• Conferencia sobre Identidad Católica – 23-25 ​​de octubre de 2020
• Como la revolución del Vaticano II, sirve al Nuevo Orden Mundial – Monseñor Carlo Maria Viganò, ex nuncio apostólico

«Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos».Mt 8, 22

1. Vivimos tiempos extraordinarios

Como probablemente cada uno de nosotros ha entendido, nos encontramos en un momento histórico en el que acontecimientos del pasado, que antes podían parecer desconectados entre sí, demuestran estar inequívocamente conectados tanto en los principios que los inspiran como en las metas que se proponen. Una mirada equitativa y objetiva no puede dejar de captar la perfecta coherencia entre la evolución del marco político global y el papel que ha asumido la Iglesia Católica en el establecimiento del Nuevo Orden Mundial . Para ser más precisos, deberíamos hablar del papel de esa parte aparentemente mayoritaria de la Iglesia, en realidad numéricamente pequeña pero extremadamente poderosa, que por brevedad resumo en la expresión iglesia profunda .

Es evidente que no hay dos Iglesias – lo cual sería imposible, blasfemo y herético – ni la única Iglesia verdadera de Cristo hoy ha fallado en su misión, pervirtiéndose en una secta. La Iglesia de Cristo no tiene nada que ver con estos rebeldes que la han ocupado durante los últimos sesenta años. La superposición entre la Jerarquía católica y los miembros de la iglesia profunda no es un hecho teológico, sino una realidad histórica que escapa a las categorías habituales y que debe ser analizada como tal .

Sabemos que el proyecto del Nuevo Orden Mundial consiste en el establecimiento de la tiranía por parte de la masonería: un proyecto que se remonta a la Revolución Francesa, el Siglo de las Luces, el fin de las Monarquías Católicas y la declaración de guerra a la Iglesia. Podemos decir que el Nuevo Orden Mundial es la antítesis de la societas christiana , concreta la Civitas diaboli opuesta a la Civitas Dei , en la eterna lucha entre la Luz y la Oscuridad, el Bien y el Mal, Dios y Satanás.

En esta lucha, la Providencia ha colocado a la Iglesia de Cristo, y en particular al Sumo Pontífice, como kathèkon , el que se opone a la manifestación del misterio de iniquidad (2Tes 2, 6-7). Y la Sagrada Escritura nos advierte que este obstáculo, el kathèkon , ya no existirá cuando aparezca el Anticristo . Me parece bastante evidente que la proximidad del fin de los tiempos está ante nuestros ojos, ya que el misterio de la iniquidad se ha extendido por todo el mundo con la desaparición de la valiente oposición del kathèkon .

[ Sobre la irreconciliabilidad entre la Ciudad de Dios y la Ciudad de Satán, el jesuita Spadaro deja a un lado la Sagrada Escritura y la Tradición, haciendo suyo el Bergogliano embrassons-nous . Según el director de La Civiltà Cattolica, la encíclica Fratelli Tutti

« También sigue siendo un mensaje con un fuerte valor político, porque -podríamos decir- trastoca la lógica del apocalipsis que impera hoy . Que es la lógica integrista que lucha contra el mundo, ya que cree que es lo contrario de Dios , es decir, un ídolo, y por lo tanto a ser destruidas tan pronto como sea posible para acelerar el final de los tiempos. El abismo del apocalipsis, de hecho, frente al cual ya no hay hermanos: solo apóstatas o mártires en la carrera «contra» el tiempo. […] No somos militantes ni apóstatas sino todos hermanos ” ^[1] .

Esta estrategia de desacreditar al interlocutor con el sobrenombre de «integralista» tiene como objetivo, evidentemente, facilitar la acción del enemigo dentro de la Iglesia, tratando de desarmar a la oposición y anular la disidencia. También lo encontramos en el ámbito civil, donde los demócratas y el estado profundo se arrogan el derecho de decidir a quién otorgar licencias de legitimidad política y a quién condenar sin apelar al ostracismo mediático. El método es siempre el mismo, porque lo mismo es la inspiración; así como la falsificación de la historia y de las fuentes es siempre la misma: si el pasado desautoriza la narrativa revolucionaria, los seguidores de la Revolución censuran el pasado y lo reemplazan por un mito. Incluso San Franciscoes víctima de esta adulteración que le gustaría ser el abanderado del pauperismo y el pacifismo tan ajenos al espíritu de la ortodoxia católica como instrumentales de la ideología dominante: prueba de ello es el último recurso fraudulento al Poverello de Asís en Fratelli Tutti para justificar la el diálogo, el ecumenismo, la hermandad universal de la anti-iglesia bergogliana. ]

No cometamos el error de querer devolver los hechos presentes al contexto de la «normalidad», juzgando lo que ocurre con los parámetros jurídicos, canónicos y sociológicos que esa normalidad presupondría. En tiempos extraordinarios, y en este caso recae la actual crisis de la Iglesia, se producen hechos que van más allá de lo cotidiano a lo que estaban acostumbrados nuestros padres. En tiempos extraordinarios podemos escuchar a un Papa confundir a los fieles; ver a los príncipes de la Iglesia acusados ​​de delitos que en otras épocas habrían provocado horror y merecido penas muy severas; asistir a ritos en nuestras iglesias que parecen haber sido concebidos por la mente perversa de Cranmer; ver algunos prelados que llevan el ídolo inmundo de la pachamama en la procesión de San Pedro, y escuchar al Vicario de Cristo disculparse ante los adoradores de ese simulacro si un católico se atrevía a arrojarlo al Tíber. En tiempos extraordinarios podemos escuchar a un conspirador – el cardenal Godfried Danneels – que desde la muerte de Juan Pablo II la mafia de St. Gallen estaba conspirando para obtener la elección de uno de los suyos, que resultó ser Jorge Mario Bergoglio; y ante esta desconcertante revelación podemos quedarnos petrificados como ante la vista del basilisco, sin que ni los cardenales ni los obispos expresen su indignación y pidan que la verdad salga a la luz.

