Dicen los viejos que en este país
Hubo una guerra
Que hay dos Españas que guardan aún
El rencor de viejas deudas…
(Grupo Jarcha)
No, no dos Españas con rencor, no, solo una que está actuando como apisonadora ideológica valiéndose de los instrumentos del Estado y de los que se inventan. Avanzan con denuedo hacia el sojuzgamiento del pueblo español segando todo intento de independencia. Comenzaron en Cataluña dominando por la lengua. A niños de primaria les pusieron un comisario político para controlar que ni en el recreo, durante sus juegos, pudieran hablar en español; investigaron entre los más mayorcitos si sus padres eran independentistas o no y como en la “mejor” época de Companys, confeccionaron listas…Y todos los gobiernos dejaron hacer…, decían que por mantener la paz….
Desde Zapatero la cuestión ideológica dio un vuelco. La Historia no fue como sucedió, sino como ellos quieren imponer: los buenos pasan a ser malos y los malos buenos y las guerras las ganaron aquellos que las perdieron, con amenazas de importantes multas y aún cárcel para quienes se atrevan a decir que así no sucedió. Sin embargo, a pesar de estas maniobras como no consiguen dominar a la totalidad de la sociedad, van a por los más indefensos.
De un tiempo a esta parte, en su afán por transformar la sociedad, están empeñados en trocar a los niños en niñas y viceversa, o en trans, enseñarles prácticas sexuales y demás cuestiones afines, con la consabida matraca de la homofobia, en colegios e institutos al tiempo que se relajan los contenidos en materias principales. Según quienes gobiernan aseguran que el conocimiento de esas materias es imprescindible para el desarrollo de nuestros niños, olvidándose de que desde la prehistoria, sin necesidad de sus enseñanzas, los seres humanos las han venido practicando con éxito.
Ante esta situación, un padre de Madrid consiguió frenar los talleres LGTBI en el colegio público de su hijo porque consideraba que se vulneraba la neutralidad ideológica y el artículo 27.3 de la Constitución, además de criticar que no se votara en la AMPA esta iniciativa. Criticaba también «el contenido netamente ideológico de los talleres a impartir y las percepciones que se inculcarán a los niños con conceptos muy controvertidos que científicamente se han demostrado como falaces», y que vulneran «el deber de neutralidad ideológica de los centros educativos sostenidos con fondos públicos«.
A lo largo de las alegaciones el padre ha abordado varios de los aspectos que se pretendían tratar en esos talleres, mostrando la falsedad de los conceptos que se pretendían impartir en las actividades: la eliminación de roles y estereotipos, la clasificación sexo-género, la diversidad sexual y su visibilización, el lenguaje no sexista y el salto semántico…Para ello ha explicado, por ejemplo, cómo son ese tipo de talleres de igualdad, narrando su experiencia en otro taller de ese tipo en el que ha participado. En él los monitores y agentes de igualdad animaban a los menores a experimentar la orientación sexual contraria: «Tú que te llamas Manuel desde ahora te llamarás Verónica y deberás comportarte como lo hace una niña. Levántate de tu sitio y camina ante la clase como lo haría una mujer, siéntete libre» o «Tú que te llamas Cristina ahora serás Roberto, coge de la mano a Clara como si fuerais marido y mujer y pasead por la clase», y todo esto entre aplausos y vítores de aprobación de los monitores y compañeros para que esa experiencia la haga en un entorno de aceptación y aprobación al cambio. De esa manera, según este padre de familia, «lo que hacen con los adolescentes es incentivarlos a creer que solo siendo gays o lesbianas podrán obtener la aprobación social inmediata del grupo aprovechándose de la crisis de identidad tan típica en los adolescentes[1].
La protesta de este padre se ha extendido y la ha recogido VOX en su programa. Es lo que se conoce con el nombre de Pin Parental que no es otra cosa sino la defensa de la libertad de los padres en la educación de sus hijos. Y esto que parece tan lógico y natural, ha provocado un tsunami, o algo parecido en la señora ministra de Educación quien con su voz más engolada ha lanzado una afirmación gloriosa: «No podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres”. Si no fuera tan trágico, sería risible. Ahora resulta que los hijos no son de los padres? Pero si las feministas se han hartado de decir que su cuerpo es suyo y el ser que llevan dentro también, hasta el punto de considerar que pueden asesinarlo impunemente! Para eso si tienen derecho y para vigilar su educación no?
