Las organizaciones a favor del aborto que apoyaron firmemente a Joe Biden en las recientes elecciones presidenciales de EE. UU. esperan que, después de su inauguración en enero, actúe de inmediato para desmantelar las políticas pro-vida promulgadas por el presidente Donald Trump. Incluso antes de que Biden se convirtiera en el nominado de su partido, habían reunido su lista de deseos.

El año pasado, cuando estaba surgiendo un candidato presidencial demócrata, una coalición de más de 90 grupos de “derechos reproductivos”, incluido Planned Parenthood, publicó un plan detallado para avanzar en su agenda tanto a nivel nacional como internacional. En agosto de este año, publicaron una lista de “primeras prioridades” para la próxima administración, comenzando con una orden ejecutiva que declara explícitamente el compromiso del presidente de expandir el acceso al aborto en los Estados Unidos y en todo el mundo.

Biden ya prometió rescindir la Política de la Ciudad de México, que se amplió bajo Trump para cubrir todos los fondos de salud global. También ha prometido restituir los presupuestos para el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y restablecer la membresía del país en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Estados Unidos ya fue el mayor contribuyente a la planificación familiar mundial, con un presupuesto estimado de $ 608 millones para planificación familiar y salud reproductiva en el año fiscal 2019. Las “primeras prioridades” de los grupos pro-aborto exigen que esa cantidad se aumente a $ 1.6 mil millones, incluyendo 111 millones de dólares para el UNFPA. Y busca conseguir fondos para el VIH / SIDA que tienen un presupuesto anual de más de $ 6 mil millones para la compra de productos anticonceptivos.

También piden al próximo presidente que elimine las restricciones pro-vida sobre la financiación de la ayuda extranjera, como la Enmienda Helms que bloquea la financiación directa para abortos en el extranjero y la Enmienda Kemp-Kasten que protege la financiación de la planificación familiar de la promoción de prácticas coercitivas. La Enmienda Siljander actualmente prohíbe que los fondos estadounidenses se utilicen para influir a favor o en contra del aborto en países extranjeros. Los grupos pro-aborto piden que se modifique para prohibir solo los grupos de apoyo pro-vida.

Algunos de estos requerirían cambios en la legislación, que es el papel del Congreso, no del Presidente. Si el Senado permanece bajo el control republicano, es probable que las protecciones pro-vida en la ley sigan en vigor. Aunque la enmienda Helms podría redefinirse para incluir fondos para abortos bajo algunas excepciones. La administración Obama tomó medidas preliminares para hacer lo mismo antes de que el Congreso fuera alertado y la Administración detuviera su plan.

Sin embargo, el poder ejecutivo tiene un gran control en la política exterior de Estados Unidos, y el documento de “primeras prioridades” pide al presidente que dirija al Departamento de Estado a “defender la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR) en las reuniones de la ONU y foros multilaterales . “

Como primer paso, esto significaría “adoptar y promover definiciones integrales de SDSR y educación sexual integral”, ya que no han sido aceptadas ni definidas formalmente en las negociaciones de la ONU.

Una prioridad de los grupos pro-aborto que parece probable que apoye Biden es el nombramiento de defensores acérrimos de los “derechos reproductivos” en toda su administración. A diferencia de los designados políticos de Trump, que encontraron numerosos obstáculos cuando trabajaban con funcionarios de carrera que se oponían a las políticas del presidente, el equipo de Biden probablemente tendría menos obstáculos.

Después de que se convocara la elección para Biden, el presidente de los afiliados de Planned Parenthood de California entregó una declaración destacando el documento “modelo”. “La lista es larga”, reconoció, pero prometió que Planned Parenthood “estará allí para hacer que esta administración rinda cuentas por sus promesas al pueblo estadounidense en cada paso del camino”.

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