[La convivencia del bien y del mal, de santos y condenados en el cuerpo eclesial siempre ha acompañado los acontecimientos terrenales de la Iglesia, empezando por la traición del Iscariote. Y es significativo que la anti-iglesia trate de rehabilitar a Judas – y con él a los peores herejías – para hacerlos elevar a modelos ejemplares, «anti-santos» y «anti-mártires», y así sentirse legitimado en sus herejías, en su inmoralidad, en sus vicios. La convivencia, dije, de los buenos y los malos, que el Santo Evangelio menciona en la parábola del trigo y la mala hierba, parece haber cambiado en el predominio de los últimos sobre los primeros; con la diferencia de que el vicio y las desviaciones que alguna vez fueron una plaga, hoy no solo se practican y toleran más, sino que se fomentan y se hacen objeto de elogios,]

2. El eclipse de la verdadera Iglesia

Durante sesenta años asistimos al eclipse de la verdadera Iglesia, oscurecida por una anti-iglesia que se ha apropiado progresivamente de su nombre, ha ocupado la Curia Romana y sus Dicasterios, Diócesis y Parroquias, Seminarios y Universidades, los Conventos y Monasterios; ha usurpado su autoridad y sus ministros visten sus vestiduras sagradas; usa su prestigio y poder para apropiarse de sus tesoros, sus activos y sus finanzas.

Este eclipse, como ocurre en la naturaleza, no ocurre de repente, pasando de la luz a la oscuridad por la estrella que se interpone entre el sol y nosotros. Es un proceso relativamente lento pero inexorable, en el que la luna anti-iglesia sigue su propia órbita hasta que se superpone con la luz del sol, generando un cono de sombra que se proyecta sobre la tierra. Nos encontramos ahora en esta sombra doctrinal, moral, litúrgica y disciplinaria . Aún no se trata de un eclipse total -lo que veremos al final de los tiempos, bajo el reinado del Anticristo- sino solo un eclipse parcial , que nos permite ver la corona luminosa del sol sobre la que se superpone el disco negro de la luna.

El proceso que llevó al eclipse actual de la Iglesia comenzó con el Modernismo , sin duda. La anti-iglesia ha seguido su propia órbita a pesar de las solemnes condenas del Magisterio, que en esa fase brilló con el esplendor de la Verdad. Pero solo con el Concilio Vaticano IIesta entidad espuria podría superponerse a la Iglesia, oscureciendo inicialmente una pequeña parte de ella que fue aumentando gradualmente. Aquellos que luego señalaron el sol deduciendo que la luna ciertamente lo habría oscurecido, fueron acusados ​​de ser un «profeta de la perdición», con esas formas de fanatismo e intemperancia que surgen de la ignorancia y el prejuicio. El caso emblemático de Monseñor Marcel Lefebvre y algunos otros prelados confirma, por un lado, su clarividencia y, por otro, la descompuesta reacción de sus oponentes; quienes, por temor a perder el poder y ser expulsados ​​ignominiosamente del recinto sagrado, han ejercido toda su autoridad para desmentir las pruebas y mantener ocultas sus intenciones.

Podemos decir, para conservar el símil del eclipse, que en el cielo de Faith representa un fenómeno raro y extraordinario. Pero negar que la oscuridad se extiende durante el eclipse, solo porque esto no sucede en condiciones ordinarias, no es una indicación de fe en la indefectibilidad de la Iglesia sino de superstición, si no de mala fe y negación obstinada de la evidencia. La Santa Iglesia, según las promesas de Cristo, nunca será abrumada por las puertas del infierno , pero esto no significa que no se la encontrará -o no se encuentra ya ahora- oscurecida por su infernal falsificación, esa luna que vemos a continuación. los pies de la Mujer del Apocalipsis: «Apareció una gran señal en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y, sobre su cabeza, una corona de doce estrellas ”(Ap 12, 1).

La luna yace bajo los pies de la Mujer, por encima de toda mutabilidad y corruptibilidad terrenales, por encima de la ley del destino y del reino del espíritu de este mundo . Y esto precisamente porque esa Mujer, que es al mismo tiempo imagen de María Santísima y de la Iglesia, es amicta sole , vestida del Sol de justicia que es Cristo, » exenta de todo poder demoníaco en cuanto participa en el misterio de la inmutabilidad de Cristo «. (Sant’Ambrogio), permanece indiscutible si no en su reinado militante, ciertamente en el que sufre en el Purgatorio y en el triunfante en el Paraíso. San Jerónimo glosa las palabras de la Escritura recordándonos que » las puertas del infierno son pecados y vicios, especialmente las enseñanzas de los herejes«. Sabemos, por tanto, que incluso el » pozo negro de todas las herejías» representado por el Modernismo y su versión conciliar actualizada nunca podrá oscurecer definitivamente el esplendor de la Esposa de Cristo , sino sólo durante el breve período del eclipse que la Providencia, en su infinita sabiduría , ha decidido permitir sacar un mayor beneficio de ella.

3. El abandono de la dimensión sobrenatural

El tema de mi discurso se centra en la relación entre la revolución del Vaticano II y el establecimiento del Nuevo Orden Mundial. El elemento central de este análisis consiste en resaltar el abandono por parte de la jerarquía eclesiástica, desde lo más alto, de la dimensión sobrenatural de la Iglesia y su papel escatológico . Con el Concilio, los Novator borraron por completo el origen divino de la Iglesia de su horizonte teológico, creando una entidad de origen humano similar a una organización filantrópica. Esta subversión ontológica tuvo como primera consecuencia la negación necesaria del hecho de que la Esposa de Cristo no está ni puede ser objeto de cambio por parte de quienes ejercen la autoridad vicaria en el nombre del Señor.. No es propiedad del Papa ni de los obispos o teólogos y, como tal, cualquier intento de «Actualizar» lo precipita al nivel de una empresa que renueva su oferta comercial para asegurar su beneficio, vende las existencias excedentes y sigue la moda del momento. La Iglesia, en cambio, es una realidad sobrenatural, divina, de otro mundo: sí adapta la manera de predicar el Evangelio a las naciones, pero nunca podrá cambiar el contenido de un solo ápice (Mt 5, 18), ni negar su impulso trascendente con el ‘rebajarse a la mera demanda social. En el lado opuesto, la anti-iglesia reclama con orgullo el derecho a operar un cambio de paradigma no solo cambiando la forma en que se presenta la doctrina, sino la doctrina misma.; Así lo confirman las palabras de Massimo Fagggioli al comentar la encíclica recién publicada, Fratelli Tutti :

« El pontificado del Papa Francisco es como un estándar elevado ante los fundamentalistas católicos y quienes equiparan la continuidad material con la tradición: la doctrina católica no se limita al desarrollo. A veces cambia realmente: por ejemplo, sobre la pena de muerte, sobre la guerra. » ^[2]

Es inútil insistir en lo que enseña el Magisterio: el descarado reclamo de los Novator al derecho a cambiar la Fe sigue obstinadamente el enfoque modernista.

