Con ocasión del COVID-19 los gobiernos mundiales se empeñan en fomentar el aborto, y permiten saltarse ciertos trámites presenciales previos a los que las mujeres que van a abortar están obligadas por ley. Algunos consideran que matar es una actividad esencial, y que los abortorios no pueden parar las máquinas de la muerte.
Pero no contentos con esto, quieren que la muerte visite a domicilio a miles de mujeres. Los políticos promuerte, y las millonarias multinacionales, están impulsando una campaña para que se pueda abortar el casa.
El aborto farmacológico, el aborto a domicilio, es su solución. Ahora parece que no les preocupa la inseguridad de las mujeres, que no les preocupa que un niño y una mujer mueran en un baño, no les importa que el domicilio de una joven se convierta en el templo de la muerte, y que el aborto se practique sin supuesta atención sanitaria.
El aborto farmacológico a domicilio ya se ha aprobado en tiempo récord durante el confinamiento en Escocia, Gales, Inglaterra, Colombia… ¿cuál será el próximo gobierno que apoye la muerte de miles de inocentes?
Paremos el aborto. #NoAborto