• El Partido Disidencia Francesa acusa a Macrón de inactividad ante la epidemia del coronavirus, inactividad que asemeja al gobierno galo, con el desgobierno español encabezado por Pedro Sánchez.
• En un comunicado dicha formación política considera que la crisis del coronavirus demuestra que la ideología globalista ha aumentado considerablemente los riesgos sociales .

En un comunicado de prensa, al que ha tenido acceso Tradición Viva, Disidencia Francesa manifiesta que «en pocas semanas, la epidemia de COVID-19 de origen chino se convirtió en planetaria. El mundo ahora cuenta con más de cien países afectados, cientos de miles de casos y miles de muertes. En Europa, todo el territorio italiano está ahora en cuarentena. Su sistema de salud está abrumado y su economía está al borde de la recesión.

En Francia, el gobierno de Macron ha tardado en actuar y se ha mostrado incapaz de anticipar esta crisis pandémica. Por lo tanto, dos semanas antes del comienzo de la epidemia en nuestro país, el 18 de febrero de 2020, decidió enviar 17 toneladas de equipos médicos a China, incluidas decenas de miles de máscaras que actualmente carecen de personal cuidador, médicos generales y el público. El mismo gobierno también ha tardado en limitar los vuelos desde áreas de alto riesgo, no ha ordenado controles sistemáticos a los viajeros de estas áreas, reinstalado los controles fronterizos o tomado las decisiones necesarias cuando aún estaba a tiempo, por ejemplo, el de aumentar las existencias de máscaras protectoras y soluciones hidroalcohólicas para evitar la escasez.  El anuncio de Emmanuel Macron del refuerzo de las medidas contra la epidemia llega muy tarde, y hay mucho que temer que nuestro Francia no esté listo para enfrentar una crisis de salud grave y duradera. Peor aún, en un cinismo apenas creíble, el gobierno de Macron continúa sus reformas y, en particular, el proceso de ratificar el proyecto de ley de reforma de las pensiones o el seguro de desempleo cuando varios parlamentarios se ven impedidos, debido a la contaminación, y las manifestaciones de los oponentes son limitadas como precaución.

En este contexto de crisis, la disidencia francesa ha lanzado su nueva campaña: «Francia harta del globalismo». Porque si esta pandemia resalta una vez más la ligereza y la falta de preparación del gobierno de Macron, también es indicativa de la bancarrota completa del globalismo liberal: apertura de fronteras, reubicación de actividades esenciales de producción en China, fragilidad de las cadenas de oferta y riesgos de escasez, falta de control y regulación de los flujos de población, financiarización de la economía, borrado de las soberanías nacionales, mayor dependencia de países extranjeros … La ideología globalista ha aumentado considerablemente los riesgos sociales -económicos, políticos y sanitarios que pesan sobre las naciones europeas, y en particular sobre Francia. Pero si nuestro Francia hoy está harta del globalismo, el nacionalismo será su remedio. Porque ahora parece obvio que solo una política basada en el proteccionismo y el localismo, en el control de las fronteras y los flujos de población, en la restauración de la soberanía nacional y la independencia estratégica de nuestro país puede permitir que Francia salga de esta crisis pandémica y protéjase contra los próximos trastornos de la globalización salvaje.

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