El error inicial del Concilio consiste principalmente en la falta de una perspectiva trascendente, fruto evidente de una crisis espiritual que ya estaba latente; y en el intento de establecer el cielo en la tierra, con un horizonte humano estéril. En continuidad con este enfoque, Hermanos todos identifica la realización de la utopía terrena y la redención social en la fraternidad humana , en la pax œcumenica entre religiones y en la acogida de los migrantes .

4. El sentido de inferioridad e insuficiencia

Como ya he escrito anteriormente, las instancias revolucionarias de la Nouvelle Théologie encontraron terreno fértil en los Padres conciliares debido a un grave sentimiento de inferioridad ante el mundo. Hubo un momento, después de la guerra, en el que la revolución liderada por la masonería en el ámbito civil, político y cultural irrumpió en la élite católica, persuadiéndola de su insuficiencia ante un desafío de época ya ineluctable.. En lugar de cuestionarse a sí mismos y a su fe, esta élite – obispos, teólogos, intelectuales – ha atribuido imprudentemente la responsabilidad del fracaso inminente a la Iglesia, a su estructura jerárquica de granito, a su solidez doctrinal y moral monolítica. Ante la derrota de la civilización europea que la Iglesia había ayudado a formar, la élite pensó que la falta de acuerdo con el mundo era causada por la intransigencia del Papado, por la rigidez de los Pastores, por no querer reconciliarse con la mentalidad del siglo. , de no querer «abrirse». Este marco ideológico surge de la falsa suposición de que entre la Iglesia y el mundo contemporáneo puede haber una alianza, una consonancia de propósitos, una amistad.: nada más ajeno a la verdad y la realidad, ya que no puede haber tregua en la lucha entre Dios y Satanás, entre la Luz y las tinieblas. » Pondré enemistad entre ti y la Mujer, entre tu raya y su descendencia: esto te aplastará la cabeza y te escabullirá sobre sus talones » (Gn 3, 15). Una enemistad querida por Dios mismo, que coloca a María Santísima – y a la Iglesia – como enemigos eternos de la serpiente antigua. El mundo tiene su propio príncipe (Jn 12,31), que es » enemigo » (Mt 13,28), » homicida desde el principio » (Jn 8,44) y » mentiroso «.«(Jn 8, 44). Buscar un pacto no beligerante con el mundo significa tener que llegar a un acuerdo con Satanás. Esto trastorna y pervierte la esencia misma de la Iglesia, cuya misión es convertir tantas almas a Cristo para la mayor gloria de Dios, sin que jamás depongan las armas contra quienes quieren atraerlas hacia él para condenarlas.

[ Este sentimiento de inferioridad – de fracaso – de la Iglesia frente al mundo creó las condiciones para que la revolución se arraigara en los Padres conciliares y en el pueblo cristiano, en el que se había cultivado la obediencia a la Jerarquía quizás más que la fidelidad al depositum fidei. Permítanme ser claro: la obediencia de los fieles a los Sagrados Pastores es ciertamente encomiable, si estos últimos dan órdenes legítimas; pero deja de ser virtud y termina en servilismo si es un fin en sí mismo y contradice el fin al que está ordenado, es decir, la Fe y la Moral. En realidad, en aras de la exhaustividad, habría que añadir que este sentimiento de inferioridad se ha insinuado en el cuerpo eclesial a partir de gestos de gran repercusión mediática como la deposición de la tiara por parte de Pablo VI, el regreso de las banderas del buque insignia otomano conquistado en Lepanto, los ostentosos abrazos ecuménicos con el cismático Atenágoras, las peticiones de perdón por las Cruzadas, la abolición del Index , la manía pauperista del Clero en oposición al supuesto triunfalismo de Pío XII.Compendio de esta actitud es sin duda la liturgia reformada , que casi delata la vergüenza por la exposición de los dogmas católicos, llegando a silenciarlos para negarlos indirectamente: esto lo confirma el cambio doctrinal de los fieles, fruto del cambio ritual con el que fueron conducidos. creer que la Misa es un simple banquete fraterno o que la Santísima Eucaristía es sólo un símbolo de la presencia de Cristo entre nosotros. ]

5. «Idem feel» de la Revolución y el Concilio

La percepción de inadecuación de los Padres fue contrarrestada por el trabajo de los Novator, cuyas ideas heréticas coinciden con las demandas del siglo. Un análisis comparativo del pensamiento moderno confirma el mismo sentimiento de los conspiradores en todos los puntos de la ideología revolucionaria:

[           la aceptación del principio democrático como una fuente legítima de poder, en lugar del derecho divino de la Monarquía Católica (incluido el Papado);

la asamblea de los órganos del poder, en lugar de la responsabilidad personal y la jerarquía institucional;

la cancelación del pasado histórico , evaluado con los parámetros actuales, frente a la defensa de la tradición y el patrimonio cultural;

el énfasis en la libertad de las personas y el debilitamiento del concepto de responsabilidad y deber;

la eterna provisionalidad de la moral y la ética, en continua evolución y, por tanto, privada de la necesaria inmutabilidad y de toda referencia trascendente;

el presunto estado laico , en lugar de la obediente sumisión de los asuntos públicos al señorío de Jesucristo y de la superioridad ontológica de la misión de la Iglesia sobre la de los asuntos públicos;

la anhelada igualdad de las religiones no solo ante el Estado, sino también como concepto general al que debe conformarse la Iglesia, frente a la objetiva y necesaria defensa de la Verdad y la condena del error;

la falsa y blasfema dignidad del hombre inherente a ella , basada en la negación del pecado original y la necesidad de la Redención como premisa para agradar a Dios, merecer Su Gracia y alcanzar la bienaventuranza eterna;

la subversión jerárquica del papel de la mujer y el desprecio y disolución del privilegio de la maternidad;

la primacía de la materia sobre el espíritu ;

la relación fideísta con la ciencia ^[3] , frente a una crítica despiadada de la religión sobre una base falsamente científica.

