Parece que el COVID-19 ha afectado a la memoria de nuestro calamitoso gobierno, pues es necesario recordar que un gobierno que se estrenó luchando contra los restos mortales de nuestro anterior Jefe de Estado, fallecido hace más de 40 años, sin embargo se ha olvidado que, supuestamente, España es actualmente una democracia, y se ha olvidado pues poco democrático es declarar un toque de queda a toda la población, sin que existan motivos racionales para justificarlo, se ha olvidado que es poco democrático obligar al pueblo español a permanecer obligatoriamente en sus casas, se ha olvidado que no es democrático impedir a millones de españoles abrir sus negocios para dar de comer a sus familias.

No deja de resultar curioso que este Gobierno, que ha hecho gala de antrifranquista, haya hecho uso y abuso de la red hospitalaria creada por el Generalísimo Franco, que haya abusado de un sistema de protección social creado por el Ministro José Antonio Girón de Velasco, al que debemos entre otros muchos logros sociales la Seguridad Social, y las dos pagas extras como derecho de los trabajadores (la del 18 de julio y navidad).

Podríamos hacernos una pregunta ¿Qué dirían los comunistas si el Generalísimo Franco hubiera decretado el confinamiento total y obligatorio? ¿Qué dirían si el Generalísimo Franco hubiera impedido que las viudas lloraran a sus muertos?

Sin embargo, el COVID-19 no ha hecho olvidar a los socialcomunistas sus constantes fobias, su fobia a la libertad, impidiendo las manifestaciones públicas, su fobia a la verdad, impidiendo por todos los medios la publicación de noticias y comentarios críticos en las redes sociales, y su fobia a los católicos, impidiendo la celebración de la Santa Misa.

Nuestro actual gobierno demuestra que el totalitarismo sí que está inserto en el ADN del comunismo.

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