Pues no. Celaá ha afirmado que el ‘pin parental’ es contrario al «derecho fundamental y constitucional» de toda persona, «desde su nacimiento», a ser educada. Es «absurdo» e «ilegal» cuestionar ese derecho a la educación de los menores. Así que el Gobierno remite al Ejecutivo de Murcia (PP y Ciudadanos) un requerimiento para que elimine el ‘pin parental’ porque es «ilegal».
Irene Montero ha insistido en que para el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos, «la educación en valores igualitarios y la educación afectivo sexual es uno de los pilares la democracia» así como «la mejor forma de seguridad ciudadana». Finalmente, ha pedido «a las fuerzas de la derecha que no se dejen arrastrar por Vox» y no rompan el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Y la señora Portavoz ha recordado que aquellos que defienden que los padres puedan decidir las actividades extraescolares que van a desarrollar sus hijos, si siguen adelante, se verán en los tribunales.
Estas declaraciones han sulfurado hasta al PP: «Mis hijos son míos y no del Estado, y lucharé para que este gobierno radical y sectario no imponga a los padres cómo tenemos que educar a nuestros niños. Saquen sus manos de nuestras familias», ha escrito Casado en su cuenta personal de Twitter.
Radical y sectario está claro que lo es, pero tampoco puede asombrarnos. Siguen la doctrina comunista. Comisariados de Educación Pública y Bienestar Social se llamaron en la época de Lenin como escribió Alexandra Kollontai en “El comunismo y la familia”. Sus ideas fueron llevadas al programa de la Internacional Comunista: “Comedores públicos, lavanderías, talleres de reparaciones, instituciones de bienestar social, viviendas, etc., que transformen la vida cotidiana en líneas comunistas completamente nuevas y alivien a las mujeres de las dificultades del periodo transicional. Estas instituciones sociales que ayudan a emancipar la vida cotidiana de las mujeres, convierten a la esclava del hogar y la familia en miembros libres de la clase obrera, la clase que es su propio patrón y el creador de nuevas formas de vida”[2] .
Observen que el objetivo no era tanto defender a las mujeres como destrozar la unión familiar. Lo dijeron claramente. “Todavía tendremos que luchar con el problema de los hijos. Pero en lo que se refiere a esta cuestión, el Estado de los Trabajadores acudirá en auxilio de la familia, sustituyéndola; gradualmente, la Sociedad se hará cargo de todas aquellas obligaciones que antes recaían sobre los padres. Bajo el régimen capitalista la instrucción del niño ha cesado de ser una obligación de los padres. El niño aprende en la escuela. En cuanto el niño entra en la edad escolar, los padres respiran más libremente. Cuando llega este momento, el desarrollo intelectual del hijo deja de ser un asunto de su incumbencia.” “Tampoco temáis por el futuro de vuestro hijo; vuestro hijo no conocerá el hambre, ni el frío. No será desgraciado, ni quedará abandonado a su suerte como sucedía en la sociedad capitalista. Tan pronto como el nuevo ser llegue al mundo, el Estado de la clase Trabajadora, la Sociedad Comunista, asegurará el hijo y a la madre una ración para su subsistencia y cuidados solícitos. La Patria comunista alimentará, criará y educará al niño. Pero esta patria no intentará, en modo alguno, arrancar al hijo de los padres que quieran participar en la educación de sus pequeñuelos”[3].
¡Abrid paso a la existencia de una infancia robusta y sana! ¡abrid paso a una juventud vigorosa que ame la vida con todas sus alegrías, una juventud libre en sus sentimientos y en sus afectos! Gritaba la feminista Kollontai con el apoyo de Lenin. Peor lo del bolchevique Grigori Zinóniev, compañero de Lenin y Stalin (y luego asesinado por este último) quien dio la consigna que han seguido todos los totalitarios del siglo XX: “Cueste lo que cueste hay que apoderarse del alma de los niños” como ocurrió con la del niño Pavel Morózov. Algunos bienintencionados pueden pensar que esta pesadilla concluyó con la muerte de Stalin, en 1953. No. En 1956 Kruschev anunció la educación de todos los niños de la URSS en internados, separados de sus padres.
