Peter John Sheen, (1895-1979), arzobispo estadounidense de la Iglesia católica, conocido como Fulton, el apellido de soltera de su madre, fue obispo auxiliar de Nueva York, más tarde obispo de Rochester y finalmente arzobispo de Newport, destacando en todos estos relevantes cargos de responsabilidad por su labor evangelizadora.
Con 24 años, fue ordenado sacerdote, todo un honor para su familia, que a fin de cuentas, era, como su origen irlandés mandaba, profundamente católica. Ingresó entonces en la Catholic University of America, en Washington, D.C., donde terminaría sus estudios de Filosofía. Pero al destacar en las aulas, sus profesores le enviaron a la Universidad de Lovaina a doctorarse. Sheen salió de allí con una flamante tesis, en la que mereció la máxima calificación, y una propuesta insólita: los lovanienses le ofrecieron la posibilidad de obtener el título de asociado, algo que requería superar un duro examen y escribir un libro. Se trataba de todo un reto y de un honor. Sheen fue el primer estadounidense en alcanzarlo.
Pasó unos meses en Londres, donde fue profesor de Teología, atendió una parroquia
yconoció a G.K. Chesterton, a quien admiró grandemente toda su vida. Regresó a Estados Unidos, donde fue nombrado profesor de la Catholic University of America, compaginando la docencia con la pastoral, en varias parroquias cercanas al campus. Hablaba tan bien y era tan cercano, que las misas que celebraba y las clases que impartía se atestaban, porque hacía uso de una sencillez casi innata para comunicar las verdades de la fe de modo que parecieran fáciles.
En 1930 Sheen fue reclamado para encargarse de un programa de la entonces WEAF, emisora de Nueva York. A sus dotes de comunicación se unieron los artículos que había comenzado a publicar en la National Catholic Welfare Conference (NCWC) bajo el título Nuevo paganismo, que habían merecido un premio de nada menos que de L’Osservatore Romano. “Predicar a Cristo, y crucificado” era su objetivo en su programa “La Hora Católica”. En plena Depresión, cuando los suicidios se multiplicaban en Estados Unidos, las palabras de optimismo de Sheen fueron un bálsamo y tuvieron su efecto. Este éxito evangelizador se unió a sus logros intelectuales y por ellos el Papa Pío XI, le nombró monseñor. Fue su primera época en los medios, que duraría hasta 1951.
Ese año hubo dos cambios importantes en nuestro personaje: Pío XII le nombró obispo auxiliar de Nueva York y comenzó su andadura televisiva. Se desarrollaba una nueva industria con programas semanales o diarios en los que la Iglesia se estaba quedando fuera. Una batalla que iban ganando las ideas anti cristianas y, lo peor de todo, sin oposición alguna. El obispo de Albany, Edwim Broderick, decidió tomar cartas en el asunto y visitó a Sheen, estrella de la radio. Tras la reunión, los dos acordaron crear un formato para la televisión muy similar a “La Hora Católica”, para adeptos y descreídos, sencillo, claro y atractivo: Nació «Merece la pena vivir la vida”.
