Si había alguna duda acerca cuál era el verdadero objetivo tras la escenificación global de la falsa pandemia de coronavirus (es decir: el fraude u operación criminal más grande de la historia), el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, la ha despejado completamente al proponer la creación de un gobierno único global con la estúpida excusa de combatir la epidemia inexistente.
No hace mucho, otro de los protagonistas de la conspiración, un tal Linnett, vicepresidente ejecutivo de NM Rothschild, anunció igualmente la necesidad de crear un gobierno mundial con capital en la City de Londres –ese estado independiente incrustado en el Reino Unido del que la propia Reina de Inglaterra es un simple vasallo- a fin de coordinar globalmente las medidas necesarias para atajar el supuesto cambio climático tan falso como la falsa pandemia del coronavirus. Por supuesto los representantes de dicho gobierno los elegirá a dedo algún que otro banquero en la sombra como Lord Rothschild.
Hay que decir que la subida alarmante de casos de coronavirus solo responde al deseo de precipitar la instauración de nuevo orden mundial tiránico y quizás al pánico que se ha apoderado de los gobernantes serviles, que ven cómo se multiplican la plataformas para luchar contra sus políticas ilegales y suicidas y cómo se conciencian los ciudadanos de que están siendo objeto de una espantosa burla.
Que la tiranía única universal fruto del pensamiento único promovida por la prensa y la universidades mercenarias compradas y financiadas por el banco central mundial ya existe lo demuestra el papel que el gobierno comunista chino juega en el mismo.
No tiene nada de extraño que el gobierno chino haya participado de forma destacada en la escenificación de la farsa del coronavirus, las grandes corporaciones que se han forrado con ella están detrás de la nueva Ruta de la Seda que marcha como la seda en dirección a la nueva tiranía totalitaria: ahí es donde nos conducen las carreteras que construyen las corporaciones que utilizan al gobierno chino como pantalla.
Algunos periodistas de la prensa alternativa de la izquierda consciente o inconscientemente masónica (más lo segundo que lo primero) intentan convencernos de que el gobierno chino es independiente y supone una alternativa al capitalismo carroñero occidental. Para comprobar lo lejos que se encuentran de la verdad basta con examinar quién se sienta en la junta de la Iniciativa Belt and Road o Nueva Ruta de la Seda china a través de la cual Goldman Sachs extiende sus tentáculos en todo Oriente, mientras que Occidente se desangra con las revoluciones de color negro promovidas por George Soros, el testaferro de la banca internacional disfrazado de filántropo.
El presidente de la Junta de la corporación “Silk Road Finance” es John L. Thornton, presidente ejecutivo de la corporación “Barrick Gold” y miembro de la junta de la “Ford Motor”; presidente no ejecutivo de “Pinebridge Investments”, y presidente de la Junta de Consejeros de la “Brookings Institution”. También ha trabajado en la junta de “China Unicom”, del HSBC el banco más mafioso del mundo implicado en el lavado a gran escala del dinero negro procedente del tráfico ilegal de drogas, así como del Banco Industrial y comercial de China. Trabajó por supuesto para Goldman Sachs de 1980 a 2003 y está considerado como una de las 40 personas más influyentes a la hora de configurar los mercados financieros globales.
El vicepresidente del Centro de Investigación y Planificación de la “Silk Road”, y asesor financiero internacional del Banco de Desarrollo Chino, un tal Shan Li, es por supuesto el economista jefe de Goldman Sachs encargado de los asuntos chinos.
Peter Wheeler socio corporativo de la “Silk Road” trabajó durante años para Goldman Sachs y se convirtió en socio de la firma en 1994. Es la persona (o ex persona, porque ahora sólo son personas las corporaciones) encargada de dirigir la inversiones bancarias de la empresa en Asia.
Es raro el banquero o economista a cargo de la política financiera de la Unión Europea que no ha trabajado para Goldman Sachs, que es la corporación responsable de la crisis que hundió la economía griega y la de todos los países miembros de la UE.
No quiero aburrirles dando más nombres, pero es preciso destacar la participación destacada en el proyecto globalista del español, si es que lo es todavía, Javier Solana, antiguo ministro, como todos sabemos, de asuntos exteriores de España. En la actualidad preside el ESADE o centro de economía y geopolítica Global.
