La izquierda solo sabe vivir purgando: primero purgan la oposición política, después purgan sus propias filas, y siempre el cesarismo de sus líderes es la única ley que saben aplicar. Ahora resulta que el gobierno de la Rioja pretende, a instancias de los comunistas de Podemos e Izquierda Unida, saltarse por la torera las leyes y anular contratos firmados entre la administración pública y empresas privadas.
La nueva presidenta autonómica, Concha Andreu, pretende disfrazar las purgas que comenzarán en breve, argumentando que es necesario corregir algunas políticas del PP durante el último cuarto de siglo, y evidentemente como buena socialista comenzará con todo aquello que a funcionado bien en la Rioja.
El Gobierno riojano ha afirmado que suprimirá los conciertos con centros que segreguen por sexo (aunque dicha segregación sea constitucional y se esté implantado en los países más desarrollados, subirá impuestos (pues evidentemente la izquierda necesita más dinero en la caja) y eliminará contratos, conciertos y convenios con empresas sanitarias privadas, en clara referencia a Viamed Salud.
Esta compañía está dirigida por Marcial López-Diéguez y cuenta como consejero al hermano de éste, Rafael, yerno de Blas Piñar y líder de la formación, y es que para los socialistas es suficiente un vínculo familiar para declararte no grato. Ya veremos si el socialismo riojano es capaz de incumplir las leyes, y romper convenios a su libre albedrío.