El cardenal estadounidense Curmond Raymond Burke ha criticado las prohibiciones de la eucaristía para frenar la pandemia del corona virus . En la lucha contra «el mal del corona virus», el arma más fuerte es la relación con Cristo en oración y penitencia. «Por lo tanto, es esencial para nosotros en todo momento, especialmente en tiempos de crisis, tener acceso a nuestras iglesias y capillas, a los sacramentos y a las devociones y oraciones públicas», escribió Burke en una contribución en su sitio web.

La relación con Dios es una de las cosas más necesarias para los cristianos.

Incluso en tiempos del coronavirus, todavía se le permitía comprar lo esencial, como alimentos y medicamentos. Para los cristianos, lo más importante es la relación con Dios. “Del mismo modo que se nos permite comprar alimentos y medicamentos y al mismo tiempo tener cuidado de no propagar el coronavirus, también se nos debe permitir orar en nuestras iglesias y capillas, recibir los sacramentos y participar en oraciones y devociones públicas para que podamos estar cerca de Dios, mantente cerca de él y pídirle ayuda de manera apropiada ”. Sin la ayuda de Dios, uno estaría perdido.

Había escuchado de numerosos católicos piadosos en estos días que estaban «profundamente tristes y desanimados» porque no se les permitía rezar en sus iglesias, continuó Burke. Al mismo tiempo, señaló que las prohibiciones de distancia y contacto se pueden observar y rezar al mismo tiempo. Pero a menudo los creyentes tienen que soportar el «profundo sufrimiento» de que las iglesias y capillas estaban cerradas y que no tenían acceso a la confesión y la sagrada Eucaristía .

Según Burke, las oraciones y las devociones no deben compararse con ir al cine o jugar al fútbol. Esas no son cosas necesarias y, por lo tanto, podrían cancelarse para frenar la propagación de la infección mortal. «Pero la oración, la devoción y la adoración, y principalmente la confesión y la santa misa, son esenciales para que podamos mantenernos espiritualmente saludables y fuertes». Por lo tanto, los católicos no pueden simplemente aceptar gobiernos seculares que igual la adoración a Dios con visitas a restaurantes o eventos deportivos.

Además, el cardenal Burke recuerda que la sociedad de hoy no solo es indiferente a la presencia de Dios, sino “abiertamente rebelde” a Dios. Burke cita los ataques violentos contra la vida humana o el trato con no nacidos inocentes como ejemplos. Todos los días ves cómo se propaga la violencia en una cultura que no respeta la vida humana.

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