El ESADE constituye un grupo de expertos globalistas que está asociado con el “Brookings Institute”. Solana trabaja en el ámbito de la política exterior (que es lo suyo y la única política que existe ya porque es toda ella globalista) para la “Brookings Institution” y es miembro de la junta del grupo de expertos globalistas denominado International Crisis Group (ICG). En el ICG ocupan puestos destacados el comandante de la OTAN Wesley Clark, George Soros y su hijo Alexander.
Hay que decir que, si los globalistas como Solana se ha vuelto chinos con el tiempo y una caña, China ha dejado de ser China con el globalismo para convertirse en una inmensa corporación de capital apátrida y trashumante; todos los países están dejando de serlo y se han convertido en sucursales de la gran corporación de la City de Londres; cegados por un espejismo, dejan de ser lo que fueron o lo que pudieron ser y se convierten en simples filiales de la inmensa corporación parásita.
No es extraño, como afirman algunos, que las autoridades chinas no se molesten en examinar la sostenibilidad de los proyectos que financian con el dinero en parte robado por la gran banca a los contribuyentes occidentales y que a menudo sólo responden a la megalomanía de los déspotas orientales que apadrinan.
Y es que el principal objetivo de la iniciativa, aparte de colonizar el lejano oriente y apoderarse de sus recursos, es ahogar a los gobiernos en deudas a través de proyectos de muy dudosa viabilidad que con harta frecuencia sólo sirven para llenar los bolsillos de los políticos corruptos que los solicitan.
La nueva Ruta de la Seda se parece demasiado a los proyectos descabellados propugnados por la banca globalista en Occidente, que llenaron la geografía europea de campos de golf desiertos, autopistas que nadie necesitaba o edificios que se pudren en urbanizaciones desiertas, que provocaron la gran crisis en Europa, y que puso a los gobiernos de rodillas frente a la banca facinerosa.
El poder de la banca privada disfrazada de pública que ya era inmenso a principios del siglo XX se acrecentó alarmantemente con el abandono del patrón oro por parte de Nixon y la creación del dinero fiduciario, no respaldado por oro ni ningún otro activo y por tanto carente de valor intrínseco alguno.
La creación del dinero fiat o fiduciario por parte de la banca globalista fue una jugada maestra que puso a la ciudadanía mundial en sus manos; ahora por fin podían imprimir el dinero que se les antojase para financiar sin restricción alguna sus guerras y sus proyectos faraónicos, y apoderarse de los bienes y activos más importantes en todas partes, una vez cambiada la legislación en su provecho. La última maniobra a este sentido fue la conversión de las corporaciones en personas que gozan de todos los derechos que nos han arrebatado a nosotros; las corporaciones son las únicas personas ahora que los miembros de una humanidad deshumanizada han dejado de serlo
No es ninguna coincidencia que el abandono del patrón oro provocado por la bancarrota en que incurrió Estados Unidos a causa de la guerra de Vietnam, coincidiera con el estrechamiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China, o que Henry Kissinger se entrevistara en secreto con el embajador de la República Popular China en Francia poco antes de la visita histórica del presidente norteamericano al país asiático. Washington y Pekín estaban sentando las bases de la globalización financiera que al igual que el capitalismo que nadie se ha decidido a definir con propiedad todavía, no implica otra cosa que el gobierno despótico de los banqueros en la sombra y el sometimiento absoluto de los políticos títeres a los dictados de un puñado de financieros a los que le importa un bledo el interés o el bienestar de los ciudadanos o la riqueza de las naciones y que no tienen otro objetivo que acrecentar de forma obscena su poder y su fortuna personal.
¿Pero por qué han elegido China como el estado apoderado a través del cual extender sus redes clientelistas? Se me ocurren dos motivos muy simples: porque es un país comunista, es decir totalitario, donde no existen las tradiciones liberales -o libertarias como prefieran- que existen en Occidente y porque no es sospechoso de imperialismo. Estados Unidos se ha labrado una triste reputación de potencia colonial opresiva a través de una serie interminables de guerras provocadas en beneficio de los financieros en la sombra, o lo que es lo mismo: de la masonería. que fue la principal beneficiaria de las mismas y no el pueblo norteamericano. Los agentes que estuvieron detrás del supuesto imperialismo norte americano son los mismos que están detrás de la creciente poderío de la República China cuyo desarrollo ha sido financiado en parte con los billones de dólares robados a los contribuyentes de Europa y de Estados Unidos (un país al que han decidido hundir en el más absoluto caos), y por supuesto con el trabajo mal remunerado del pueblo chino esclavizado por sus élites.
La entronización de los prestamistas usurarios como nuevos reyes en la sombra del mundo lo posibilitó la Revolución Francesa desencadenada por las logias masónicas financiadas por los primeros. Por supuesto ello fue posible a causa de la avaricia de numerosos aristócratas entusiasmados con las “artes mágicas” de los banqueros que llenaban sus bolsillos mientras vaciaban los de sus súbditos. Son los mismos aristócratas y potentados que figuran hoy en día en numerosas órdenes masónicas disfrazadas de cristianas como la Orden de Malta y otras muchas, y que se adornan con todo tipo de distinciones estrafalarias y ridículas condecoraciones que por supuesto no se merecen, por lo menos a ojos de los pueblos y las naciones a los que traicionan. Harían bien en reflexionar sobre la triste suerte del duque de Orleans que soñó con encabezar la revolución masónica francesa y acabó decapitado por la guillotina.
El nuevo régimen que instauró por medio del terror la Revolución Francesa es tan autoritario y aristocrático como el antiguo sólo que los nuevos aristócratas no son los descendientes de los señores feudales medievales sino de los usureros. Ambos afianzaron su poder por medio de las guerras, sólo que los nuevos amos del mundo no las libran, simplemente las financian, como financian los drones asesinos no tripulados que le han arrebatado a la guerra por fin toda sombra de heroísmo y la han convertido en una mera transacción sangrienta.
¿Qué es lo que cambió con el paso del Antiguo Régimen al Nuevo Régimen? Cambió el poder de los banqueros o mejor dicho de los usureros que fue creciendo a partir de entonces de forma alarmante y ahora es omnímodo, y por supuesto el credo, que ha pasado de ser cristiano a ser gnóstico, cátaro o bogomilo; en realidad probablemente sea sabateo, es decir: abiertamente satánico El satanismo está tan de moda como las mascarillas faciales que ocultan el rostro que está prohibido en el infierno y en la república universal satánica, los condenados al infierno en este mundo y en el otro sólo tienen culo y a veces se les adjudica un numero que antes se tatuaba en el brazo y ahora quieren inoculártelo en la sangre por medio de las vacunas mortíferas de Bill Gates con microchip incorporado; una vacuna destinada supuestamente a combatir un virus cuya existencia todavía no ha sido demostrada científicamente; (y hablo de la ciencia esotérica basada en la cábala, que es la ciencia oficial del imperio; otras ramas de la ciencia ni siquiera admiten que los virus provoquen enfermedad alguna, sólo los consideran material genético inofensivo desechado por las células). Y es que en el nuevo régimen global todo es mentira.
Al Antiguo Régimen, constituido por monarquías cristianas y supuestamente absolutas cuyo poder no era ni de lejos tan absoluto como el que detentan ahora los banqueros globalistas, se le reprochaba que los cargos fueran de carácter hereditario, pero el poder en el nuevo régimen es tan hereditario como en el viejo; unas cuantas familias sin corona al servicio de la corona de la City se disputan los cargos en las administraciones y cancillerías del estado totalitario global que como dije en realidad ya existe extraoficialmente, sólo falta que algún chupatintas redacte una constitución que lo instaure oficialmente como también proponía el mismo Linnet. ¿Cuánto dura la dinastía Bush o la dinastía Rockefeller? ¿Cuánto tiempo durarán los Clinton? De vez en cuando un advenedizo ingresa en los herméticos círculos del poder e introduce a su familia, pero eso también sucedía durante el Antiguo Régimen en el cual las dinastías y los favoritos de los reyes bailaban según los decretos de la diosa Fortuna.
No se trata aquí de defender el despotismo de los dirigentes del Antiguo Régimen, sino de atacar el despotismo de los nuevos sátrapas y mandarines en la sombra que justifican su permanencia en el poder a través de la farsa de las elecciones amañadas o teledirigidas y que reemplazan a los gobernantes tan pronto dejan de plegarse a sus designios. Hay que defender las libertades civiles conquistadas al calor de las convulsiones provocadas con el fervor revolucionario, pero dichas libertades no eran el auténtico objetivo de las sociedades secretas que lo provocaron y que en todo momento dirigieron su curso.
Acerca de la doctrina sabatea habría que decir algunas palabras porque probablemente se trate de la secta más peligrosa del mundo y la más desconocida. Y la reciente guerra contra el pueblo Armenio promovida por el tirano Erdogan me viene al pelo.
Es difícil encontrar una empresa criminal a gran escala cometida en los últimos trescientos años detrás de la cual no se encuentre alguna organización masónica. No sería extraño que estuviera también detrás de la reciente guerra contra el pueblo armenio
La masonería estuvo definitivamente detrás del espantoso genocidio armenio que acabó con la vida de más de un millón de personas, para llegar a semejante conclusión basta con examinar de cerca la inquietante figura de Emmanuel Carasso, un judío sefardí procedente de Tesalónica (esto último es un hecho sumamente significativo).
Carasso era un miembro prominente de la organización los Jóvenes Turcos que era sin duda una organización cripto-sabatea, fue presidente de la logia masónica de Tesalónica “Macedonia Risorta” y pionero en la difusión del movimiento masónico en el Imperio Otomano. Las logias masónicas y otras sociedades secretas en Tesalónica constituían lugares de encuentro para los simpatizantes de los Jóvenes Turcos que fueron quienes organizaron la espantosa carnicería, incluido Talat Pasha, gran maestre de la logia masónica del rito escocés en el Imperio Otomano y uno de los directos responsables de la masacre de armenios, griegos y asirios.
Los líderes de los Jóvenes Turcos solían reunirse en la logia Gran Oriente de Tesalónica financiada por Rothschild. Y sin duda profesaban como el propio Emmanuel Carasso, la doctrina sabatea.
El culto sabateo de carácter satánico ha sido condenado incluso por los propios judíos ortodoxos. Y es que es importante enfatizar que los sabateos no son propiamente judíos; aunque influenciados por la Cábala constituyen una secta satánica que profesa la extraña doctrina de la redención a través del pecado o del mal, y promueve la duplicidad y el crimen para subvertir todas las religiones incluido el judaísmo y alcanzar la dominación universal.
Fue Sabbatai Zevi, un cabalista de origen griego que afirmó ser el Mesías judío, quien fundó el Movimiento. Sus seguidores después de una falsa conversión al Islam serían conocidos como Donmeh en el Imperio Otomano.
Después de su muerte, la viuda de Sabbatai Zevi, los hermanos y los hijos de su primera esposa se mudaron a Tesalónica. Su tumba fue visitada por peregrinos Donmeh de Tesalónica (la misma ciudad que vio nacer a Carasso) hasta principios del siglo XX.
La conexión entre los sabateos y los Rothschild no sería otra que la establecida por Jacob Frank, uno de los hombres más siniestros de la historia, que conoció a los Dönmeh sabateos turcos cuando era un vendedor ambulante en Turquía en 1750. Por supuesto, tras su iniciación en el movimiento pasó a considerarse la reencarnación de Sabbatai Zevi y, en consecuencia, el nuevo Mesías judío.
¿Son sabateos algunos miembros de la casa de los Rotchilds? Se sabe que Michael Hess, miembro destacado de la logia masónica de Frankfurt y seguidor de Jacob Frank fue contratado por Mayer Amschel Rothschild como tutor de sus hijos y que un Rothschild expresó su deseo de convertirse en el nuevo rey de los judíos a principios del siglo XX.
El inmerecido prestigio e influencia de los agentes de los Rothschild (como George Soros) y la City de Londres, que es el único estado completamente independiente que queda en el mundo, pusieron muy probablemente a Nikol Pashinyan en el poder en Armenia, y son los mismos que deciden la política del gobierno israelí (y de la mayoría de los gobiernos de todo el mundo en gran medida) y quienes proporcionan indirectamente las armas a Azerbaiyán con las que están asesinando a los armenios. La guerra es junto al narcotráfico su principal negocio.
El objetivo perseguido por las organizaciones financiadas por Soros en Armenia era probablemente enemistar a las élites de ese país con Rusia y apartarlo de su esfera de influencia a fin de que se enfrentase sólo y sin sus aliados tradicionales al ataque de Azerbaiyán. Ese hombre es como uno de los jinetes del Apocalipsis que allí por donde pasa arrasa. Debería ser declarado persona non grata por todas las naciones que aspiren a recobrar su libertad y su independencia. Siempre anuncia la muerte y la ruina. Todas las organizaciones que respalda son lobos disfrazados de corderos.
No sé si Nikol Pashinyan es consciente de los verdaderos objetivos perseguidos por las fundaciones falsamente humanitarias y progresistas financiadas por George Soros (es decir, por los banqueros mafiosos de los grandes centros financieros occidentales), puede que se haya creído su ridícula propaganda. No lo culpo demasiado, la élite bancaria mafiosa de la City de Londres y su filial de Wall Street ha acumulado tal poder que pocos son los gobiernos que escapan a su nefasta influencia y constituyen una triste realidad con la que lamentablemente hay que contar, pero sus últimas maniobras son tan descabelladas que podrían precipitar su fin o al menos mermar su poderío. Me refiero a los confinamientos injustificados y suicidas y otras medidas ilegales con las que los gobiernos títere al servicio de la banca globalista pretenden contener supuestamente la falsa pandemia y que no tienen otro objetivo que humillar a la población, adiestrarla en la sumisión más rastrera a los nuevos tiranos, arruinar a la pequeña y mediana empresa, acabar con las libertades civiles en todas partes y precipitar la creación de una tiranía global satánica.
No creo que sea coincidencia que el artífice del infame confinamiento global no fuera otro que Neil Fergusson, el vicedecano de la facultad de Medicina del Imperial College de Londres, plagado de masones. Me temo que la corona del Coronavirus no es otra que “Corona” de la City independiente de Londres y que no hay que identificar con la Corona del Reino Unido.
La guerra contra la libertad, la justicia y la prosperidad en todo el mundo y la esclavización de todos los países está siendo llevada acabo en nombre de la salud pública y por gobiernos supuestamente democráticos. Está claro que si planeas conquistar el mundo a través de la “Democracia” tienes que crear una falsa izquierda y una falsa derecha. La izquierda la encabeza George Soros (encargado de gestionar todos los partidos políticos de izquierda del mundo) y la derecha la encabeza probablemente Kissinger (encargado de gestionar todos los partidos políticos de derecha del mundo), ambos, por supuesto, están al servicio de la casa real en la sombra de los Rothschild con capital en la City de Londres.
No son muchos los líderes mundiales que se oponen abiertamente a este diabólico plan de controlar y gestionar completamente la economía mundial por parte de un grupo de mafiosos y banqueros globalistas que se reúnen para conspirar en el estado independiente de la City de Londres y que han elegido China como Estado apoderado a través del cual controlar Oriente. Estados Unidos convertido en un satélite fascista se encargaría de controlar Occidente. Ambos estados no tendrían otro papel que albergar la sede de las grandes corporaciones supranacionales dirigidas por financieros carroñeros que nadie ha elegido. Pero la mayoría de la gente en todas partes se está dando cuenta del engaño y la conspiración y comienza a rebelarse contra ellos.
Parece, como ya mencioné, que el “New Yorker” se refirió en 1840 a los deseos de Moses Montefiore (cuñado de Nathan Rothschild y para algunos su apoderado) de convertirse en el Rey de los Judíos que según la profecía judía significa el Rey del Mundo y según la profecía cristiana, el Anticristo. Si el Nuevo Orden Mundial se estableciera finalmente, esa calamidad podría hacerse finalmente realidad para desgracia de todos.
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