Cuanto más lo pienso, más convencido estoy de que España tiene un esplendoroso futuro, a pesar de que muchos se empeñen en arrastrarnos a las horas más oscuras del pasado.
Me enorgullece haber sido testigo de cómo 168 mil ciudadanos, preocupados por el futuro de las libertades en España, robando tiempo a sus familias en un día de Reyes, sacaron unos minutos para tratar de impedir que prosperara la traición de Sánchez.
Muchos, además, estuvimos frente al Congreso durante la sesión de investidura, con banderas de España, para testimoniar nuestro compromiso con los valores españoles que una banda de delincuentes pretende barrenar sirviéndose de la ambición de Pedro Sánchez.
A pesar de todos nuestros esfuerzos, no pudo ser… Tomás Guitarte, el diputado de Teruel Existe, dijo sí a Sánchez y se consumó la coalición del terror.
Hoy arranca en España un desafío que debemos afrontar como una oportunidad diaria de acabar con un Gobierno contrario a nuestros valores y nocivo para el futuro de nuestros hijos.
Nunca como hoy la prosperidad, la unidad y la libertad se habían visto tan amenazadas en estos cuarenta años de periodo democrático en España.
Sé que estás sufriendo, que te duele lo que ves, que amas España y te enfurece tanto desprecio hacia ella.
Pero quiero que esto te quede bien claro: hay esperanza.
Hay esperanza porque confío en que españoles como tú y como yo, a pesar de las mentiras, del cinismo, del descaro que ya muestran en la Tribuna los separatistas, terroristas y comunistas, a quienes el sanchismo ha otorgado carta blanca para demolir nuestras libertades, estaremos a la altura y protegeremos nuestra historia, nuestro legado y las virtudes de concordia.
La cara oscura del día de ayer es el triunfo de Sánchez e Iglesias, que han logrado formar Gobierno gracias al servicio del separatista sedicioso Junqueras y al etarra secuestrador Otegui. España, por culpa de Sánchez, es hoy rehén de estos dos delincuentes.
Pero esto ha sido solo una batalla, no la guerra. Victorias como la suya envilecen, derrotas como la nuestra engrandecen.
Si en estos días, todo ha sido insuficiente para impedir el ascenso en España del comunismo, una maquinaria diseñada para destruir y laminar valores, esperanzas y prosperidad, tengo que decirte que el peor camino, el que jamás escogeremos, es el de la rendición.
Si nos rendimos, estamos perdidos.
Es ahora cuando más necesaria es tu movilización, tu disposición a salir a la calle cuando haga falta, tu compromiso cuando toque hacer esfuerzos del tipo que sea, tu firma…
Vamos a dar la batalla contra el Gobierno más radical que ha conocido nuestro país en décadas. Vamos a multiplicar nuestras acciones, nuestras campañas, nuestra presencia en los medios, en las calles, en las redes….
Vivimos tiempos de emergencia y debemos, como ciudadanos responsables, responder a este momento histórico con decisión, con fe en la victoria, con esperanza, porque el futuro de nuestros hijos y nietos depende de lo que tú y yo hagamos hoy para preservar y defender el legado de nuestros predecesores.
El reloj se ha puesto en marcha y es la sociedad civil la que deberá pitar el punto y final de esta legislatura, con su protesta continua e indignación inteligente. Debemos dejar claro, mediática e internacionalmente, que España repudia este Gobierno, para deslegitimarlo.
Que España, en definitiva, no se rinde.
A los españoles nos esperan meses de vigilancia, pero a Sánchez le esperan muchas noches sin pegar ojo. Nos encargaremos. Que no se espere una cómoda estancia en Moncloa.
¡Gracias por resistir al comunismo!