Todos estos principios promocionados por los ideólogos de la masonería y por los proponentes del Nuevo Orden Mundial encuentran su inquietante correspondencia en las ideas revolucionarias del Concilio:

la democratización de la Iglesia comenzó con Lumen Gentium y hoy se encuentra declinada en la vía sinodal bergogliana ;

la asamblea de los órganos de poder se logró con la atribución de un papel decisorio a las Conferencias Episcopales, los Sínodos de Obispos, las Comisiones, los Consejos Pastorales, etc.;

el pasado de la Iglesia (Cruzadas, Inquisición, etc.) es juzgado según la mentalidad moderna y condenado a agradar al mundo;

la «libertad de los hijos de Dios» teorizada por el Vaticano II se produjo independientemente de los deberes morales de los individuos, que según la vulgada conciliar son todos seguros y merecedores de perdón independientemente de las propias disposiciones interiores y del estado del alma;

el oscurecimiento de las perennes referencias morales permitió la revisión de la doctrina sobre la pena capital y, con Amoris Laetitia , la admisión de las concubinarias a los sacramentos, resquebrajar ruinosamente el edificio sacramental;

La adopción del concepto de laicismo llevó a la anulación de la Religión de Estado en las naciones católicas, a instancias de la Santa Sede y el Episcopado, con la consecuente pérdida de la identidad religiosa y el reconocimiento de los derechos de las sectas, así como la aprobación de normas. que violan la ley de Dios y la ley natural;

la libertad religiosa teorizada en Dignitatis Humanae se lleva hoy a sus lógicas y extremas consecuencias con la Declaración de Abu Dhabi y la última Encíclica Hermanos Todos , haciendo vana la misión salvífica de la Iglesia y de la Encarnación misma;

la teorización de la dignidad humana en el ámbito católico ha llevado a la confusión del papel del laicado con respecto al papel ministerial del clero, junto con un debilitamiento de la estructura jerárquica de la Iglesia, mientras que la aceptación de la ideología feminista es el preludio de la admisión de la mujer en el ‘Orden Sagrada;

la preocupación desordenada por las instancias pauperistas propias de la izquierda ha transformado a la Iglesia en una suerte de unión o asociación asistencial, limitando su actividad a la mera esfera material, descuidando la dimensión espiritual;

la confianza en la ciencia y el progreso tecnológico ha llevado a la Iglesia a repudiar ante el mundo su fe, a «desmitificar» los milagros, a negar la autoridad e inerrancia de la Sagrada Escritura, a vigilar los misterios más sagrados de nuestra Santa La religión como «símbolos» o «metáforas», alcanzando sacrílegamente la definición de «mágico» del concepto católico de Transubstanciación, así como la realidad de la Resurrección, y calificando los sublimes dogmas marianos de » tonterías «. ]

Hay un aspecto casi grotesco de este aplanamiento de la Jerarquía al pensamiento dominante : este deseo de complacer a sus perseguidores y de hacerse servidor de sus enemigos siempre y en todo caso llega tarde, fuera de tiempo, dando la impresión de que los obispos están irremediablemente démodé. , de hecho, vintage . Sugieren, a quienes los ven con tanto entusiasmo confabulando con su propia extinción, que esta demostración de sumisión cortesana a lo políticamente correctonace no tanto de una verdadera persuasión ideológica, sino del terror de ser barridos, de perder el poder, de no tener más ese prestigio que a pesar de todo el mundo todavía los reconoce. No se dan cuenta, o no quieren admitir, que el prestigio y la autoridad que todavía poseen proviene de la autoridad y el prestigio de la Iglesia de Cristo, y no de su miserable y lamentable falsificación de la que ellos mismos son los autores.

Cuando la anti-iglesia estuviera completamente establecida en el eclipse total de la Iglesia Católica, la autoridad de sus líderes dependerá del grado de esclavitud al Nuevo Orden Mundial, que no tolerará ninguna derogación de su creencia y aplicará sin piedad ese dogmatismo, ese fanatismo. , ese integralismo que hoy muchos Prelados e intelectuales autodenominados critican en quienes se mantienen fieles al Magisterio. Por lo tanto, la iglesia profunda tal vez continúe presumiendo de la marca registrada «Iglesia Católica», pero de hecho se verá obligada a ser solo la esclava del pensamiento único , renovando lo que les sucedió a los judíos cuando, negando el título de Rey a Nuestro Señor antes. Pilato, se condenó a sí mismo a ser servidores de la autoridad civil: «No tenemos más rey que el César ”(Jn 19,15). Hoy Cesare manda mantener cerradas las iglesias, llevar una máscara, suspender las celebraciones con la excusa de una pseudopandemia; el régimen comunista persigue a los católicos chinos, en el silencio temeroso e interesado de Roma. Mañana Tito saqueará el templo conciliar y trasladará sus restos a algún museo, realizando una vez más la venganza divina a manos de los paganos.

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6. El moderatismo instrumental para la revolución

Algunos podrían observar que los padres conciliares y los papas que presidieron esa asamblea no se dieron cuenta de las implicaciones que tendría su aprobación de los documentos del Vaticano II para el futuro de la Iglesia. Si así fuera, es decir, si hubiera habido cierta resipiscencia en su apresurada aprobación de textos heréticos o cercanos a la herejía, no está claro por qué no supieron poner fin de inmediato a los abusos, corregir los errores, aclarar los malentendidos. y los silencios . Y, sobre todo, no está claro por qué la autoridad eclesiástica fue tan despiadada con los que defendían la Verdad Católica, y al mismo tiempo fue tan indulgente e indulgente con los rebeldes y herejes. De todos modos,La responsabilidad de la crisis conciliar debe identificarse en las faltas de una Autoridad que, a pesar de mil apelaciones a la colegialidad y al pastoralismo, guardó celosamente sus prerrogativas, ejercitándolas en un solo sentido, es decir, contra el pusillus grex y nunca contra los enemigos de Dios. y la Iglesia . Las rarísimas excepciones en las que algún teólogo herético o algún religioso revolucionario han sido golpeados por las censuras del Santo Oficio son la triste confirmación de una regla que existe desde hace décadas; y conviene recordar que muchos de ellos, en los últimos tiempos, han sido rehabilitados sin ninguna abjuración de sus errores e incluso promovidos a puestos institucionales en la Curia Romana o en los Ateneos Pontificios .

Ésta es la realidad de los hechos, como creo que surge de mi análisis. Sabemos, sin embargo, que, además del ala progresista conciliar y del ala católica tradicionalista, hay una parte del episcopado, el clero y el pueblo que tratan de mantenerse a la misma distancia de lo que consideran dos extremos: me refiero a los llamados «conservadores» , es decir, de esa franja autodenominada centrista del cuerpo eclesial que acaba siendo instrumental para la Revolución porque, aunque rechaza sus excesos, hace suyos sus principios . El error de los conservadores radica en darle una connotación negativa al tradicionalismo y colocarlo en el lado opuesto del progresismo. Sus mediocritas doradas consisten en querer colocarse arbitrariamente en el mediono entre dos vicios, sino entre virtud y vicio. Son los que critican los excesos de la pachamama o ciertos enunciados de Bergoglio, pero que no toleran cuestionar al Concilio, y mucho menos resaltar el vínculo intrínseco entre el cáncer conciliar y la metástasis actual. La correspondencia especular entre conservadurismo político y conservadurismo religioso consiste en adoptar la síntesis «de centro» entre la tesis de «derecha» y la antítesis de «izquierda», según el enfoque hegeliano querido por los partidarios del moderatismo conciliar.

