¿Pero qué hacía este hombre por las tardes?
¿A que dedicaba el tiempo libre?
¿Quién descubrió a esta eminencia solapada en la ciencia de los demás? ¿Esperanza Aguirre, la cazafantasmas?
¿Les alcanza la pensión devengada por este sabio a los damnificados, a medias? ¿Va a cobrarla de lo que ponemos todos, rascándonos el fondillo?
¿Qué se va a llevar esta criatura de numerario ahora que cesa, así calentito?
¿Hay jurisprudencia al respective?
¿Qué vamos a hacer cuando nos deje?
¿Será posible tanta carita en un palmo cuadrado?
¿Qué oculta de innovación, ciencia y universidades, en cuya comisión congresual le había puesto a militar el PSOE entre el 18 y el 19, que no sepamos?
¿Acaso es esto la Filosofía Contemporánea?
¿Qué pasa con el CSIC?
¿Qué tiene que ver esta criatura con la seriedad y el rigor, que no sea el rostro de piedra que muestra en su desfachatez?
¿Es esto la subjetividad contemporánea?
¿Se ha descontextualizado al andar en el federalismo isotónico sin la ropa protectora adecuada?
¿Habrá sido víctima de la mechá o del asbesto y estamos en un error de partida?
¿Los rayos gamma?
¿Va a permanecer al quieto parado eternamente?
¿Tiene dignidad, sucedáneo o algo parecido?
¿La famosa moral insanity de los anglosajones?
¿Va a trabajar en la campaña electoral?
¿Vuelve a su catedra?
¿Tendrá un problema de hipocampo?
¿Sabe lo que es la ética?
¿Le han hecho el test de las manchas?
¿A qué esa miradita apagada?
¿Qué pasa con la endogamia?
¿Se ríe de nosotros en conjunto, o lo hace uno a uno?
¿Hasta cuando el PSOE va a abusar de nuestra paciencia?
¿No hay banquillo para este tipo de tomaduras?
¿Y la permanente renovable, revisable, o según y cómo?
¿No es un fraude, una estafa, o un delito de odio a la verdad, con la agravante de “cuadrilla”?
¿Se va de rositas?
Me temo que sí.
Por Pelayo del Riego