En nuestro último comentario a la Carta a los Españoles, se nos quedó en el tintero, el desarrollo del concepto de legitimidad del rey. María Teresa en su carta, señala que un rey debe ser rey por la gracia de Dios, pero también se necesita que ese monarca sea legítimo, ya que el rey debe estar sujeto a las leyes racionales de la naturaleza.

Por tanto, María Teresa no presentó la dinastía legítima como un fin en sí mismo, sino como un medio para la realización de las ideas y principios monárquico-católicos que habían sostenido España y que por definición eran contrarios al liberalismo.

Por ello, la idea básica de la Carta a los Españoles, es la de que la legitimidad no procedía únicamente por derecho, sino que también lo hacía por ejercicio.

Aquel que abrazase el liberalismo, según señala María Teresa, en su Carta, se desnaturalizaría de estos principios católico-monárquicos y, por tanto, el rey legítimo debería rechazarlos, si quería serlo como tal.

Por supuesto, este escrito ha sido analizado desde diferentes ámbitos por distintos historiadores, entre ellos Miguel Artola o Alexandra Wilhelmsen. Ésta última, realizó la biografía de María Teresa de Braganza para el diccionario biográfico de la Real Academia de la Historia y en ella, señala que María Teresa fue la desarrolladora de la idea de las dos legitimidades, gracias a la Carta a los españoles y a la Carta a Juan.

Ambas legitimidades, la de derecho y ejercicio sirvieron para justificar y traspasar el trono legítimo de Juan a su hijo Carlos que empezó a ser reconocido por muchos carlistas, tras la publicación de este escrito y más aún, a partir de 1868, una vez presidida la reunión de Londres.

Carlos VII durante toda su vida se mantuvo fiel a estos principios católicos expuestos por la Princesa de Beira y que mantuvieron unido al carlismo con convicción y firmeza. Un rey no puede ser únicamente fruto de una herencia, también le deben acompañar los pilares históricos tradicionales que la nación ha depositado a lo largo del tiempo.

María Teresa con su escrito dejó una serie de principios que se mantienen inmutables para la España tradicional y que por supuesto, son contrarios al relativismo que hoy nos gobierna y que caracterizan a las naciones liberales. La Princesa de Beira con la Carta a los Españoles consolidó ideas y principios que más allá de análisis como éste, todos deberíamos sentarnos a entender.

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