[ Al igual que en la esfera civil, el Estado profundo ha sabido gestionar la disidencia política y social mediante el uso de organizaciones y movimientos que son solo aparentemente de oposición, pero que en realidad son instrumentales para mantener el poder; así, en el ámbito eclesial, la Iglesia profunda se vale de la moderación de los conservadores para dar una apariencia de libertad a la vida religiosa de los fieles . El propio Motu Proprio Summorum Pontificum , aunque concede la celebración en forma extraordinaria , pide saltem impliciterAceptar el Concilio y reconocer la legalidad de la liturgia reformada: esta estratagema impide a quienes se benefician del Motu Proprio de cualquier forma de disensión, bajo pena de comisión o disolución de las comunidades Ecclesia Dei . E insinúa en el pueblo cristiano el peligroso concepto de que lo bueno, para tener legitimidad en la Iglesia y en la sociedad, debe ir necesariamente acompañado de algo malo o no bueno: solo una mente descarriada puede reconocer la igualdad de derechos al bien y al mal, y poco importa si él personalmente se proclama a favor del bien, cuando reconoce que otros pueden estar a favor del mal. En este sentido,la «libertad de elección» para recurrir al aborto teorizada por políticos democráticos encuentra su contraparte en la no menos aberrante libertad religiosa teorizada por el Concilio y hoy obstinadamente propagada por la anti-iglesia. Si no es lícito para el católico apoyar al político a favor de la muerte de una criatura inocente, no está permitido aprobar ni siquiera al Prelado que procura la muerte de un alma alentándola a permanecer en pecado mortal. ]

7. «La sociedad abierta» y «o pluma religión»

En este análisis, no puede faltar una referencia al uso de Newspeak también en el contexto eclesiástico. El vocabulario teológico se ha modificado deliberadamente para cambiar los contenidos que expresa con él . Lo mismo sucedió en la liturgia y en la predicación, donde la claridad de la exposición católica fue reemplazada por el equívoco o la negación implícita de la verdad dogmática. Los ejemplos son infinitos. Este fenómeno también vuelve al Vaticano II, que quiso interpretar las consignas del mundo. Sin embargo, quisiera destacar que todas aquellas expresiones tomadas del lenguaje profano o que lo recuerdan por asonancia son también parte del neolenguaje: pensemos en la insistencia de Bergoglio en la » iglesia saliente «, en la apertura como valor positivo:

“ Un pueblo vivo, dinámico y con futuro es aquel que permanece constantemente abierto a nuevas síntesis, asumiendo en sí lo diferente ” ( Fratelli Tutti , 160).

» La Iglesia es una casa de puertas abiertas » (ibid. 276).

» Queremos ser una Iglesia que sirva, que salga de casa, que deje sus templos, sus sacristías, para acompañar la vida, sustentar la esperanza, ser signo de unidad […] para tender puentes, derribar muros, sembrar reconciliación » ( ibídem.).

La asonancia con la Open Society que defiende la ideología globalista sorosiana no escapará , para constituir casi una Religión Abierta que actúe como contrapunto .

Y esta Religión Abierta está en perfecta sintonía con los fines del globalismo: desde las reuniones políticas » por un Nuevo Humanismo » bendecidas por los líderes de la Iglesia hasta la participación de la intelectualidad progresista en la propaganda verde , todo es una persecución del pensamiento único, en el triste y intento grotesco de complacer al mundo. El contraste con las palabras del Apóstol es claro: « ¿Es acaso el consentimiento de los hombres lo que busco o el de Dios? ¿O estoy tratando de complacer a los hombres? Si aún tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo ”(Gal 1, 10).

La Iglesia Católica vive bajo la mirada de Dios, para su gloria y salvación de las almas; la anti-iglesia vive bajo la mirada del mundo, apoyando la apoteosis blasfema del hombre y la condenación de las almas . Durante la última sesión del Concilio Ecuménico, ante todos los Padres sinodales, resonaron en la Basílica Vaticana estas sorprendentes palabras de Pablo VI:

« La religión del Dios que se hizo Hombre se ha encontrado con la religión ( porque así es ) del hombre que se hace Dios . ¿Que pasó? ¿Un choque, una pelea, un anatema? podría ser; pero no sucedió. La historia antigua del samaritano fue el paradigma de la espiritualidad conciliar. Una inmensa simpatía lo ha invadido todo. El descubrimiento de las necesidades humanas (y cuanto mayores son, mayor se vuelve el niño de la tierra) ha absorbido la atención de nuestro Sínodo. Denle crédito por esto al menos, ustedes humanistas modernos, renunciando a la trascendencia de las cosas supremas, y reconocerán nuestro nuevo humanismo: también nosotros, sobre todo, somos los amantes del hombre . » ^[4]

Esta simpatía , en el sentido etimológico de συμπάϑεια, es decir, de participación en el sentimiento del otro, es la clave del Concilio y de la nueva religión ( porque así es ) de la anti-iglesia . Una anti-iglesia nacida de la unión inmunda entre la Iglesia y el mundo, entre la Jerusalén celestial y la Babilonia infernal. Nótese bien: la primera vez que un Pontífice mencionó el » nuevo humanismo » fue al final del Concilio Vaticano II, y hoy lo encontramos repetido como un mantra por quienes lo consideran una expresión perfecta y coherente de la menstruación revolucionaria del Concilio. ^[5]

También en esta comunión de intenciones entre el Nuevo Orden Mundial y la anti-iglesia, hay que recordar el Pacto Mundial sobre Educación , un proyecto encargado por Bergoglio » para generar un cambio a escala global, para que la ‘ educación sea creadora de fraternidad, paz y justicia’ ‘. . Una » necesidad aún más urgente en este tiempo marcado por la pandemia » ^[6] . Promovido en colaboración con la de las Naciones Unidas , este » proceso de formación en el informe y de la cultura ‘ espacio de reunión y también está mejorando «casa común «con todas las criaturas, pues las personas, tal como se forman en la lógica de la comunión y la solidaridad, ya están trabajando » para recuperar la serena armonía con la creación «, y para configurar el mundo como » espacio de verdadera fraternidad » (cf. Gaudium et Spes, 37) » ^[7] . Como vemos, la referencia ideológica es siempre y solo al Vaticano II, porque solo a partir de ese momento la anti-iglesia colocó al hombre en el lugar de Dios, a la criatura en el lugar del Creador.

