Efectivamente, estamos de acuerdo en que hay que conciliar. En este país no hay prácticamente natalidad ya que los dos cónyuges tienen que trabajar, y si trabajan los dos, normalmente no se puede tener hijos ya que no se pueden cuidar como corresponde. ¿Qué se está promoviendo desde hace unos años? La conciliación: es decir, que no sea un obstáculo insalvable el trabajo con la vida familiar y que con unos gestos concretos, uno no tenga que estar todo el día en el trabajo sino “tener más vida”, aparte del laboro.

Digamos que hay dos tipos de medidas: las que por ley tienen que aplicarse, que en principio si no queremos tener problemas con la Inspección de Trabajo todas las empresas la cumplen, y por otro lado, las que puede hacer la empresa adicionalmente y que hará que, si lo publicitas, tu empresa tenga un renombre adicional por haber implementado dichas medidas.

Por ejemplo, la empresa puede ampliar y/o mejorar los permisos que el Estatuto de los Trabajadores dice que hay que dar por maternidad, paternidad, lactancia, técnicas de preparación para el parto, exámenes prenatales, o incluso ampliar excedencias por motivos familiares, personales, etc. Además de lo que exige la Ley, ¿tu empresa puede permitirse el lujo de dar más días de permiso, o retribuir de alguna manera mejor? Si lo haces, tu empresa está conciliando vida laboral y familiar.

Respecto a la jornada laboral en sí: ¿es necesario (o, más importante), es productivo el hecho de estar fijo 7 u 8 horas al día? ¿Qué pasa si acabamos con el concepto antiguo de estar todo el día trabajando y podemos controlar por nosotros mismos las horas que debemos estar en el trabajo? Eso se llama la autogestión del tiempo, y quizás no requerir la presencia física del trabajador en el trabajo, si lo puede hacer a distancia. De hecho, laboralmente existen los contratos a distancia, no es algo inventado.

¿El trabajador tiene alguna persona enferma que dependa de él? Otra conciliación que puede hacer la empresa es facilitar información sobre servicios de cuidados de personas, o incluso, si se puede, ofrecer ayudas económicas adicionales para ello, etc…

Más cosas que se pueden hacer: ¿te obligan a hacer cursos o actualizaciones profesionales? ¿Y si se hacen en horario laboral, equilibrando el trabajo con el estudio en la misma empresa, sin tener que llevarte “trabajo a casa”? Otro detalle: ¿tu jefe es de los que les encanta hacer reuniones, fuera del horario de trabajo? Sería cuestión de que las reuniones se celebraran dentro de dicho horario laboral, también.

En definitiva, se trata de que la empresa entre en el siglo XXI, y no esté estancada en un modelo que era vigente en el siglo XX o XIX: ahora bien, todos tienen que hacerlo. Si unos se hacen y otros no, no se solucionará el problema. La sociedad va cambiando, y las empresas, pymes o no, tienen que amoldarse.

Por David Enrique Fernández Madrid