El ejecutivo ecuatoriano ha aprovechado la situación creada por el COVID para aprobar todo tipo de métodos anticonceptivos y de reproducción asistida, en el llamado Código Orgánico de Salud. La norma fue aprobada por el Legislativo, el martes 25 de agosto del 2020, y curiosamente estuvieron presentes la práctica totalidad del poder legislativo.

Dado el silencia de los medios de comunicación, no solo del Ecuador, sino de los medios internacionales, el arzobispo de Quito, Alfredo José Espinoza, cuestionó el texto, y alzó su voz.

Según el arzobispo el nuevo texto legal no “defienden la vida, sino que promueven la muerte”. Según el arzobispo el pueblo ecuatoriano no quiere el “aborto por una supuesta emergencia obstétrica, no queremos que los padres de familia pierdan su papel frente a sus hijos en la educación sexual de ellos, no queremos que los médicos no puedan ejercer su objeción de conciencia frente a un aborto, no queremos los vientres de alquiler que atentan contra la dignidad misma de la mujer y el sentido de la maternidad”.

El nuevo Código homicida regula actividades como la reproducción humana asistida, regulándose el tráfico de menores mediante la maternidad subrogada que hará millonarios a los empresarios de la mal llamada salud.

Según el arzobispo “Salvaguardar la vida de las mujeres embarazadas que ingresan con un aborto en curso por emergencia es lo que garantiza la norma”, no la protección del menor.

No te pierdas el vídeo en que este sacerdote denuncia la nueva norma criminal (para ver el vídeo pulsa aquí)

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