Nadie puede olvidar que la masonería cubana fue una de las responsables de la traición a la madre España desde mediados del siglo XIX.
Desde que José Martí se iniciara en la masonería, en el Madrid de 1871, la vinculación entre los traidores a la patria y la masonería fue intensa y prolongada.
Actualmente la masonería cubana presume de tener más de 27.000 adeptos y repartidos en 320 logias en toda Cuba.
Ayer los masones se aliaron con Estados Unidos para traicionar a España y entregar Cuba a la explotación de los yanquis. La historia ha demostrado que Cuba pasó de ser una tierra rica de hombres libres, mientras fue territorio español, a ser una tierra pobre de hombres esclavos, tras la intervención de la masonería. Hoy la masonería se ha vuelto a aliar con el capitalismo para seguir humillando al pueblo cubano.
Como siempre, bajo el lema de “libertad, igualdad y fraternidad” se esconde el verdadero objetivo de la masonería internacional: el control de mundo y la destrucción de la iglesia católica y la hispanidad.
Ahora que el régimen castrista está sufriendo mutaciones, aunque en lo esencial no se noten los aires del cambio, la masonería está dispuesta a sustituir el nefasto comunismo por el nefasto capitalismo; de esta manera el pueblo cubano cambiará de señor, pero no ganará libertad.
Es necesario recordar que en esta encrucijada histórica el pueblo cubano tiene la oportunidad de liderar el cambio mundial, y demostrar que existen terceras vías entre capitalismo y comunismo, demostrando que la hispanidad todavía sigue teniendo instrumentos sociales, políticos y económicos hábiles para garantizar la libertad familiar, el libre desarrollo individual, y garantizar el necesario control del poder político, actualizando la gran lección hispana que se puede resumir en el lema “más sociedad, menos estado”.