Al igual que el primer Viernes Santo, tras la crucifixión y muerte de Jesucristo, surgió las Sinagoga de Satanás para destruir a la Iglesia, así, en España, tras el primero de abril, de 1939 esa misma Sinagoga se puso en marcha, moviendo los hilos para llevar a cabo, primeramente, la perdida de la Unidad Católica, para implantar en la España de María Santísima su “religión” y así poder, en segundo lugar, acabar con su Unidad Territorial, previo el desmantelamiento de su ser, esto es, su catolicidad y su Hispanidad.
Hoy, 24 de octubre 2019, se ha perpetrado la más salvaje, bárbara y cruel de las profanaciones propia de los seres cobardes por antonomasia: luchar contra los muertos. Pero, ya sabemos por cierta tesis, que su promotor es tan son tan ignorante y obtuso como su propio ego, que no se ha dado cuenta, de lo que verdaderamente han puesto en jaque, es su propia identidad.