El » nuevo humanismo » tiene evidentemente una declinación ambientalista y ecológica en la que tanto la Encíclica Laudato Sì como la Teología Verde , la » Iglesia con rostro amazónico » del Sínodo de los Obispos y el culto idólatra rendido a la pachamama (madre tierra) presencia del Sanedrín romano . La actitud de la Iglesia ante Covid ha mostrado por un lado la sumisión de la Jerarquía a los dictados del Estado, en violación de la libertas Ecclesiae., que el Papa debería haber defendido con firmeza; y por otro, la negación de cualquier trascendencia sobrenatural de la pandemia, sustituyendo la justa ira de Dios ofendida por los innumerables pecados de la humanidad y las naciones por una furia destructiva más inquietante de la Naturaleza, ofendida por la falta de respeto al medio ambiente. Me gustaría subrayar que atribuir una identidad personal a la Naturaleza, casi dotada de intelecto y voluntad, es el preludio de su divinización , de la que hemos visto un avance sacrílego bajo las bóvedas de San Pedro.

También en este caso, la conformidad del pensamiento anti-eclesiástico con la ideología dominante llega a formas de cooperación real con las fuerzas del estado profundo y con los nombres más representativos de la corriente dominante , comenzando con proyectos para una » economía «. sostenible ”que involucra a Jorge Mario Bergoglio, Bill Gates, Jeffrey Sachs, John Elkann, Gunter Pauli. ^[8]

[ Será útil recordar que la economía sostenible también tiene implicaciones en la agricultura y en el mundo del trabajo en general. El estado profundo necesita asegurar mano de obra barata a través de la inmigración, que al mismo tiempo contribuye a la cancelación de la identidad religiosa, cultural y lingüística de las naciones involucradas. La Iglesia profunda da una base ideológica y pseudoteológica a este plan de invasión, y al mismo tiempo garantiza una parte en el fructífero negocio de la hospitalidad . Entendemos entonces la insistencia de Bergoglio sobre el tema de los migrantes, reafirmada también en Fratelli Tutti : «Se propaga así una mentalidad xenófoba, de retraimiento y retraimiento en uno mismo ”(ibid. 39). «Las migraciones constituirán un elemento fundamental del futuro del mundo » (ibid. 40). Bergoglio utilizó la expresión «elemento fundacional», afirmando que no es posible formular hipótesis sobre un futuro sin migración. ]

Permítanme una pista rápida de la situación política en los Estados Unidos en vísperas de las elecciones presidenciales. La promulgación de Fratelli Tutti , por su connotación fuertemente favorable al mainstream , parece querer ser una forma de respaldo vaticano al candidato demócrata, en clara oposición a Donald Trump y pocos días después de la visita del secretario de Estado Pompeo a Roma. Esto confirma de qué lado están los hijos de la luz y quiénes son los hijos de las tinieblas .

8. La base ideológica de la «Hermandad»

El tema de la hermandad , obsesivo en Bergoglio, encuentra su primera formulación en Nostra Ætate y en Dignitatis Humanae . La última Encíclica Hermanos Todos es el manifiesto de esta visión masónica , en la que el grito Liberté, Égalité, Fraternité ha sustituido al Evangelio, en nombre de una unidad de hombres que quieren prescindir de Dios . Tenga en cuenta que el Documento sobre Hermandad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Humana firmado en Abu Dhabi el 4 de febrero de 2019 fue defendido con orgullo por Bergoglio con estas palabras:

«Desde el punto de vista católico, el documento no fue ni un centímetro más allá del Concilio Vaticano II».

El cardenal Miguel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, pasó por alto La Civiltà Cattolica :

[ » Con el Concilio, el banco se resquebrajó progresivamente y luego se rompió: el río del diálogo se ha extendido con las Declaraciones Conciliares Nostra Ætate sobre la relación entre la Iglesia y los creyentes de otras religiones y Dignitatis Humanae sobre la libertad religiosa, temas y documentos íntimamente vinculados entre sí, y permitieron a San Juan Pablo II dar vida a encuentros como la ‘Jornada Mundial de Oración por la Paz en Asís’ el 27 de octubre de 1986 y a Benedicto XVI, veinticinco años después, de haznos vivir en la ciudad de San Francisco la ‘Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz’. Por tanto ] el compromisode la Iglesia católica para el diálogo interreligioso que abre el camino a la paz y la fraternidad, forma parte de su misión original y tiene sus raíces en el acontecimiento conciliar . « ^[9]

Una vez más, el cáncer del Vaticano II confirma que está en el origen de la metástasis bergogliana. El fil rouge que une al Concilio con el culto a la pachamama también pasa por Asís, como acertadamente señaló mi hermano Athanasius Schneider en un discurso reciente. ^[10]

Hablando de la anti-iglesia, Mons. Fulton Sheen observó del Anticristo: » Dado que su religión será la hermandad sin la paternidad de Dios, engañará incluso a los elegidos «. ^[11] Parece que vemos la profecía del venerable arzobispo estadounidense hacerse realidad ante nuestros propios ojos.

Así que no se sorprenda si, después de haber elogiado a su paladín ascendido al Soglio, la notoria secta, la Gran Logia de España , rinde un tributo extático a Bergoglio con estas palabras:

[ » El gran principio de esta escuela iniciática no ha cambiado en tres siglos: la construcción de una fraternidad universal donde los seres humanos se llaman hermanos más allá de sus creencias específicas, sus ideologías, el color de su piel, su su origen social, su idioma, su cultura o su nacionalidad. Este sueño fraterno chocó con el fundamentalismo religioso que, en el caso de la Iglesia católica, dio lugar a duros textos que condenaban la tolerancia de la masonería en el siglo XIX . ] Lo últimoLa encíclica del Papa Francisco demuestra cuán lejos está la actual Iglesia Católica de sus posiciones anteriores. En “Hermanos todos” el Papa abraza la Fraternidad Universal, el gran principio de la masonería moderna ». ^[12]

No muy diferente de la reacción del Gran Oriente de Italia :

“ Estos son los principios que la masonería persigue y sostiene siempre para la elevación de la ‘ Humanidad à ». ^[13]

