El libro Pandemia contra España se suma a esa legión, pequeña pero valerosa, de textos breves mas hechos de acero, que pugnan por romper el “pensamiento único” y las versiones oficialistas de una catástrofe que, a modo de síntesis y convergencia de males, asola hoy España. La catástrofe del Coronavirus. Asola al mundo entero, pero con peculiaridades hispanas.
De un modo muy similar a la convergencia de catástrofes del año 711, tenemos hoy una crisis económica nunca vista en generaciones, una invasión extranjera y un reemplazo étnico, una carencia absoluta de soberanía, una sumisión absoluta a los poderes eurocráticos y mundialistas, un adoctrinamiento descarado y feroz, una reinterpretación ideológica de la historia, un blanqueo del terrorismo y del golpismo separatista, una colonización cultural afro-árabe y yanqui, un ataque a muerte a la Religión Católica, una degradación galopante del Estado del Bienestar, una explotación laboral cruel, una analfabetización planificada de los niños y jóvenes… Si todos estos males que asolan a España no recuerdan la gran crisis que precedió “la pérdida de España” en la Batalla de la Janda o del Guadalete, que venga el propio Señor, como suele decirse, y lo vea.
Antes de una gran invasión, y además de esas que suponen una alienación cultural, religiosa, identitaria que durará siglos, viene siempre una convergencia de catástrofes. También los godos de Hispania se perdieron en luchas intestinas y desgarradoras. Witizianos y rodriguistas se mataban entre sí, como algún día harán estos que hoy se llaman “constitucionalistas”. Por mucho menos se perdió un Reino. La peste que venía asolando Europa y el Mediterráneo desde hacía siglos, se intensificó en la Hispania romanogoda de inicios del siglo VIII, luminaria del Catolicismo, la Hispania de San Isidoro y de los ilustres Concilios, la heredera de la Civilización romana en su parte occidental, sólo equiparable entonces a Bizancio. El hambre y la injusticia social, sin embargo, el desarraigo del pueblo ante los señores, el cainismo y el frío, las malas cosechas y las reformas necesarias siempre aplazadas… Todas las pulgas acudieron al perro flaco. Tal parece como si la historia se repitiera.
Justo antes de una invasión, y repitiendo éstos o análogos males, España recibe en 2020 el virus, y España reacciona con su acostumbrada o congénita ineficacia, improvisación, mezquindad, ignorancia. Qué enfermedad aqueja al ser medular de España, que hace que desde abismos profundos sólo levante cabeza por obra de milagros (don Pelayo y los Reyes Caudillos de Asturias, Navas de Tolosa, Reyes Católicos, Austrias Mayores…esos fueron los milagros)… Qué enfermedad sufre este país cainita y laxo, salvando los “momentos milagro”, un país excesivamente mediocre e indulgente consigo mismo, es algo que no sé. De sus varias mezclas de sangre, quizá la peor combinación es la que más fácilmente se extiende y se da a conocer, sepultando a lo noble y batallador que hay en nosotros.
Me honra figurar en la recopilación Pandemia contra España junto a una selecta y pequeña compañía de plumas afiladas y armadas de lucidez. Desde los más variados ángulos, como el legal y legislativo, el periodístico, el educativo, político-económico, social, e incluso teológico, “el problema de España”, su propia existencia como Nación y como comunidad viable se plantea ante una Pandemia que, con independencia de su origen (natural o intencionado) ha trastocado el panorama geopolítico y ha dado pie a la emergencia de nuevos actores poderosos que lideran la capacidad de controlar catástrofes de dimensión internacional no sólo en el plano militar y en el comercial, sino en el estrictamente sanitario (Rusia y China). La agenda “digitalizadora”, con la consiguiente pérdida masiva de empleos y los cambios culturales que van a suponer un confinamiento sine die de baja intensidad, es ya una realidad que se impone. La religión “Greta Thunberg”, es decir, una agenda “verde” digital idiotizante, con una nueva regionalización de los impulsos globalistas, en vez de una globalización sin restricciones, también formará parte de esta dictadura mundial. Y mientras los colegios se pliegan a las herramientas del Papá Google para que la educación se vaya privatizando, y los ambulatorios despiden a los médicos españoles (excelentemente formados) para traernos a facultativos extranjeros formados en universidades selváticas y tercermundistas, los españoles seguiremos votando a políticos delincuentes, corruptos y analfabetos funcionales. Mientras la Unión Europea admite productos agrícolas norteafricanos en competencia desleal con los nuestros, y los yanquis y gabachos arman al Sultán marroquí hasta la médula, haciéndole la corte como “llave” del Mediterráneo y supuesto “dique” contenedor del yihadismo, España misma se convierte en colonia de África. España quiere ser colonia de los mahometanos y africanos, pues pone su territorio (antes soberano) a su disposición, junto con café caliente y “todo gratis”, en detrimento de lo nuestro.
Nunca hubo gobernantes más funestos, idiotas y pérfidos. Los “constitucionalistas” nos quieren convencer de que la marca A de constitucionalismo es mejor que la marca B, cuando en realidad todo es mentira. Aferrarse al mito de una “Constitución” avanzada en su día, que rompió con la “dictadura fascista” o permitió una “transición de ley a ley” es creer en el Cuento de Caperucita. La historia es otra: la oligarquía azul se amplió en 1977 hasta abarcar a una nueva oligarquía roja, morada y hasta de color marrón excrementicio. Todos a saquear en nombre de esa nación que se salvó una vez en Covadonga, y cien veces más ante los moros, los franceses, los ingleses, los turcos, los berberiscos… Pero ya no poseemos moneda propia ni ejército que guarde nuestras fronteras y cuide de nuestra soberanía, sino que hace unos como “Erasmus” otanescos en las fronteras con Rusia. Adivino que la pandemia cortará aún más las posibilidades de crear una “guerrilla” en medio de esta España invadida y echada a perder, esa guerrilla tan famosa que logró expulsar en su día a Napoleón o que puso en jaque a los ejércitos masónico-liberales madrileños en nombre de la Tradición. De las cabalgadas de la Reconquista hasta la acción de relojería perfecta y heroísmo de los Tercios de Flandes, pasando por los formidables cañoneos y abordajes de nuestros galeones y galeras, hasta las guerrillas hispanísimas y raciales del XIX, llegamos a la España acojonada, hundida bajo mascarilla, sin aire y confinada. Los autores de esta obra diagnosticamos y ponemos el dedo en la llaga.
Mejor leer que llorar.
- Título: Pandemia contra España
- Autores: Davy Rodríguez, Ernesto Ladrón de Guevara, Blanca García Martín, José Antonio Bielsa Arbiol, Carlos Martínez-Cava, Carlos X. Blanco, Sergio Fernández Riquelme y Alba Lobera.
- Editorial: Letras Inquietas, Cenicero, 2020
- Páginas: 76
- PVP: 11,99 €
- ISBN-13 : 979-8683469313
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