Muchos pensaron que no tendría éxito. ¿Quién cambiaría de canal para ver, no una película de amor o de gangsters, unos bailarines o actuaciones musicales, no, sino a un obispo con una pizarra dando clase? ¿Cómo podía triunfar aquello? El 2 de febrero de 1952, tras una plegaria y escribir en la parte superior de la pizarra J. M. J. (las iniciales de Jesús, María y José), el obispo auxiliar de Nueva York entró en directo sin guión ni prompter. Nunca usó papeles ni en la radio ni en la televisión, seguía las dos premisas que le habían guiado durante sus años en la radio: predicar a Cristo crucificado y provocar un cambio en los oyentes. Su predicación está para siempre ligada a dos hechos: su entrega a la evangelización a través de la radio y la televisión merced a un verbo y una mirada singularmente apropiados para esos medios, y su percepción certera del peligro del comunismo dentro y fuera de su país. Llegó a tener 30 millones de espectadores cada semana. La gente dejaba de ver a Frank Sinatra para ver al obispo y su fama fue tal que recibió el Emmy al personaje más influyente de la televisión. Y, cabría preguntarse: ¿de qué hablaba Sheen en la tele para que la audiencia le eligiera a él y no otros programas de entretenimiento? Un poco de todo: de la vida, de la muerte, de la familia, del sentido de la vida, de las virtudes, de la Redención, de la Virgen María, de la deriva consumista e individualista del capitalismo, de la necesidad de las convicciones… del peligro del comunismo (el FBI tuvo que asignarle protección contra posibles espías rusos que le acechaban).Su empatía, elocuencia y valentía no se paraba ante nada. Causó sensación el día en que en uno de sus programas televisados leyó un pasaje de la obra «Julio Cesar» de Shakespeare, sustituyendo los nombres de Julio Cesar, Cayo, Marco Antonio y Bruto, por los de Stalin, Beria, Malenkov y Vichinsky. Terminó la lectura con un contundente «Algún día Stalin tendrá su juicio«. Stalin moriría una semana más tarde. Sus seguidores quedaron sobrecogidos por lo que pareció el cumplimiento de una profecía.
Su figura y su afán evangelizador, parecen precursores y perfecto ejemplo de lo que el Papa Benedicto XVI pidió posteriormente para la Iglesia, (si bien, dicho criterio parece haber cambiado desde que el Papa Ratzinger abandonó la Sede). Además de numerosos artículos, escribió 73 libros destinados a la evangelización, conocimiento y difusión de la doctrina católica. Y todavía tuvo tiempo para catequizar él mismo a multitud de personas como por ejemplo, al escritor agnóstico Heywood Broun, el diseñador teatral Jo Mielziner, el violinista y compositor Fritz Kreisler, la actriz Virginia Mayo y el fabricante de automóviles Henry Ford II[1]. De particular interés son los casos de los ex comunistas Louis F. Budenz[2] y Bella Dodd[3], y de la conservadora Clare Boothe Luce[4].
Fulton Sheen sacudió conciencias: «Cristo sufre más con nuestra indiferencia que en la Cruz», decía. Para ser felices, tenemos que hacer más. Y relató el poema que escribió Studdert Kennedy, en tiempos de la I Guerra Mundial en el que comparó la llegada de Nuestro Señor al Calvario y a la moderna ciudad de Birmingham en Inglaterra. Y así escribió:
“Y cuando Jesús vino al Gólgota fue colgado de un árbol, lo coronaron con una corona de espinas, rojas y profundas fueron sus heridas, porque aquellos fueron días duros y crueles y la carne humana era barata. Cuando Jesús vino a Birmingham sólo lo pasaron por alto, no se le lastimó ni un cabello, sólo lo dejaron morir, porque los hombres se habían vuelto más tiernos; no le causaron dolor, sólo pasaron por la calle y lo abandonaron bajo la lluvia. Y entonces llovió, la lluvia invernal lo empapó por completo. Las multitudes se fueron a casa y vaciaron las calles, y Jesús se acurrucó contra una pared y lloró por el Calvario”.
Amaba la Verdad y no se recataba en condenar la «falsa compasión» por la drogadicción, el crimen, y la homosexualidad; el aborto, el matrimonio gay, la manipulación genética, los obispos masones… Fiel al Evangelio, denunciaba la influencia del demonio a través del liberalismo, el modernismo, el marxismo y la infiltración de la masonería en la sociedad y en la Iglesia. No se lo perdonaron ni después de muerto.
