El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, defensor de las tesis marroquíes sobre el Sáhara Occidental, afirma que el Movimiento Saharauis por la Paz (MSP), contrario al Frente Polisario, es la gran esperanza del pueblo saharaui.

Zapatero participó por videoconferencia en el Congreso del MSP, celebrado el fin de semana, y que eligió al exdirigente del Polisario Hach Ahmed como secretario general del Movimiento, creado en abril de 2020.

El Congreso, en el que según la organización “participaron por vía telemática 150 delegados ”, señala en su declaración final la necesidad de dar un empuje al proceso político “para lograr llegar a una solución justa y duradera del conflicto que salvaguarde los derechos del pueblo saharaui y ponga punto final a sus penurias”.

En la declaración no se hace referencia al derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui que exige el Polisario, acordado con Marruecos en el alto el fuego de septiembre de 1991. El MSP solicita al Polisario “una estrategia común que permita llegar a una solución pacífica, duradera y viable al conflicto”.

Sobre los Derechos Humanos, el MSP pide al Polisario “pasos palpables y convincentes” y a las autoridades marroquíes que pongan en libertad  “a todos los presos saharauis encabezados por los de Gdeim Izik”.

En su mensaje a los delegados del MSP, Zapatero dijo que esta  organización es un “un camino que ha de llevar a la mejora, al progreso a todo el pueblo saharaui” y apostó por el dialogo, el acuerdo y la convivencia. . Les animó a perseverar y a luchar, asegurando que la comunidad internacional les mira con esperanza, y les prometió su apoyo.

Padrino de una entidad fantasma

La intervención de Rodríguez Zapatero ha sido criticada por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara), que considera  se ha convertido en el padrino de una “entidad fantasma que intenta hacer sombra al único y legítimo representante del pueblo saharaui, el Frente Polisario, como han reconocido las Naciones Unidas en numerosas ocasiones”.

CEAS destaca que Zapatero, que ostenta la Orden del Trono, la máxima distinción alauita, participa habitualmente en festivales, conferencias bien pagadas, foros y todo tipo de eventos en Marruecos y en el Sáhara ocupado, siendo uno de los políticos españoles más cercano al rey Mohamed VI: “el expresidente socialista no ha dudado en alabar lo que dice son avances y progresos del régimen marroquí, incluso en el ámbito de los derechos humanos, mientras se tortura, secuestra y reprime a la población saharaui en los territorios ocupados, donde no se permite la presencia de testigos internacionales y se perpetra el expolio de sus recursos naturales”.

Agrega CEAS que Zapatero apoya una autonomía para el Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí “olvidando las cientos de Resoluciones de las Naciones Unidas que reconocen el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la independencia, e ignorando deliberadamente que el Tribunal Internacional de justicia de la Haya dictaminó en octubre de 1975 que no había ningún vinculo de carácter histórico de soberanía territorial entre el Sáhara Occidental y Marruecos”.

Zapatero, que ha asistido en varias ocasiones a la Fiesta del Trono, en la de 2016 fue condecorado por Mohamed VI  con el “cordón alauí de clase excepcional”, con la que se distingue las acciones relevantes a favor del rey y de la nación marroquí.

Entre los viajes de Zapatero a Marruecos resultó polémico el que hizo en noviembre de 2014 al Foro Mundial de Derechos Humanos de Marrakech, una operación de lavado de imagen del régimen marroquí de la que se descolgaron personalidades como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y al que negaron su asistencia las principales organizaciones de DDHH marroquíes.

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En Marzo de 2015 Zapatero asistió en la ciudad saharaui de Dajla, la antigua Villa Cisneros, al Crans Montana Fórum, una reunión de lobbystas para legitimar la ocupación marroquí del Sáhara Occidental. La reunión fue boicoteada por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana y vetada por la ONU, la Unión Europea y la UNESCO al tratarse de un Territorio No Autónomo pendiente de descolonización. Ban Ki-moon deslegitimó la presencia de Zapatero y el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, calificó de inconveniente su presencia en un encuentro  “ilegal conforme al derecho internacional”.

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