Según informa Chiara Chiessi en Correspondencia Romana el gobierno de Hungría ha presentado en su Parlamento una nueva que ya es llamada «Stop Soros».
El gobierno hungaro está decididamente propuesto a acabar con las falsas ONG que apoyan a la inmigración que representa un riesgo para la cultura hungara. La nueva ley «autoriza al Ministro del Interior a prohibir las organizaciones no gubernamentales (ONG) que apoyan la migración y representan un riesgo para la seguridad nacional«.
Los medios de comunicación han bautizado a la Ley con el nombre del magnate de origen húngaro George Soros, que a la sazón es uno de los multimillonarios que está promocionando el nuevo orden mundial que pasa por islamizar a Europa, y destruir la identidad cristiana que convirtió al viejo continente en paradigma de la libertad.
En esencia, esta ley establece que todas las ONG que ayudan a los emigrantes paguen impuestos especiales del 25 por ciento para desalentar la inmigración ilegal y también contempla la posibilidad de que una ONG sea prohibida si, a raíz de las indagaciones, los investigadores la consideraran una amenaza para la seguridad nacional. Además, las organizaciones que apoyen la migración deberán pagar impuestos sobre la financiación proveniente del Exterior o sobre los bienes que reciban, con una posible exención sobre la financiación que se utilice para fines humanitarios.
Es necesario recordar que el gobierno húngaro no está en contra de la inmigración, sino que ha manifestado su voluntad de evitar la inmigración que tiene como único objeto destruir la identidad del pueblo húngaro, y destruir la identidad cristiana de Europa.
Los detractores acusan a la ley de violar los derechos humanos, pero se olvidan que los húngaros también tienen derecho a seguir viviendo como húngaros, y defender la identidad y la libertad de su nación.