Lo que va quedando muy claro son las sombras en el camino que estamos obligados a seguir.

La pandemia ha puesto a cada uno en su sitio y podemos ver con toda claridad quién es quién y dónde está cada cual. Algo bueno que ha podido traernos esta loca.

Sociedad no pensante pero obediente, sometida a la barbarie gubernamental.

Gobierno totalmente desquiciado por ser plenamente consciente de su inconsciencia que intenta tapar por todos los medios y cada vez queda más patente y desnuda o destapada.

Periodismo oficialista servil, traidor a la sociedad y lame-todo; pidiendo limosna oficial para, con nuestro dinero, restregarnos su traición y servilismo.

P.S. a las órdenes de su lacayo-mayordomo P.I. ¿Qué pintan cada uno de ellos en esta bufonada? El primero pinta fotogenia, palabrería hueca, el vacío total de ideas y liderazgo, la falacia, la ineficacia y el desvarío.

El segundo, P.I. peor aún, la disensión, la discordia, el chantaje, la destrucción y el desgobierno. Ambición de poder absolutista como el «gran hermano» y el orwelliano macho alfa de la piara.

Los inde-pendencieros locos cuidando de discriminar bien los suyos de los otros.

A nivel político las luces son esplendorosas, nada queda oscuro, todo es nítido: Los partidos nacional-socialistas (nazis) y social-soviets unidos en su totalitaria ideología común, represora y dictatorial. Los partidos indefinidos, difusos, bailarines; a la deriva como siempre.

El pueblo defendido solo por los denostados partidos insultados por los demás como anti-demócratas y otras lindezas; quizás refugio de lo que nos falta: liderar.

Quedó patente, en un aciago día de marzo que difundir, imponer, enseñar, divulgar, aplaudir y gritar ideología, es burrez suprema. La tiranía ideológica que nos gobierna tiene vínculos indisolubles con la loca pan-detodo que nos asola.

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Muchas universidades se han transformado en recintos de género que sustituye a la ciencia. En vez de ser universales son particulares que fomentan partículas de género encapsulado. Allí muchos profesores ahora son difusores con mentes recortadas por el género de sus ideas.

Bastantes gentes, sobre todo jóvenes han cercenado su cerebro y ya solo recibe twits. Otros han sustituido su córtex cerebral por redes. Tienen una gran ventaja, gastan cero energía en pensar, supongo que así ahorran en alimentación, a menos que la dediquen a engrosar.

El leguaje de mucha prensa y político (que son intercambiables en su orden y sus tiempos), tienen dos, y solo 2 contenidos, que son: consignas a repetir y términos insultantes para reproducir.

Error monumental que ha quedado al descubierto, «el pueblo siempre tiene razón», solo sirve como falacia de gobernantes para cuando les favorece en votos. Hoy el pueblo solo tiene la razón del sometimiento, porque está siendo vendido al zorro del gallinero que alimenta de forma suculenta al separatismo más virulento. Era imposible hacer las cosas tan mal, pero se han superado haciéndolas muchísimo peor.

Quiero terminar con una conseja poco creíble en estas circunstancias, nos la recomienda el gobierno y todos cuantos piensan coinciden con él: No creas los bulos, no te dejes engañar, no hagas caso a las fake news.

Solo es recomendable lo que sigue: no creas a P.S. Para ello nada mejor que apagar la TV cuando aparezca, es tóxico y destruye el tejido social.

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