En una grabación en vídeo que se conserva, Sheen comienza recordando que la palabra diabólico viene del griego diaballein, que significa «desunir, separar, encizañar». Y apunta como un «aumento de lo diabólico» las «discordias en la Iglesia», que estaban en su punto álgido en la debacle postconciliar de los años 60-70, época de esta grabación: «La discordia en las comunidades religiosas, la discordia entre los laicos, discordias en el clero… todo ello son manifestaciones del espíritu de lo diabólico entre nosotros», añadiendo:
“[Satanás] establecerá una Contra- Iglesia, que será la mona de la Iglesia [Católica]. Tendrá todas las notas y características de la Iglesia, pero a la inversa y vaciada de su contenido divino. Estamos viviendo en los días del Apocalipsis, los últimos días de nuestra era. Las dos grandes fuerzas – el Cuerpo Místico de Cristo y el Cuerpo místico del Anticristo – están empezando a trazar sus líneas de batalla para una lucha colosal.
El falso profeta tendrá una religión sin Cruz. Una religión que no piense en el mundo futuro. Una religión que intentará destruir la religión. Habrá una iglesia falsa. La Iglesia de Cristo, la Iglesia Católica será una cosa y el Falso Profeta creará otra distinta. La Iglesia falsa será mundana, ecuménica y mundial. Será una federación de iglesias y religiones, formando algún tipo de asociación global, un parlamento mundial de Iglesias. Rechazará cualquier contenido divino; será el cuerpo místico del Anticristo.”
Por sus firmes principios y valientes prédicas le denominaron el «San Juan Bautista de nuestro tiempo», pero eso mimo desencadenaría posteriormente, a su fallecimiento, la venganza de ese poder oculto que denunciaba. A otros, como su compañero de estudios en Lovaina, el P. Gommar Pauw[5], fundador del Movimiento Tradicionalista Católico en 1964, su firme defensa se la hicieron pagar en vida. Con él compartía Sheen muchos de sus postulados, pero, al principio se dejó arrastrar por las teorías modernistas durante un tiempo; solo hasta que viendo como actuaban contra su compañero al que él conocía bien sus ortodoxos postulados, reflexionó, dándose cuenta de que quienes atacaban a de Paw defendían enseñanzas del concilio que no solo no eran buenas sino que iban en contra de los principios básicos de la Iglesia. Su reacción fue ir por todo el mundo fomentando la Hora Santa para pedirle en ese rato de oración y recogimiento con el Señor, ayuda ante los desastres que se avecinaban.
Un momento muy especial para Mons. Sheen se produjo el 3 de Octubre de 1979, cuando el Papa Juan Pablo II lo abrazó en la Catedral de San Patricio, Nueva York, y le dijo: “¡Has escrito y hablado bien de nuestro Señor Jesucristo. Eres un hijo leal de la Iglesia!». El 20 de septiembre anterior había celebrado la Santa Misa por su 60º aniversario del sacerdocio y en su homilía pronunció estas palabras: «No es que no ame la vida, pero ahora quiero ver al Señor. Pasé muchas horas delante de él en el Santísimo Sacramento, le hablé en oración y de Él hablé con quien quisiera escucharme. Ahora quiero verlo cara a cara«. Murió en Nueva York dos meses después, el 9 de diciembre de 1979.
Desde ese momento en que falleció, esas fuerzas que tan mal habían llevado la defensa que de los principios y valores de la Iglesia católica había hecho Fulton a lo largo de su vida, maquinaron su venganza. La contra-Iglesia que él tanto había combatido, le dispensó un funeral Novus Ordo, en flagrante contradicción con los principios del fallecido. Posteriormente, valorada su actuación sacerdotal y después de superar una disputa (de aquellas que pronosticó se produciría entre los católicos y aún dentro de la misma Iglesia), se elevó el protocolo de sus hechos para la Causa de los Santos.
El Papa Benedicto XVI aprobó el 28 de junio de 2012 el Decreto con el que se reconoce a Sheen como una persona con «virtudes heroicas» y se convierte en «Venerable Siervo de Dios”. Este es un paso importante y previo hacia una eventual beatificación, a su vez paso previo a una canonización. Para la beatificación se requiere la confirmación por varios especialistas, de una curación extrema debida a su intercesión en, al menos, un caso. Comprobada exhaustivamente su vida, el 18 de noviembre la diócesis recibió la notificación de que el Papa Francisco había aprobado la beatificación de Fulton Sheen para el 21 de diciembre de 2019.
