En las últimas semanas los españoles han podido comprobar que se está jalonando el camino hacia una “nueva normalidad” que instituirá en lo cotidiano el cercenamiento de libertades y derechos.

“Desde los albores de la humanidad un puñado de opresores ha asumido la responsabilidad de gobernar nuestras vidas que debimos asumir nosotros”, así se expresaba Alan Moore en su famosa obra gráfica V DE VENDETTA, una historia terriblemente real sobre la pérdida de la libertad y de la identidad del individuo.

Hoy parece que España vuelve a ser el campo de pruebas del pretendido nuevo orden mundial. Si bien la pandemia del virus chino ha afectado a todo el planeta, sin embargo, ha sido en España donde el gobierno ha decretado la mayor pérdida de libertades; pero lo más sorprendente es que ningún régimen totalitario anterior, ni la Revolución Francesa, ni la Revolución Rusa, ni el nacional socialismo, ni siquiera la II República, había logrado tal grado de sumisión de los ciudadanos … y como siempre el miedo ha sido el arma utilizada por los liberticidas.

Parece que los españoles hemos aprendido quién manda, hemos sido capaces de cambiar nuestra conducta y colaborar activamente con los tiranos. La delación de los vecinos de balcón supone el mayor control policial de la historia. Hoy sacar al perro más de cinco minutos, es delito, pasear de la mano de una bella joven, es delito, comprar simplemente una botella de buen vino es delito, disfrutar de un cigarro en la vía pública, es delito.

El miedo irracional magistralmente manejado ha cambiado nuestra percepción social ¿pero estos cambios conductuales permanecerán tras el coronavirus? ¿cómo será la nueva sociedad? ¿cómo serán nuestras nuevas relaciones interpersonales?

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