El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, regresaba a la capital de España desde Bruselas después de varios días de intensas negociaciones. Al llegar al Palacio de la Moncloa, residencia del presidente y centro de mandos del Consejo de Ministros, todos los miembros del mismo le estaban esperando para rendirle un homenaje a modo de aplausos. Estas imágenes fueron grabadas por el equipo de comunicación del Ejecutivo que quiso mandar un mensaje de unidad y agradecimiento por parte de los titulares de las diferentes carteras ministeriales al líder socialista.
«¿Hay motivos para que haya tanta satisfacción, aplausos, ovación en el seno del Consejo de Ministros del Gobierno?», preguntaba en “Al Rojo vivo” la presentadora del programa, María Llapart, que está sustituyendo a Antonio García Ferreras durante sus vacaciones. A la pregunta, Rallo[1] se ha pronunciado en los siguientes términos: «Yo creo que es de primero de propaganda política que todos tienen que aparentar que han ganado. Mark Rutte también está sacando pecho por el magnífico acuerdo que ha logrado y ningún político va a dar una rueda de prensa para decir: señores he perdido absolutamente las negociaciones, pido perdón. Por eso hay que aparentar que han ganado«.
Muy cierto, puro paripé de cara a la galería. Ni su gestión de la Economía ni de la Sanidad se merece ni un aprobado en época de pandemia y lo que es peor, su actitud, su comportamiento no se merece ni el “progresa adecuadamente”, antes al contrario, ha dejado al pueblo que dice preocuparle tanto, absolutamente abandonado con la economía hecha un desastre y la sanidad en el pico más alto de la infección del Covid, después de Rusia. ¿Y él, preocupado tratando de aminorar la hecatombe? Para nada, el jefe del Ejecutivo se ha ido más que corriendo a disfrutar del palacio[2] que el rey Hussein de Jordania mandó construir a finales de los años 70 y que en los 80 regaló al Rey Juan Carlos I que la cedió a Patrimonio Nacional y que en 2015, el rey Felipe VI decidió que fuese destinada a la promoción y defensa de los intereses turísticos de España.
Ante la desastrosa situación en que han abocado a España, cabe hacerse dos reflexiones:
- Es de suponer que ese regalo no entra dentro del concepto de objeto de corrupción del que se acusa a Juan Carlos I, porque sería chusco que se beneficiaran de él los mismos que le acusan de corrupto.
- Podría parecer una broma pesada, si no fuera tan dramática la situación española, el hecho de que quien ha destrozado la industria turística bien por negligencia, ineptitud o falta de interés en promocionarla y defenderla, se aloje por cuenta del Estado en una residencia cuyo fin es ser un medio para atraer turistas.
La economía española está a la cabeza del desplome económico mundial este año según las nuevas previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Este organismo internacional ha elaborado dos escenarios en función de si hay rebrote del coronavirus y en el más adverso la economía española caerá en 2020 un 14,4%, la mayor de los países industrializados, aunque muy similar al 14,1% previsto en Francia y el 14% en Italia. El responsable del estudio en la OCDE y exministro portugués Álvaro Pereira, lo ha relacionado con el hecho de que la economía está muy centrada en dos aspectos muy perjudicados por la pandemia como son el turismo y la hostelería. La amplia recesión española obedece al hundimiento del consumo debido a la destrucción de empleo, según el informe que, por otra parte, no augura una recuperación rápida total, sino gradual, es decir, lenta.
La previsión para España en todos los indicadores es desoladora y superior a la ya dura del Banco de España del pasado lunes. El paro llegará al 20,1% este año en el escenario más adverso sin contar los llamados ERTE y peor aún en 2021 donde llegará al 21,9%. En esta previsión, supera incluso a Grecia y se sitúa a la cabeza de destrucción de empleo de la OCDE. La deuda pública alcanzará niveles astronómicos del 129,9% este año para bajar al 128,8% el próximo en coherencia con un déficit galopante del 12,5% y del 9,6%.
