La continuidad de la democracia está en juego. En las pasadas elecciones generales del 28A hubo claros indicios de fraude electoral, denunciado por la Asociación Elecciones Transparentes en los tribunales y admitido a trámite.
Lo que sucede en la calle no guarda relación con lo que se refleja en las urnas. El próximo 10N hay elecciones generales y cientos de irregularidades que dejan la puerta abierta a un fraude electoral sin precedentes en la historia de nuestro país.
De todas las irregularidades, el voto por correo es lo más alarmante, las oficinas de correos no están pidiendo el DNI para depositar el sobre con el voto y una persona puede llevar tantos sobres como quiera. Además en las urnas estos votos se mezclan con los votos presenciales y nadie puede saber qué votos vienen del correo y qué votos han depositado las personas que han acudido al colegio electoral.
Unos cientos de votos en cada provincia pueden decidir que salga elegido un diputado de un partido u otro y de esta manera repercutir en la composición total del hemiciclo y por lo tanto en qué partido va a gobernar.
La plataforma Citizengo ha puesto en marcha una recogida de firmas para evitar el posible fraude.
[mks_button size=»large» title=»FIRMA LA PETICION» style=»squared» url=»https://www.citizengo.org/es/signit/174858/view» target=»_blank» bg_color=»#1e73be» txt_color=»#FFFFFF» icon=»» icon_type=»» nofollow=»0″]