Todos los partidos totalitarios utilizaron a los niños. Los nacional-socialistas alemanes aplicaron la misma consigna bolchevique cuando alcanzaron el poder, en 1933 Los nazis, imitando en este asunto, como en tantos otros, a los bolcheviques, manipularon la educación y encuadraron a la juventud en diversas organizaciones: pioneros, juventudes…. En China, Mao Tse Tung recurrió a la Guardia Roja, (juventudes maoístas) formada por estudiantes nacidos y educados ya bajo el comunismo triunfante, para ejecutar su Revolución Cultural, que comenzó en 1966 y algunos historiadores extienden hasta la caída de la Banda de los Cuatro, en 1976. En la Cuba castrista, el culmen del adoctrinamiento puede consistir en poner como ejemplo a las nuevas generaciones al Che Guevara, partidario de crear “muchos Vietnams” en todo el mundo. A los niños se les hace gritar en los colegios y las manifestaciones: “Cuando yo sea grande seré como el Che”… o sea, un asesino de masas y un invasor de países extranjeros, pero esto, naturalmente, se lo ocultan.
La ley de 2007 –promulgada bajo el mandato de Chávez- señala en su artículo IV: «Todo menor de edad permanecerá al cuidado de sus padres hasta tanto cumpla la edad de de 3 años, pasados los cuales deberá ser confiado para su educación física y mental así como para capacidad cívica, a la Organización de Círculos Infantiles organismo que por esta Ley queda facultado para disponer la guarda y cuidado de la persona y ejercicio de la Patria Potestad de estos menores».
Lo más preocupante para la libertad personal es que semejantes medidas se están extendiendo a países democráticos, donde se permite a los ciudadanos cualquier conducta, salvo oponerse a la ideología de sexo. Naciones Unidas a través de la agenda del Nuevo Orden Mundial. Y ahí ni los padres ni las madres tienen nada que decir. Bajo penas severas. En Alemania, Perú,( que amenazó con denunciar a los padres que se negasen a enviar a sus hijos a los colegios en protesta por la introducción de contenidos de género en la enseñanza) y Canadá. Para asegurarse de que el adoctrinamiento se realice de acuerdo con las directrices fijadas, la ley establece que a los padres que se opongan a la reasignación de género de su hijo o a cualquier tratamiento médico la Administración les podrá retirar la patria potestad.
Cada vez más, la pulsión estatalista cunde entre los demás partidos en su invasión de la esfera privada y la suplantación del papel de los padres y de la familia. En el caso de Pablo Iglesias, no debe extrañar, dada su matriz marxista, de Gramsci y Ernesto Laclau, y su referente totalitario (Venezuela), que propone el populismo como tabla de salvación de la izquierda en cuyo afán vienen trabajando de tiempo atrás como vemos en las declaraciones de uno de los popes de la sección española del Imperio Progre, Antonio Gala, quien, apoyó el adoctrinamiento de los niños en los colegios cuando el Gobierno de Zapatero introdujo Educación para la Ciudadanía. El Gobierno socialista, escribió (El Mundo, 25-10-2009): “se mueve, aunque debería insistir, en educar a los adolescentes fuera y dentro de su casa”.
Uno se pregunta ¿Quién es el Gobierno para educar a los hijos ajenos hasta dentro de su casa? ¿Y quién es Antonio Gala? Es lo que pretenden hacer ahora con los niños españoles y que los defensores del pin parental pretenden evitar.
Por eso gritamos lo de libertad, libertad con rabia y con ira porque eso es lo que está en juego, la libertad en primer lugar y la transformación de la sociedad por la manipulación de los individuos. Problema del que ya nos advirtió el P. Manuel Guerra Gómez en su libro “Masonería, religión y política”:
“¡Están cambiando el agua de la pecera sin que los peces se enteren!´ Sin ser conscientes de ello los creyentes en el paradigma religioso, especialmente el cristiano tradicional en los países occidentales, está siendo sustituido por otro relativista, sincrético y laicista, o sea, masónico y, por lo mismo, indigente de Jesucristo y de una nueva evangelización”.
[1] Juan María Piñero, el 23/05/2018 en Actuall
[2]Tesis, resoluciones y manifiestos de los cuatro primeros congresos de la Tercera Internacional, pág. 220, en la edición inglesa
[3] Alexandra Kollontai: “El Comunismo y la familia”-1921