La Corte de Protección británica obliga a una mujer con discapacidad mental a abortar a las 22 semanas de gestación en contra de su voluntad (y de la de su madre) en Londres.
Una sentencia que puede marcar un antes y un después y que habilita al Estado a obligar a abortar en determinados casos.
La juez ha dictado sentencia amparándose en que “no es consciente de lo que implica tener un bebé” por ser una persona discapacitada mental y que “quiere tener un bebé de la misma manera que le gustaría tener una muñeca”.
Incluso la madre de esta chica embarazada ha manifestado que si su hija no fuera capaz de hacerse cargo del pequeño, ella misma se encargaría de él. Sin embargo, la juez ha replicado que en ese supuesto, alejar al bebé de la madre le haría más daño que el mismo aborto.
Una juez que se convierte en Dios y condena a una criatura a morir saltándose el deseo de su madre (discapacitada) y del de su tutora legal.
No abandones a esta familia desesperada por tener a su nuevo miembro. Pide al Matt Hancock, Secretario de Estado para la Sanidad y Seguridad Social de Reino Unido que termine con esta locura. El Estado no puede sentenciar a muerte a un inocente en el seno materno, y menos aún cuando su madre quiere continuar con su embarazo: únete a las más de 120.000 personas que en tan solo unas horas han solicitado la conmutación de la pena de muerte para este bebe PULSANDO AQUÍ.
Como se puede ver la cultura de la muerte está llegando a unos límites realmente preocupantes. Va alcanzando nuevos horizontes, cada vez más oscuros y terribles.
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