Por Br. Alexis Bugnolo

Publicado en From Rome

No me ves escribir a menudo sobre la Misa Latina, pero no es porque no esté en favor de la misma. El Novus Ordo es un desastre doctrinal, litúrgico y formativo en todas las vías posibles, incluso en el vernáculo usado.

Pero las recientes fobias que han inducido, intencionalmente, a las masas, por parte de los globalistas que quieren la dominación de todo aspecto de la vida de todos nosotros, suponen, ahora, la ocasión de decir algo que no se toma seriamente en tiempos modernos, cuando las plagas y epidemias raramente ocurren y raramente matan con la frecuencia e incomprensibilidad de eras pasadas.

¿Sobre qué estoy hablando?

Sobre esto: el antiguo rito romano es más higiénico.

Considera las siguientes comparaciones:

1. En el Novus Ordo, el párroco dice la misa mirando a la gente, por lo que si estornudan él o alguno de los asistentes, alguien tiene más probabilidad de infectarse. Pero en el Rito Antiguo Romano, el párroco la celebra ad orientem, esto es, mirando al apéndice de la nave y, con su espalda, al nártex (los recibidores en las puertas del lado oeste), desviándose por tanto de los estornudos de los feligreses, y viceversa.
2. En el Novus Ordo, el altar está cerca de la gente, mientras que en el rito antiguo este estaba en la parte superior del santuario, mucho más lejos de los bancos.
3. En el Novus Ordo, el canon es mucho más largo, y desde que se dice en voz alta, el prieto ha de tratar de enunciarlo de una manera más dramática, lo que causa muchas más explosiones de baba humana durante las pronunciaciones que en el Rito Romano Antiguo, donde el canon se enunciaba suavemente, sin fuertes movimientos labiales, que causan esas cosas.
4. En el Novus Ordo, no hay separación del Santuario (presbiterio) de la principal sección de la nave, que a menudo está en el mismo nivel, mientras que en el Rito Romano Antiguo, las iglesias tenían un santuario que fue 3, 5, 7 o incluso 9 veces más alto que el resto de la nave, y fue guardado por un raíl de comunión, o una mampara de presbiterio.
5. En el Novus Ordo, muchas más palabras se dicen en alto tanto por el cura como por el feligrés con respecto al Rito Antiguo Romano, donde, durante la mayor parte de la misa, la congregación permanecía tranquila y oradora.
6. En el Novus Ordo, los misaletes se ubican en los bancos que diariamente son transitados por todos, incrementando por tanto la difusión de cualquier germen, mientras que en el Rito Romano Antiguo, no había necesidad, y aquellos que la tenían, llevaron su propio misal, que solo él tocaba.
7. En el Novus Ordo, a la congregación se le pide que canten juntos todo, incrementando en muchos órdenes de magnitud la cantidad de atmósfera en la Iglesia que comparte gérmenes, pero en el Rito Romano Antiguo, el párroco o un simple cantor cantaba lo propio de la Misa del día.
8. En el Novus Ordo, el signo de paz es un cercano apretón de manos físico o un abrazo a todos en cada misa, mientras que en el Antiguo Rito Romano se daba solo un breve gesto entre el párroco, el diácono y el subdiácono en lo más alto
9. En el Novus Ordo, el incenso ha sido abandonado en gran parte, pero en el Rito Romano Antiguo, especialmente, la mirra, que tiene propiedades naturales antisépticas, fue usada frecuentemente en los días de fiestas importantes, cuando las multitudes se agolpaban en la Iglesia.
10. En el Novus Ordo, los feligreses son llamados a no sentirse culpables si no comparten la Más Preciosa Sangre del mismo cáliz, mientras que en el Rito Romano Antiguo, el cáliz se reservó para el párroco.
11. En el Novus Ordo, hay concelebración y a menudo, incluso otros ministerios que están cerca del altar en cada misa, mientras que en el Rito Romano Antiguo no hay concelebración, e incluso en lo más alto de la misa, el Diácono y el subdiácono guardan cierta distancia y, durante el canon, están detrás del párroco que celebra.
12. En el Novus Ordo, el Sacramento Más Bendito se pone a manudo en las manos de los feligreses que han tocado los bancos, misaletes y de uno a otro, pero en el Rito Romano Antiguo, esta se colocaba sobre la lengua de un arrodillado comunicante, de modo que el párroco podía tener más facilidad de no tocar saliva.

Por lo tanto, digo que incluso si crees en la exageración del coronavirus, o si simplemente eres más consciente ahora de la necesidad de la higiene, has de poder ver que ha llegado el momento de una completa y universal restauración del Rito Romano Antiguo.

¡Que Dios nos lo conceda!

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