La Revolución de las Mascarillas nació en el madrileño barrio de Salamanca, por lo que algunos se empeñaron en considerarlo como una revolución elitista, no obstante, al igual que paso el dos de mayo de 1808, cuando un movimiento es popular y espontáneo su poder de propagación no tiene freno. A los pocos días se extendió a barrios y pueblos catalogados como obreros: Carabanchel, Vallecas, Moratalaz, Alcorcón, Móstoles, y se extendió por toda la geografía española, Barcelona, Sevilla, Valladolid …

La revolución, que más bien debería ser llamada contrarrevolución, se ha empeñado en demostrar que el rojo ya no representa a los obreros, que los obreros, los de verdad, no los salidos de las universidades y de los chiringuitos públicos, llevan monos azules, y el azul es el verdadero color que les representa, el azul del cielo que nos quieren robar, obligándonos a permanecer confinados sin poder ver el horizonte de nuestro futuro, sin poder alzar nuestras miradas al cielo, sin poder pedir, en dulce plegaría en nuestros bellos templos, a nuestra Señora por la salvación de un pueblo que se olvidó del sacrificio de Nuestro Señor.

La izquierda está nerviosa, pues desde el 8-M el violeta es sinónimo de obcecación ideológica, y ahora el rojo representa la depresión económica, está nerviosa pues han perdido la calle.

CIUDADANOS PIERDE LA BATALLA DE LOS COLORES

Arrimadas no ha escogido buen momento para su giro ideológico, pues la formación naranja ha decido convertirse en una formación roja, aún con un color desvaído, y el pueblo, que ha permanecido dormido desde hace décadas, empieza a levantarse, lo que sin duda determinará la insignificancia política de una formación que nació para renovar la política, y luchar contra los nacionalismos disgregadores, y que ahora se ha convertido en la correa de transmisión de la masonería francesa, y pacta con el gran aliado de los nacionalista, con el mentiroso Pedro Sánchez.

NO OBSTANTE, LA POLÍTICA SE VISTE DEL ROJO DE LA VÍCTIMAS

Pedro Sánchez, ese mismo que nos mintió con una tesis doctoral, que ni era tesis, pues era plagio, que ni era doctoral, pues nada nuevo aportaba, y que ni siquiera era suya, pues estaba escrita, perdón copiada, por un negro, ha demostrado que se puede engañar a propios y extraños, naturalmente siempre que uno esté dispuesto a que le engañen, ya ahora pacta con los herederos de ETA, la derogación de la reforma laboral.

Su pacto con Bildu supone manchar la política española con la sangre de las víctimas, y supone rendirse a los intereses independentistas: hundir España para reflotar imaginarias realidades nacionales.

¿El acuerdo le saldrá gratis? Todo depende de los barones socialistas, pues, o desde dentro del PSOE dan un golpe de mano, o cualquier otro movimiento de la oposición se quedará en un infantil pataleo.

PRETENDEN TINTAR LAS CALLES DEL ROJO DE LA VIOLENCIA

A PODEMOS no se le escapa que las calles están perdidas para su causa, no obstante, están dispuestos a recuperarlas, aunque para ello tenga que verter sangre, y desplegar toda su experiencia en algaradas violentas. Sólo así se explica que Pablo Iglesias pusiera la diana sobre los líderes de VOX, del Partido Popular, y sobre determinados periodistas. ¿Iglesias se olvidó de Ciudadanos, o ya considera a la formación naranja como parte de su banda?

Advertisement. Scroll to continue reading.

Puede leer:  Los partidos extraparlamentarios exigen la aplicación del artículo 155 de la Constitución

TE NECESITAMOS: Google nos ha censurado la publicidad por ser peligrosa nuestra información. Somos un espacio de análisis lejos de los dogmas de la corrección política por lo que puedes  colaborar haciendo una DONACIÓN (pulsando aquí)

Ahora resulta que las manifestaciones espontáneas no son “jarabe democrático”, y que para los comunistas la violencia frente al disidente si está legitimada, pues claro, desde el progresismo sí se puede hacer uso del miedo y la violencia.

Y no nos olvidemos de la Marquesa, pues olvidándose de su responsabilidad en la zona cero del contagio (ese 8- M que ninguno olvidaremos) ahora dice que “la ciudadanía no entiende que las protestas incumplan las medidas de seguridad, que nos pone en riesgo a todos, después de todo el esfuerzo hecho” … pues señora Montero haberlo pensado antes, pues ahora va a ser que no, pues la ciudadanía es un invento revolucionario, y ahora quién se levanta es el pueblo. Marquesa, tiene que tener claro que en 1808 no se levantó la ciudadanía, se levantó el pueblo español, el mismo pueblo que ahora sale a la calle con banderas, y cruces de borgoña, el pueblo que enfrento dos guerras civiles en el siglo XIX contra la revolución liberal, el pueblo que se levantó en 1936 contra la revolución marxista, y el pueblo que se empieza a levantar ahora contra la revolución neomarxista y feminista.

ESPAÑA TIENE ESPERANZA

No queremos terminar sin recordar que España tiene esperanza, que aún tenemos una juventud sana dispuesta a dar la batalla, por eso te recomendamos que veas la entrevista que realizamos a Jóvenes por España, (pulsa aquí para ver la entrevista).

COMPARTE: