Hoy, día 8 de marzo, en coincidencia estratégica con el aquelarre feminista y revolucionario denominado Día de la Mujer Trabajadora, la formación de derechas VOX había convocado la tercera edición de esos macromítines organizados en el matritense Palacio de Vistalegre (las anteriores tuvieron lugar en octubre de 2018 y 2019).
La convocatoria ha resultado polémica, pero no ya por aquello a lo que las hordas «progres» tienen acostumbrada a la sociedad. La propagación epidémica del coronavirus en España, que ya se ha cobrado 17 víctimas mortales, había generado un debate sobre la cancelación del acto (en redes sociales, incluso votantes y afiliados del partido habrían trasladado esta petición).
De hecho, el partido tuvo que lanzar un comunicado de prensa, también recibido por los militantes y afiliados, en el que se anunciaba tanto la retransmisión por streaming (igual que en ocasiones anteriores) y se recomendaba a los interesados con mayor vulnerabilidad inmunológica a no asistir al evento. Parte de este comunicado se expone a continuación:
23. El comunicado de Vox sobre el Coronavirus culpa al Gobierno de obligarles a decidir entre un «alarmismo perjudicial» o «continuar con la agenda»: Abascal ha decidido no suspender, sólo recomendar a los militantes y simpatizantes con enfermedades crónicas no asistir al acto. pic.twitter.com/ijkVZHZqXZ— Matthew Bennett (@matthewbennett) March 8, 2020
Ahora bien, una vez celebrado el acto, ¿sería preciso hacer una evaluación que concluyera en un reconocimiento de fracaso de convocatoria?
Según fuentes oficiales (del partido), la asistencia ha rondado los nueve millares de personas, mientras que a la convocatoria del pasado mes de octubre asistieron unas 12.000 personas (dos millares más con respecto a las estimaciones máximas previstas para el acto de este domingo día 8). A simple vista, podría afirmarse que en sí ha habido una afluencia menor.
De todos modos, sería complicado incluso llegar a afirmar un descenso de interés generalizado en esta oferta electoral, representada por un Santiago Abascal que consigue imponerse nuevamente como líder de la formación de derechas. Si nos vamos a las cifras de streaming, mientras que en octubre de 2019 hubo 11.000 espectadores, en esta ocasión la cifra habría excedido el doble, llegando a los 26.000.
Por lo tanto, si bien es interpretable el hecho de que la epidemia del coronavirus haya sido determinante en materia de éxito de poder de convocatoria, no parece que el desinterés en esta formación sea notorio. De hecho, quizá sea interesante señalar que algunos estudios pronostican que estaría a pocos puntos de superar al PP como segunda fuerza, y que incluso podrían obtener escaños en las elecciones gallegas.
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