“Los cristianos estamos ante el gran reto de devolver el derecho de ciudadanía a Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre para el bien de toda la humanidad, porque su presencia tiene una importancia trascendental en la construcción de un mundo más humano y fraterno. Es una tarea urgente y necesaria también en nuestro país, ante un vacío patente de los valores humanos de la convivencia humana y pacífica, y ante el desconocimiento del valor de la vida humana, que se manifiesta en tantos casos de trata y tráfico de personas, feminicidios e infanticidios”. Así lo ha subrayado el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. Sergio Gualberti, durante la misa celebrada en la Basílica de San Lorenzo, el primer domingo del nuevo año.
El Prelado ha citado en la homilia, recibida en la Agencia Fides, “el horrendo crimen” de un padre que ha quitado la vida a sus cuatro niños, dejando gravemente herida a su esposa. “Este problema es de toda la sociedad, por eso nadie puede quedar indiferente – ha exhoratado -. Nos toca a todos actuar con urgencia y extremar esfuerzos para prevenir estos delitos y formar las consciencias de las personas al respeto sagrado de toda vida humana”.
Mons. Gualberti luego ha remarcado que en esta tarea “la educación está llamada a ejercer un rol fundamental”, ocupandose prioritariamente de la formación de los jóvenes y los niños a los auténticos valores humanos y virtudes cristianas. “En las escuelas y colegios hay que proponer con claridad la Buena Noticia de Jesucristo, el Hijo de Dios que se ha hecho hombre, para que nosotros vivamos como verdaderos hijos de Dios, como hermanos que se respetan y que se aman”.
Comentando la litúrgia de la Palabra del domingo, Mons. Gualberti ha invitado a profundizar en el misterio de la encarnación en nuestra vida: “Ser hijos de Dios es un tesoro que debemos valorar y por el que debemos sentirnos inmensamente agradecidos. Gratitud que nos compromete a una vida de fe profunda y a una esperanza viva que nos muevan a actuar, en todo lugar y momento, conforme a la dignidad de hijos de Dios”.
Luego ha invitado a reconocer con sinceridad que “a menudo también nosotros preferimos las tinieblas, o la mundanización. Nos dejamos llevar por un mundo indiferente a lo sobrenatural y que prescinde de Dios y fabricado según sus gustos y caprichos, el mundo de los ídolos de la soberbia, el orgullo, la autosuficiencia, el placer, el poder y la fama. La mundanización es rechazar a Dios y a la luz para optar por las tinieblas, cerrando las puertas a Dios como la cerraron a Jesús en Belén: ‘no había lugar para ellos en la posada’.”
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El Arzobispo Gualberti: se necesita “devolver el derecho de ciudadanía a Jesucristo”
Ser hijos de Dios es un tesoro que debemos valorar y por el que debemos sentirnos inmensamente agradecidos.
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José Enrique Florencio Domínguez
10/01/2020 at 11:57
No. A Jesucristo no hay que devolverle ningún derecho, porque ya los tiene todos, y menos aún el de ciudadanía, término liberal que no le corresponde. Él no es ciudadano sino Rey. Lo que hay que hacer es reconocerle su realeza. Hay que tener cuidado con las palabras que utilizamos, con cómo expresamos las cosas.
En Cristo Rey,
José Enrique Florencio Domínguez
José Enrique Florencio Domínguez
10/01/2020 at 12:18
No. A Jesucristo no hay que devolverle ningún derecho porque los tiene todos. No es ciudadano, palabra liberal donde las haya, sino Rey. Lo que hay que hacer es reconocerle su realeza y someterse a Él. Llamemos a las cosas por su nombre.
En Cristo Rey,
José Enrique Florencio Domínguez