Cuenta la leyenda que Tanhâuser un caballero cruzado, según algunas fuentes, trovador para otras y para el pueblo, quien al fin y al cabo daba forma y transmitía la historias ,trovador ,cruzado y caballero, accidentalmente halló la cueva de Venus y permaneciendo en ella durante un año, adoró a tan voluptuosa deidad disfrutando de los placeres carnales.

Arrepentido de sus pecados determinose a acudir en peregrinación a Roma para alcanzar el perdón del Papa , el cual dictaminó que así como su báculo no podría florecer jamás, Tanhäuser nunca alcanzaría el perdón.

De regreso a su patria , Alemania, junto a otros peregrinos, pleno de sufrimiento invocaba a Santa María ,abatido y extenuado, perdiendo la fuerza . Cada paso que daba suponía una losa más sobre su agotado espíritu, pareciere que la condenación le aguardaba tras la siguiente loma que atisbaban, que la esperanza se disipara a lo largo del camino y una niebla oscura avanzaba invadiendo todos los sentidos del pobre Tanhäuser.

El demonio tentaba y tentaba, ya casi se había apoderado de su mente y estaba a punto de tomar el control del alma. La oración de los peregrinos retumbaba en sus oídos como las gotas de lluvia resbalaba en el cristal. El fin se hallaba próximo, cabalgaba cual jinete negro arrastrando el anhelo de la vida eterna hacia el foso. Sin embargo una minúscula casi insignificante llama de esperanza ardía dentro de si, no podía perder su alma , no si la había entregado a Nuestra Señora.

Una batalla interior destrozaba su cuerpo , la mente mandaba mensajes de desesperación al alma quien, asiendose con fuerza a la minúscula flama, respondía gritando: Esperanza.

Y sucedió el Milagro, el báculo del Papa floreció y la esperanza prendió en todos los romeros.

Y Dios volvió a mostrar su poder sobre los hombres incluido el Papa. De nuevo los ruegos de Santa María fueron atendidos.

Dice la leyenda que Tanhäuser murió en la tierra donde nació Nuestro Señor sirviendo a la fe católica, Wagner sin embargo, acabó con su vida en plena peregrinación, así como la de su amada Elisabeth ,doncella piadosa que influyó en el arrepentimiento del caballero. Sea cual fuere el final,q uería contar la historia que he recordado  esta mañana cuando proponía a mi hija cambiar la música que escuchaba en ese momento por la obertura de la magnífica ópera compuesta por Wagner. Acto seguido me hallaba imaginando la historia de Tanhäuser, pecador como yo, en busca del perdón y la esperanza e inmersa en la búsqueda de información para contar algo tan cierto y magnífico como que Dios no nos abandona. Todopoderoso capaz de doblegar a Papas y Magnates y Misericordioso que lava los pecados de los hombres, incluso de aquellos que los humanos creíamos perdidos.

Dios nos ama tanto que habiendo enviado a su hijo para salvarnos, extendió aún más su amor entregándonos a su amorosa madre que intercede por nosotros ,seres miserables y desesperanzados, cuando acudimos a ella.

A pesar de la oscuridad que hoy nos envuelve hay una luz prendida en nuestra alma, avivemosla.

Contar esta historia y reflexionar mientras escuchaba Tanhäuser ha supuesto un deleite para mi, así como una dosis de esperanza.

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Tal vez sea el momento se desconectar de tanto ruido e inundar los sentidos leyendo y oyendo obras magistrales compuestas por genios como Wagner.

Por Macarena Assiego

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