El pasado 23 de mayo el pueblo español salió a la calle, y como es lógico, qué mejor forma de salir que portando la bandera de España, y así las calles se plagaron de los colores patrios, aunque todo hay que decirlo, los colores era el único elemento común, pues se vieron banderas con el primer escudo constitucional (con el águila de San Juan), banderas con el segundo escudo constitucional (el actual), otras con el maravilloso Sagrado Corazón, y también se vieron las consabidas banderas con el toro … y hasta se vieron la banderas que portaron nuestros tercios por medio mundo, y que supieron llevar con dignidad los voluntarios carlistas en las guerras civiles del siglo XIX, y en nuestra guerra del 36, sí, se vieron banderas con la Cruz de Borgoña.

Ante tanta bandera, la izquierda solo ha sabido responder acusando a los manifestantes de apropiación del emblema nacional, es decir, lo de siempre, pues parece que si llevas la bandera española te quieres apropiar de los símbolos que como pueblo nos corresponden.

Algunos han afirmado que los partidos progresistas, no sabemos que concepto tienen de progreso, tienen como misión prioritaria recuperar «la bandera que ondea en su contra», pues tras el contagio de las manifestaciones que se iniciaron en el elitista barrio madrileño de Salamanca, y la presencia de miles de banderas en barrios «obreros», como Moratalaz, o Carabanchel, se han dado cuenta que el símbolo nacional es completamente trasversal.

Ahora, ¿quién hace el ridículo?

Hace unos años llevar la bandera rojigualda era asegurarse el escarnio público, pues lo moderno era llevar la bandera republicana, presumir de ella, y agredir con ella … pero ahora la bandera española se alza con dignidad, se lleva en las correas de los relojes, en los polos, en las mascarillas, en las viseras, en los coches, y hasta se cuelga en el balcon.

La izquierda no solo ha tenido que renunciar a la bandera bicolor, sino que por vergüenza han empezado a esconder la tricolor, otrora pretendida bandera del progreso.

¿Qué significa la bandera?

Ahora bien, ante tanto manifestante nos tenemos que preguntar qué significa la bandera española, pues una bandera es un símbolo, un símbolo de una idea, o de un sueño, un símbolo que se puede lucir orgulloso, si la idea representada es digna de orgullo. Por ello se hace necesario sintetizar lo que significa de verdad ser patriota, y sentirse español, se hace necesario recordar que es eso de España:

• Somos patriotas, no nacionalistas. Sabemos que todo ser humano sano ama a su patria naturalmente, y por eso respeta las patrias ajenas. Los nacionalistas son excluyentes, pues construyen su identidad desde el rechazo a los otros, y por oposición a ellos. Los patriotas, en cambio, afirmamos positivamente nuestra identidad, y por eso no rechazamos a otros.
• Creemos firmemente en la libertad humana, y por tanto consideramos radicalmente injusta la imposición individual de cualquier religión o idea religiosa. Por eso nos oponemos al laicismo, que saltándose tal barrera impone a la sociedad su religión negativa, pretendiendo desterrar cualquier vestigio religioso que recuerde que, efectivamente, el ser humano tiene una natural vocación trascendente. No obstante, la no imposición individual de una fe concreta no impide la adhesión pública y el respeto a la religión católica, que además ha sido multisecularmente la que informó nuestras leyes y moral pública.
• Ser español es no negarse al reconocimiento de los derechos naturales de los demás, por eso, nos manifestamos en contra del aborto, que niega el derecho del nasciturus a ser reconocido como un ser humano digno y distinto a todos los demás, y que por tanto exige la protección del derecho para garantizar su derecho a la vida. Igualmente, la vida debe ser protegida hasta su terminación natural.
• Ser español es creer en una economía humano, no en simples estadísticas. El ser humano trabaja para vivir, y no vive para trabajar. Y el ser humano nace y crece en una familia y en una comunidad humana natural. Por eso la economía debe tener una perspectiva humana, centrada en la familia y en las comunidades humanas naturales, de forma tal que el protagonista principal debe ser el ciudadano inserto en estas realidades naturales.
• Ser español es creer en la verdadera libertad, por esos consideramos que la educación es ante todo competencia de los padres y no competencia estatal.
• Ser español pasa necesariamente por defender la estructura básica de cualquier sociedad, por eso consideramos que defendiendo a la familia estamos dando todas las luchas importantes a la vez: la lucha por la vida, la lucha frente a las leyes de género, la lucha frente al adoctrinamiento, la lucha frente a un derecho de familia que se ha convertido en la maquinaria más destructiva de la familia.
• Creemos en una configuración el Estado acorde con nuestra historia. La auténtica libertad, en contra de lo que sostienen algunos, no se funda en la división de los tres poderes clásicos: legislativo, ejecutivo y judicial (que por cierto no existe en España). Y es que puede darse esta división y no haber libertad. Y es que la auténtica defensa de la libertad consiste en reconocer una realidad hoy ignorada: la Soberanía Social. La soberanía social la constituye el derecho inalienable de los individuos, las familias, los colegios y universidades, los municipios, de las regiones y de todas las agrupaciones sociales de gobernarse sin injerencias del poder político. Y es que precisamente la Soberanía política tiene su origen en esta previa soberanía social, por lo que debe respetarla.
• Ser español no es solo defender la ciudad, sino que es necesario defender el campo. Consideramos que es necesario organizar la ruralidad en núcleos viables contando con población joven y formada, realizar una correcta adecuación entre el tejido productivo y la población activa en el mundo rural, mejorar la financiación de la educación en entornos rurales, potenciar la agricultura y la ganadería responsable y sostenible, potenciando el establecimiento de la industria agroalimentaria de calidad cerca de los núcleos rurales, y mejorar las infraestructuras de comunicación y transporte fomentando el teletrabajo.

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