Sin embargo, la masonería, que durante tanto tiempo se la había guardado, aprovecha la renovación de la Conferencia Episcopal de EE.UU[6] para introducir miembros con manifiesta afinidad hacia sus perniciosos postulados masónicos que
logran aplazar la prevista ceremonia de beatificación, imponiéndose a la decisión papal. El obispo de Peoria que llevó el procedimiento, declaró que «nunca ha habido, ni hay ahora, ninguna alegación contra Sheen que implique abuso de menores» según deslizan discretamente como motivo de la suspensión. ¿Se había equivocado la Santa Sede al querer beatificarle? Al menos, así quieren que aparezca, pero es necesario saber que el motivo de posponer el acto se debe a la manifiesta inquina desarrollada por la secta por haber defendido Fulton a lo largo de su vida, como en el caso de de Paw, los valores tradicionales de la Iglesia católica. La contra-Iglesia, la falsa Iglesia del Falso Profeta como él denunciaba, tenía que hacérselo pagar. No pudieron en vida como con de Paw, pero se vengarían una vez muerto.
Posponer la beatificación de Fulton Sheen «no es un acto de prudencia, es otro acto de sabotaje», “una bomba”, dice el antiguo vicario general de la diócesis de Peoria, James Kruse. Explica que en los dos casos de abusos que se habían examinado en la causa (no por comisión, sino por un hipotético encubrimiento) se había determinado, tanto a nivel diocesano como en la Santa Sede, y tanto a nivel canónico como a nivel civil, que «Sheen no hizo nada mal«. Y ¿por qué se denuncian ahora, cuando se ha anunciado la beatificación? ¿Tuvieron que esperar al cambio de la Comisión Episcopal? ¡Y por qué es el 3 de diciembre y no el 2 ni el 4, el día de la suspensión? No es aleatoria la elección, sino perfectamente escogida como corresponde a la afición de la secta a la Numerología[7], de modo que han buscado que la fecha caiga en torno al nº 9, el signo del interés universal, que significa el fin de un ciclo, lo que posiblemente sea el oculto mensaje que transmiten entre sus afines: ¡Se acabaron las ideas expuestas por Fulton, empieza un nuevo ciclo! en el que desarrollaremos otras más afines a la secta, claro.
Añade Kruse que se ve una actitud obstruccionista por parte de la diócesis de Rochester que actúa más para sabotear la causa que para proteger el bien de la Iglesia». “Las razones de este sabotaje son desconocidas» dice Kruse, pero son muy sospechosas, añadimos nosotros. El actual obispo de Rochester, Salvatore Matano, sí ha dejado claro: «La beatificación de Sheen solo puede tener lugar después del informe del fiscal general de Nueva York» sobre la diócesis, es decir, supedita una decisión propia de la Iglesia a la autoridad civil. Un gran triunfo de la masonería que se sitúa por encima de la Iglesia y decide sobre actos que únicamente son propios de ella y también del obispo de Rochester, tan afín a los postulados de aquella, al olvidar las enseñanzas de Cristo:”Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. ¿Dónde quedó la división de poderes entre Iglesia-Estado que tanto propugnaban? Se trataba solo de quitar poder a la Iglesia para quedárselo ellos.
Kruse concluye recordando que «la diócesis de Peoria recibe constantemente informes de milagros atribuidos a la intercesión de Sheen«, por lo que confía en que la beatificación podrá por fin tener lugar, en reparación de las «dificultades» causadas y de la «vergüenza» y estupefacción que estos sabotajes de la contra-Iglesia causan en los fieles.
Sirva este artículo de humilde homenaje hacia un gran hombre de Iglesia y también de reflexión para aquellos que no creen en el poder oculto y maligno de la masonería, quizá porque lo ejercen siempre de manera encubierta, en contra de la Iglesia, sus principios y de aquellos de sus miembros que no siguen sus destructoras consignas.
- [1]Nieto del famoso masón Henry Ford I que había sido iniciado en la Palestine Lodge No. 357 de Detroit en 1894 a los 31 años, recibe el grado 33 en 1940.
- [2] Louis Francis Budenz (1891-1972) era un activista y escritor estadounidense, así como un agente de espionaje soviético y jefe del grupo de espías Buben. Comenzó como activista laboral y se convirtió en miembro del Partido Comunista de EE. UU. siempre leal a las directrices del partido, fuesen cuales fuesen, Las múltiples desilusiones que había acabado produciéndole el comunismo real durante la Segunda Guerrra Mundial, más la contundencia argumental del obispo, terminaron venciendo las resistencias espirituales de Louis. Se convirtió al catolicismo y colaboró con el FBI para desenmascarar la infiltración con la que las sucursales del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) amenazaban estructuras esenciales del país justo en los inicios de la Guerra Fría. Contribuyó, entre otros, a la investigación sobre Alger Hiss, miembro del Despartamento de Estado y uno de los más sonados espías soviéticos descubiertos en la época.
- [3] Se graduó en Leyes en la Universidad de Nueva York y en 1932 se reconocía como agnóstica y era ya una de las más activas dirigentes del Partido Comunista, del que acabó formando parte de su comité de dirección. Sin embargo, en 1949, fue expulsada. El partido alegó que en su labor como abogada, había defendido en un pleito a un propietario frente a un rentista, contraviniendo las normas de la organización contra la propiedad privada. En realidad era víctima de una de las clásicas purgas internas de los partidos comunistas, en pleno auge del estalinismo. La noticia de su expulsión, dada su notoriedad, salió en todos los periódicos que la acusaron de fascista siguiendo las consignas del partido. Por influencia de Budenz, Dodd conoció a monseñor Sheen, cuyas enseñanzas la llevó, siguiendo una evolución filosófica, a rechazar el materialismo dialéctico y acercarse a la religión.
- En 1954 escribió un libro, Escuela de oscuridad, denunciando los poderes económicos que estaban financiando en Estados Unidos y en otros países a los partidos comunistas para controlar al hombre común y destruir la civilización cristiana, (los mismos que continúan hoy en el empeño). Y denunció algo más: «En los años 30 introdujimos a once hombres en el sacerdocio con la misión de destruir a la Iglesia desde dentro. Ahora están en elevados lugares, desde donde trabajan para debilitar la actitud de la Iglesia contra el comunismo».
- [4] Se diferencia de Louis y Bella en que nunca fue comunista en sentido estricto aunque sí les apoyó en alguna ocasión. Su marido apoyó al bando nacional durante la Guerra Civil española, pero Clare no le siguió en ese punto. Hizo una donación económica a la denominada Brigada Lincoln, que se unió a las Brigadas Internacionales con voluntarios norteamericanos, en su abrumadora mayoría comunistas.
- Todo parecía sonreírle, pero en 1944 la tragedia llega a su vida cuando su hija Anne, de 19 años, muere en accidente de automóvil. Clare sufre entonces una profunda crisis espiritual… y de nuevo aparece monseñor Fulton J. Sheen, quien la guía y la conduce hasta la Iglesia, en la que ingresa en 1946. En 1952 volvió a la política con un discurso firmemente anticomunista, apoyó a Dwight Eisenhower. Tras la victoria del general, en 1953 se convirtió en embajadora de Estados Unidos en Italia, Retirada de la política por unos años, aunque consagrada intelectualmente a denunciar el feminismo nacido en mayo del 68, Ronald Reagan la rescató en 1981 como consejera de asuntos exteriores, y en 1983 recibió la Medalla de la Libertad.
- Murió cuatro años después de un tumor cerebral.
- [5] Hacia el final del Concilio Vaticano II, de Pauw entró en conflicto con el cardenal Lawrence Shehan, arzobispo de Baltimore, por la interpretación de las enseñanzas del concilio, particularmente sobre asuntos litúrgicos. Shehan exigió que de Pauw rompiera con la organización Tradicionalista. En el verano de 1965, Shehan le apartó de las tareas docentes en el Seminario Mount Saint Mary y lo transfirió a una parroquia en un suburbio de Baltimore. Poco después, de Pauw se fue a Roma tratando de conseguir la incardinación con otro obispo para poder continuar su trabajo con el Movimiento Católico Tradicionalista en Nueva York. Shehan montó en cólera y suspendió a de Pauw de sus funciones sacerdotales, pero el obispo Blais Kurz ,prefecto apostólico exiliado de Yungchow en China, apoyó a de Pauw quien por fin pudo establecerse como ministro de la Capilla Ave María en Westbury, Long Island hasta su muerte.
- [6] Composición: Presidente José Horacio Gómez Velasco, se encuentra en plena comunión con Bergoglio y separado de la tradición de la Iglesia Católica. Fulton diría que está desafiando a Dios. Ha Profanado la Catedral permitiendo que una pareja Gay con un niño presente el ofertorio en su misa sacrílega pro-gay. También permitió una conferencia para promover la homosexualidad y el culto pagano en su diócesis. Promueve la invasión musulmana.
- Vicepresidente Vigneron, arzobispo de Detroit. En contra del sentir general de la Comisión, ha vuelto a insistir en que los católicos que apoyan el “matrimonio entre personas del mismo sexo”, no deberían recibir la Sagrada Comunión. Volvió a renovar su exhortación en una vigilia por la vida, el sábado 21 de septiembre. A pesar de las críticas del lobby gay y de los “católicos de Obama” desatadas contra él, resultó elegido en tercera votación.
- Arzobispo Jerome Listecki de Milwaukee para el Comité de Asuntos Canónicos y el Gobierno de la Iglesia, no rechaza la relajación de costumbres en la Iglesia. Con respecto a la confesión de un sacerdote de su diócesis de ser gay, manifestó públicamente: “Como la Iglesia enseña, aquellos con atracción hacia personas del mismo sexo deben ser tratados con comprensión y compasión”. Ninguna recomendación a que aquellos rectifiquen. Apoya una comisión litúrgica o teológica para estudiar la posibilidad de las mujeres como diáconisas..
- Los demás obispos elegidos, al igual que los anteriores son partidarios de la línea de “Católicos de Obama” que coincide con el Papa Bergoglio en el ecumenismo, el diálogo interreligioso y en la actitud proclive a los LGTBI.
- https://www.lifesitenews.com/news/l.a.s-archbishop-gomez-presides-over-cesar-chavez-mass-pro-abortion-mayor-r?utm_content=buffer0651b
- [7] Explicación: Desde que se formó la comisión hasta la suspensión, transcurrieron 18 días, los mismos que, desde ese día hasta el previsto para la beatificación. Según la numerología, a la que muchos grupos de la masonería son afines, el 18=1+8=9, el 9 es el signo de los ideales, el interés Universal y el espíritu de combate con fines humanitarios. Simboliza la Luz interior y por él debe descubrir su calidad interior y desarrollar la nobleza del alma. La tolerancia, la esperanza, la libertad física y espiritual para abrirnos a otros mundos y pensamientos. Es el número de la persistencia, generosidad y capacidad de empuje. Desglosado, el 1 representa la necesidad de triunfar y el 8 representa el poder de la realización, la abundancia en el mundo espiritual y material. A veces denota una tendencia al sacrificio pero también a no tener escrúpulos. Debe desarrollar o equilibrar los aspectos de ambición, organización, autoridad y sentido del poder. Todo esto, según sus particulares creencias.
Antonio
13/01/2022 at 10:01
El problema es que al parecer el también celebró Novus Ordo ( me ha entristecido bastante la verdad).