España ha entrado de manera oficial en el segundo trimestre en la peor recesión de su historia reciente. En el conjunto del semestre ha obtenido un Producto Interior Bruto (PIB) a precios de mercado -la riqueza que ha generado en este periodo- de 544.538 millones de euros, un 11,8% menos que en los primeros seis meses de 2019, cuando aún no había estallado en todo el planeta la crisis del coronavirus. Entre enero y junio del año pasado lariqueza producida por el país ascendió a 617.733 millones de euros. Es decir, que España ha perdido en el primer semestre 73.201 millones de euros, que es más que el dinero prometido para España por la Unión Europea para los próximos cinco años en ayudas a fondo perdido (72.700 millones), lo que evidencia que las subvenciones que recibirá el país y de las que está presumiendo Sánchez en cada intervención pública no servirán para relanzar una economía que se está hundiendo a niveles nunca vistos.
A 7 de agosto España ya es, según los datos del propio Ministerio de Sanidad, el segundo país de Europa con más casos de Covid-19 acumulados desde que se declaró la pandemia de coronavirus en el mundo. Con cerca de 310.000 contagios de Covid-19 confirmados con test PCR, España ha superado a Reino Unido (con 307.000 casos) y se sitúa solo por detrás de Rusia, que cuenta con 866.000 contagios registrados.
El informe de la OCDE elogia la reacción de países como España de ampliar rápidamente las Unidades de Cuidados Intensivos, lo que mitiga el daño de un posible rebrote a la vuelta del verano. «La capacidad del sistema sanitario era más bajo de la media de la OCDE antes de la crisis con menos UCIs, pero su número se ha más que duplicado».
A pesar de ese informe de la OCDE la situación es tan grave que la comunidad científica harta de que el Ejecutivo no se de por enterado del problema y tome medidas eficaces, lo denuncia en una carta publicada en la revista científica THE LANCET. En dicha carta una veintena de reconocidos investigadores españoles, expertos en Epidemiología y Salud Pública, defienden la necesidad de que se lleve a cabo «una evaluación independiente» de la gestión de la pandemia de COVID-19 por parte del Gobierno y de las CCAA.
Según explican los firmantes, entre los que se encuentran varios especialistas que asesoran o han asesorado a distintas administraciones públicas durante la crisis, es preciso realizar un análisis integral «de los sistemas de atención social y de salud para preparar al país para nuevas oleadas de COVID-19 o pandemias futuras, identificando debilidades y fortalezas y lecciones aprendidas».
Para ello, sugieren «una evaluación independiente e imparcial por parte de un panel de expertos internacionales y nacionales» que se centre «en las actividades del Gobierno central y de los gobiernos de las 17 comunidades autónomas» y que incluya «tres áreas: gobernanza y toma de decisiones, asesoramiento científico y técnico y capacidad operativa». Además, añaden los expertos, «deben tenerse en cuenta las circunstancias sociales y económicas que han contribuido a hacer que España sea más vulnerable, incluido el aumento de las desigualdades».
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En dicho escrito los autores –entre los que se encuentran Alberto García-Basteiro, Carlos Álvarez-Dardet, Álex Arenas, Rafael Bengoa, Carme Borrell y Margarita del Val, entre otros científicos de prestigio internacional recuerdan algunos datos que sitúan a España «entre los más afectados»: «más de 300.000 casos, 28.498 defunciones confirmadas y alrededor de 44.000 muertes a 4 de agosto de 2020». Además, mencionan que «más de 50.000 trabajadores de la salud se han infectado» y que «casi 20.000 muertes ocurrieron en hogares de ancianos». Si tiene «uno de los sistemas sanitarios con mejor rendimiento del mundo y ocupa el puesto 15 en el índice de seguridad sanitaria mundial ¿cómo es posible que España se encuentre ahora en esta posición?», se preguntan.
Los propios investigadores apuntan algunas explicaciones: «una falta de preparación para una pandemia (es decir, sistemas de vigilancia débiles, baja capacidad para las pruebas de PCR y escasez de equipo de protección personal y equipo de cuidados críticos); una reacción tardía de las autoridades centrales y regionales; procesos lentos de toma de decisiones; altos niveles de movilidad y migración de la población; escasa coordinación entre las autoridades centrales y regionales; escasa dependencia del asesoramiento científico; envejecimiento de la población; grupos vulnerables que experimentan desigualdades sociales y de salud y falta de preparación en los hogares de ancianos».
