Comerciales con las Antillas, que blindaba al textil catalán de la competencia extranjera, a la que imponía notables tasas de importación. En 1890, la importación extranjera en el sector textil queda del todo prohibida, consolidando el cuasi-monopolio catalán que perjudicará gravemente la industria de Béjar y la sedera de Valencia pero con la pérdida de Cuba y Filipinas en 1898, aunque se dicten nuevas normas preferenciales por regímenes distintos: Primo de Rivera, II República, Franquismo… a pesar de lo cual los catalanes siempre se han considerado los eternos agraviados. Como muestra, un botón: en 1943, la dictadura otorga a Barcelona y Valencia el monopolio de la celebración de ferias de muestras internacionales. La norma no desaparece hasta 1979, abriendo la puerta a la competencia que hoy ejercen recintos como el madrileño IFEMA. La aparición del catalanismo político a lo largo del siglo XIX guarda una estrecha relación con los intentos del gobierno nacional de aminorar los privilegios de los industriales catalanes, así que recordando el éxito que siempre tuvieron sus reclamaciones, el nuevo presidente de la Cámara de Comercio Catalana, vuelve a intentarlo en un momento en el que Sánchez necesita imperiosamente de sus votos para consolidarse como presidente.
Al tiempo que esto ocurre, sucede otro hecho preocupante porque supondría la clara rendición de España a los independentistas, que admiten públicamente seguir en su empeño, todo para que Sánchez pueda seguir disfrutando de las prebendas presidenciales. Esto es: Los nueve políticos catalanes presos ya han solicitado su traslado a Cataluña ante las direcciones de las prisiones donde se encuentran en prisión preventiva, según han confirmado a la ACN fuentes próximas a las familias. Así pues Jordi Sánchez, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, Oriol Junqueras, Raül Romeva y Jordi Cuixart han hecho el trámite en Soto del Real; y Carme Forcadell y Dolors Bassa, en Alcalá Meco. El Ministerio Público, la Fiscalía, ha remitido este lunes un escrito a la Sala de lo Penal que preside Manuel Marchena donde mantiene su posición respecto a la situación de prisión preventiva y advierte del riesgo de reiteración delictiva que «podría convertir en imposible la ejecución de la sentencia» si los presos son excarcelados, sin haber mostrado el más mínimo arrepentimiento por los hechos protagonizados en septiembre y octubre de 2017, cuando se declaró de forma unilateral la independencia de Cataluña tras la celebración del referéndum ilegal del 1-O. Los fiscales se basan en lo sostenido por Rull, Turull, Sánchez y Forcadell en su turno de última palabra de la vista oral donde no sólo no mostraron arrepentimiento sino que en alguno de los casos sostuvieron que volverían a hacer lo mismo. Según la fiscalía, que sigue viendo riesgo de fuga en los acusados del procés, el mantenimiento de la prisión es «más necesario» incluso que antes del juicio. Considera que los procesados no demostraron arrepentimiento en el último turno de palabra, sino todo lo contrario. De modo que para que les resulte más fácil, pretenden ser acercados a Cataluña. Instituciones Penitenciarias planteará al Tribunal Supremo si hay algún inconveniente en que los nueve políticos presos sean trasladados desde Madrid a cárceles catalanas. Y así estamos; pendientes de si la famosa contestación de Sánchez a Junqueras en el Congreso, el sorprendente “No te preocupes” queda saldado en toda su amplitud con este traslado que Grande Marlaska deberá llevar a cabo antes de la investidura para que a cambio, los indepes le paguen con sus votos.
En la mayoría de los estados democráticos, la participación ciudadana se lleva a efecto por medio de los votos que sirven para expresar la voluntad del pueblo y es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se debe expresar mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto. La fuente última de todo poder o autoridad política es exclusivamente el pueblo. No existe ningún poder, ninguna autoridad por encima de él, y que la legalidad misma adquiere su legitimidad por ser expresión en definitiva de la voluntad popular. Sin embargo, vemos que luego por los cambalaches políticos, la voluntad del pueblo es prostituida, no se tiene en cuenta ni el bien común ni el interés de España en el contexto internacional y todo queda supeditado al interés particular del poder de turno.
Así que, ante la pregunta sobre cuáles son los principios de la democracia, solo podemos decir como el niño del examen:
¡Solo Dios lo sabe!
[1] Federico Jiménez Losantos en Libertad Digital
[2] Ibidem
[3] El actual museo se constituyó en 1990 con la unión de las colecciones del Museo de Arte Moderno, creado en 1945, y el Museo de Arte de Cataluña, inaugurado en1934.