[ Austen Ivereigh, hagiógrafo de Bergoglio, confirma con satisfacción esta interpretación que un católico consideraría con razón al menos perturbadora ^[14] . ]

Recuerdo que en los documentos de la Alta Vendita , desde el siglo XIX, se planeaba una infiltración de la masonería en la Iglesia:

“ Traeréis amigos por la Sede Apostólica. Habrás predicado una revolución en tiara y manto, marchando con la cruz y la bandera, una revolución que solo necesitará un poco de aliento para prender fuego a los cuatro rincones del mundo ”. ^[15]

[ 9. La subversión de la relación individual y social con Dios

Permítanme concluir este examen de los vínculos entre el Consejo y la crisis actual haciendo hincapié en un cambio que considero extremadamente importante y significativo. Me refiero a la relación de los fieles y de la comunidad con Dios. Mientras que en la Iglesia de Cristo la relación del alma con el Señor es eminentemente personal incluso cuando la transmite el Sagrado Ministro en la acción litúrgica, en la Iglesia conciliar prevalece la relación comunitaria, de grupo. Pensemos en la insistencia en hacer «comunal» el Bautismo de un niño o la boda de un matrimonio; pensemos en la imposibilidad de comunicarnos individualmente fuera de la Misa, y en la normalidad de acercarse a la Comunión durante la Misa incluso sin las disposiciones necesarias, solo sobre la base de un concepto protestantizado de participación en el banquete eucarístico, del que ningún invitado puede escapar. En este caso, el individuo pierde su individualidad para anularse en la comunidad anónima de la celebración . Por el contrario, la relación del cuerpo social con Dios desaparece en un personalismo que anula el papel mediador tanto de la Iglesia como del Estado.. La individualización en el campo moral es un ejemplo, donde el individuo se convierte en pretexto para la demolición de la moral social, en nombre de una «inclusividad» que lo legitima todo. En este caso, la sociedad, entendida como la unión de varios individuos encaminados a la búsqueda de un propósito común, se fragmenta en una multiplicidad de individuos, cada uno de los cuales tiene su propio propósito . Este vuelco práctico es el resultado de una subversión ideológica que merece ser analizada en profundidad, por sus implicaciones tanto en el ámbito eclesial como en el civil. Sin embargo, es evidente que el primer paso de esta revolución se encuentra en la menstruación conciliar, comenzando por el adoctrinamiento del pueblo cristiano constituido por la liturgia reformada, en la queel individuo se funde en la asamblea, se despersonaliza, y la comunidad se desmorona en individuos, perdiendo la identidad . ]

10. Causa y efecto

La filosofía nos enseña que un determinado efecto siempre corresponde a una causa. Hemos visto que las acciones llevadas a cabo durante el Vaticano II han tenido el efecto deseado, concretizando ese giro antropológico que hoy ha llevado a la apostasía de la anti-iglesia y al eclipse de la verdadera Iglesia de Cristo. Por tanto, debemos entender que, si queremos anular los efectos nocivos que tenemos bajo nuestros ojos, es necesario e imprescindible eliminar las causas que los determinaron.. Si este es el objetivo que nos proponemos, está claro que la aceptación, aunque sea parcial, de esos principios revolucionarios haría inútil y contraproducente nuestro compromiso. Por tanto, debemos tener claro los objetivos a alcanzar, ordenando la acción en orden, adoptando los medios necesarios. Pero todos debemos ser conscientes de que en este trabajo de restauración no son posibles excepciones a los principios, precisamente porque no compartirlos impediría cualquier posibilidad de éxito .

Dejemos, pues, de una vez por todas, la vana distinción entre la supuesta bondad del Concilio y la traición a la voluntad de los Padres sinodales, sobre la «letra» y el «espíritu» del Vaticano II, sobre la magisterialidad o no de sus actos, sobre el hermenéutica de la continuidad versus la de la ruptura. Todos hemos entendido que la anti-iglesia ha utilizado la etiqueta «Concilio Ecuménico» para dar autoridad y fuerza de ley a sus propias demandas revolucionarias, así como Bergoglio llama «encíclica» a su manifiesto político de adhesión al Nuevo Orden Mundial. Hemos entendido que la astucia del enemigo ha bloqueado la parte sana de la Iglesia en un callejón sin salida, dividida entre tener que reconocer el carácter subversivo de los documentos conciliares y, por tanto, excluirlos del corpus magisterial, y tener que desmentir las pruebas declarándolas apodícticamente ortodoxas salvaguardar la infalibilidad del Magisterio. También comprendimos que Dubiarepresentaron una humillación para los Príncipes de la Iglesia, sin disolver los nudos doctrinales sometidos a la atención del Romano Pontífice. Bergoglio no responde precisamente porque no quiere negar los errores insinuados, ni confirmarlos, exponiéndose así al riesgo de ser declarado caducado por el Papado por herejía. Es la misma forma de proceder que el Concilio, donde el malentendido y el uso de una terminología inadecuada impiden condenar el error que allí también se insinúa. Pero el jurista sabe bien que, además de la flagrante violación de la ley, también se puede cometer un delito eludiéndola , utilizándola maliciosamente para fines malignos : contra legem fit, quod in fraudem legis fit.

11. Conclusión

La única forma de ganar esta batalla es volver a hacer lo que la Iglesia siempre ha hecho, y dejar de hacer lo que la anti-iglesia nos pide hoy y que la verdadera Iglesia siempre ha condenado . Pongamos a Nuestro Señor Jesucristo, Rey y Sumo Sacerdote, en el centro de la vida de la Iglesia; e incluso antes de eso, en el centro de la vida de nuestras comunidades, de nuestras familias, de nosotros mismos. Devolvamos la corona a Nuestra Señora María Santísima, Reina y Madre de la Iglesia.

Volvamos a la celebración de la Santa Liturgia y a rezar con las palabras de los santos, y no con los desvaríos de los modernistas y herejes. Comencemos de nuevo a saborear los escritos de los Padres de la Iglesia y de los Místicos, y arrojemos al fuego obras impregnadas de modernismo y sentimentalismo inmanente. Apoyemos con oración y ayuda material a los buenos sacerdotes que se mantienen fieles a la verdadera Fe, y les quitamos todo apoyo a aquellos que se reconcilian con el mundo y sus mentiras.