Añaden que estos problemas «se vieron agravados por los efectos de una década de austeridad que había agotado el personal sanitario y reducido la salud pública y las capacidades del sistema de salud». En su artículo, sin embargo, los autores recalcan que la evaluación que sugieren «no debe concebirse como un instrumento para repartir culpas», sino como un mecanismo para «identificar áreas donde la salud pública y el sistema de atención social y de salud deben mejorarse». En este sentido, recuerdan que aunque este tipo de análisis no son habituales en España, «varias instituciones y países, como la OMS y Suecia, han aceptado la necesidad de dicha revisión como un medio para aprender del pasado y prepararse para el futuro».
Por ello, los firmantes instan al Gobierno a considerar esta evaluación independiente «como una oportunidad que podría conducir a una mejor preparación para una pandemia, prevenir muertes prematuras y construir un sistema de salud resiliente, con evidencia científica en su núcleo».
Además de Alberto García-Basteiro, Carlos Álvarez-Dardet, Álex Arenas, Rafael Bengoa, Carme Borrell y Margarita del Val, suscriben la carta Manuel Franco, Montse Gea-Sánchez, Juan Jesús Gestal Otero, Beatriz González López Valcárcel, Ildefonso Hernández, Joan Carles March, José M Martin-Moreno, Clara Menéndez, Sergio Minué, Carles Muntaner, Miquel Porta, Daniel Prieto-Alhambra, Carmen Vives-Cases y Helena Legido-Quigley.
Y mientras tanto, ni Sánchez, ni sus 22 ministros (más un batallón de 656 asesores y personal a su disposición), toman medida alguna, ni controlan entradas en aeropuertos ni en la llegada de pateras, de cuyos inmigrantes el 40% viene infectado, las fuerzas del orden tienen dificultades para controlarlos en cuarentena por lo que se escapan de los centros y esparcen el virus por todas partes. Cualquier mal pensado podría suponer que tanta inacción es buscada. Pensemos que la expansión del virus les facilita volver a confinarnos y con la libertad individual limitada, de nuevo pergeñar medidas dictatoriales para anular la Constitución del 78, imponer la III República, comunista, por supuesto y, aprovechando ese cambio, introducir, siguiendo el ejemplo Putin, aquellos artículos que les permitan perpetuarse en el poder: D. Pedro I de figurón en el Palacio Real y D. Pablo jefe de gobierno que, al fin y al cabo, es el que “corta el bacalao”, que diría un castizo.
Terminamos volviendo al principio. Examinados los dos principales problemas que agobian hoy día a los españoles y viendo la falta de disposición del gobierno a cumplir con su obligación, recordamos y hacemos nuestras, las declaraciones de Ana Pastor ante el paseíllo y la ovación cerrada con que recibieron a Sánchez los diputados sociocomunistas en el Congreso:
“Teniendo como tenemos en este momento el drama con más de 40.000 fallecidos no estamos como para aplausos y grandes fiestas. Ni grandes ni pequeñas. Estamos tristes y con ganas de hacer cosas y salir adelante, es bochornoso”.
DEVUELVA LOS APLAUSOS SEÑOR SÁNCHEZ, NO SE LOS MERECE
- [1] Juan Ramón Rallo es doctor en Economía y licenciado en Derecho. Es ex director del IJM y profesor en el centro de estudios OMMA, en el centro de estudios ISEAD y en la Universidad Católica de Ávila. Ha recibido el ‘Premio Julián Marías’ 2011 a la trayectoria científica en el ámbito de las ciencias sociales para menores de 40 años. Asimismo es analista económico de esRadio y colabora habitualmente en Libertad Digital, El Economista y Vozpópuli, así como en otros medios como El Mundo, La Razón o el Wall Street Journal. Es autor de varios libros.
- [2] La Mareta (Lanzarote): Se trata de una moderna casa-palacio diseñada por el artista lanzaroteño César Manrique, pero que Hussein de Jordania jamás llegó a hospedarse en ella
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