Y sobre todo, ¡te lo pido en nombre de Dios! – abandonemos ese sentimiento de inferioridad que nuestros adversarios nos han acostumbrado a aceptar: en la guerra del Señor, no nos humillaron (que por nuestros pecados merecen toda humillación), sino la Majestad de Dios y Esposa del Cordero Inmaculado. La Verdad que abrazamos no viene de nosotros, sino de Dios: dejar que sea negada, o aceptar que debe casi justificarse ante las herejías y errores de la anti-iglesia, no es un acto de humildad, sino de cobardía y pusilanimidad. Dejémonos inspirar por el ejemplo de los Santos Mártires Macabeos, ante un nuevo Antíoco que nos pide sacrificarnos a los ídolos y abandonar al Dios verdadero. Respondemos con sus palabras, orando al Señor: «Incluso ahora, Gobernante del Cielo, envía un buen ángel ante nosotros para infundir miedo y temblor. Los que, blasfemando, han venido aquí contra tu santo templo aterrorizados por la fuerza de tu brazo «(2Mac. 15:23).

Permítanme concluir este discurso con un recuerdo personal. Cuando fui nuncio apostólico en Nigeria, conocí una magnífica tradición popular nacida durante la terrible guerra de Biafra y que aún perdura en la actualidad. Asistí en persona y quedé muy impresionado con motivo de una visita pastoral a la Diócesis de Onitsha. Esta tradición, llamada Block Rosary Children, consiste en reunir a miles de niños (incluso muy pequeños) en cada pueblo o vecindario para el rezo del Santo Rosario e implorar la paz – cada niño sosteniendo una tableta, como un mini altar, un imagen de la Virgen y una pequeña vela.

A unos días del 3 de noviembre, invito a todos a unirse a una Cruzada del Rosario : una especie de asedio a Jericó, en el que no son las siete trompetas de cuerno de carnero que tocan los sacerdotes, sino las Avemarías de los pequeños y de los inocentes. colapsar los muros del estado profundo y la iglesia profunda .

Unámonos a los niños en la oración de la Santa Corona, en un Rosario en Bloque Niños , implorando a la Mujer vestida de Sol, para que Nuestra Señora y Madre sean restauradas en Su Señoría, y se acorte el eclipse que nos aflige.

Y que Dios bendiga estos santos propósitos.

^[1] Padre Antonio Spadaro sj, Todos los hermanos, respuesta de Francisco a la crisis de nuestro tiempo , en Formiche , 4 de octubre de 2020 ( aquí ).

^[2] « El pontificado del Papa Francisco es como un estandarte levantado ante los católicos integralistas y aquellos que equiparan continuidad material y tradición: la doctrina católica no solo se desarrolla. A veces realmente cambia: por ejemplo, en la pena de muerte, la guerra », https://twitter.com/Johnthemadmonk/status/1313616541385134080/photo/1 https://platform.twitter.com/embed/index.html?creatorScreenName=MarcoTosatti&dnt = true & embedId = twitter-widget-0 & frame = false & hideCard = false & hideThread = false & id = 1313569449065222145 & lang = it & origin = https% 3A% 2F% 2Fwww.marcotosatti.com% 2F2020% 2F10% 2F27% 2Fvigano-come-ilaticano-vaticano -nuevo-orden-mundial% 2F% 3Ffbclid% 3DIwAR1z5FxHRdRoOgM6xc3745sLmq68x42xqAOp50nbTkJ7TQMwODxWUP0XLus & siteScreenName = marcotosatti & theme = light &

^[3] » Debemos evitar caer en estas cuatro actitudes perversas , que ciertamente no ayudan a la investigación honesta y al diálogo sincero y productivo sobre la construcción del futuro de nuestro planeta: negación, indiferencia, resignación y confianza en soluciones inadecuadas «, cf. https://www.avvenire.it/papa/pagine/papa-su-clima-basta-negazionismi-su-rificazione-globale

^[4] «Religio, id est cultus Dei, qui homo fieri voluit, atque religio – talis enim est aestimanda – id est cultus hominis, qui fieri vult Deus, inter se congressae sunt. Quid tamen accidit? ¿Certamen, proelium, anatema? Id sane haberi potuerat, sed plane non accidit. Vetus illa de bono Samaritan narratio excmplum fuit atque norma, ad quam Concilii our spiritualis ratio directa est. Etenim, immensus quidam erga homines amor Concilium penitus pervasit. Perspectae et iterum considerade hominum necesita, quae eo molestiores fiunt, quo magis huius terrae filius crescit, totum nostrae huius Synodi studium detinuerunt. Hanc saltem laudem Concilio tribuite, vos, nostra hac aetate cultores humanitatis, qui veritates rerum naturam trascendentes renuitis, iidemque novum nostrum humanitatis studium agnoscite: nam nos etiam, immo nos prae ceteris,«. Pablo VI, Alocución de la última sesión del Concilio Ecuménico Vaticano II, 7 de diciembre de 1965, cf. http://www.vatican.va/content/paul-vi/it/speeches/1965/documents/hf_p-vi_spe_19651207_epilogo-concilio.html

^[5] https://twitter.com/i/status/1312837860442210304

^[6] Véase www.educationglobalcompact.org.

^[7] Congregación para la Educación Católica, Carta circular a escuelas, universidades e instituciones educativas , 10 de septiembre de 2020, cf.

^[8] https://www.lastampa.it/cronaca/2020/10/03/news/green-blue-la-nuova-voce-dell-igianato-sostenibile-via-con-il-papa-e-bill -puertas-1.39375988

^[9] Cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, El documento sobre la fraternidad humana a raíz del Concilio Vaticano II , 3 de febrero de 2020. Ver https://www.laciviltacattolica.it/news/il-documento-sulla-human-fratellanza- a raíz del Concilio Vaticano II /

^[10] https://www.cfnews.org.uk/bishop-schneider-pachamama-worship-in-rome-was-prepared-by-assisi-meetings/

^[11] Mons. Fulton Sheen, discurso radiofónico del 26 de enero de 1947. Véase https://www.tempi.it/fulton-sheen-e-linganno-del-grande-umanitario/

^[12] https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=38792

^[13] https://twitter.com/grandeorienteit/status/1312991358886514688

^[14] 

^[15] « Vous amènerez des amis autour de la Chaire apostolique. Vous aurez prêché une revolution in tiare et en chape, marchant avec la croix et la bannière, une revolution qui n’aura besoin que d’être un tout petit peu aiguillonnée pour putre le feu aux quatre monedas du monde «. Véase Jacques Cretineau-Joly, L’Église romaine en face de la Révolution , París, Henri Plon, 1859 ( aquí ).

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